Tres años sí son suficientes

Salvador Muñoz
Los Políticos

Ricardo Ahued Bardahuil es, en Xalapa, considerado como un ex alcalde honesto, transparente y con cuentas claras. Vaya, podríamos hablar de que en su momento fue un buen alcalde.
Memo Zúñiga Martínez, igual ex alcalde de Xalapa, quizá uno de los logros que puedo reconocerle, es haber logrado con Magno Garcimarrero, haber hecho los fines de semana peatonales. Es decir: cerrar el tráfico para los carros en el primer cuadro de la ciudad. Lamentablemente, por la oposición de los comerciantes, ese programa se vino abajo.
Martín Cabrera Zavaleta, ex alcalde de Orizaba, entre las varias obras que realizó, justo es reconocer por mi parte, la inmensa labor que hizo sobre el río Orizaba, un lugar donde sólo se refugiaban alguno que otro mariguano o borracho que pedían a las parejitas que se aventuraban a echar novio a la orilla del afluente, la clásica “coperacha” para la “chela”.
El primero de enero, al dar la vuelta por la ciudad, escuché dos temas que me llamaron la atención y sorprendieron en demasía:
Primero: El reconocimiento de los “chayoteros” para con el alcalde saliente, Juan Manuel Diez Francos.
El hombre sencillamente revolucionó en tres años la ciudad. Es un lugar agradable, limpio, moderno, culto, divertido, con grandes empresas.
Vinieron grandes empresas, hizo obras increíbles que sí agilizan el tráfico, como los puentes a desnivel, el alumbrado público y semaforización modernizados, en varias zonas hay internet inalámbrico como en parques y la famosa alameda. Monumentos, esculturas y paisaje. El cerro del Borrego es una revolución total, con alumbrado y áreas de picnic. Sin olvidar el famoso Complejo Deportivo orizabeño.
El río es hoy un obligado paseo familiar. Los borrachitos o mariguanos desaparecieron. Sólo quedaron las parejas. En sus orillas, además de esculturas hechas con fierro reciclado (la gente se enamora de “El Pescador de Sueños”), hay un zoológico donde puede admirar monos arañas, avestruces, una llama, cocodrilos, águilas, cotorros, palomas y diversidad de aves... ¡Ah! y ese jaguar que fue totalmente hipnotizado por mi perro pues desde que lo vio, toda la gente que estaba alrededor dejó de existir para centrar toda su atención en el buen Harry, causando entre los testigos una admiración inmensa ver las actitudes en vivo y a todo color del “balam” al acecho.
Paseando tranquilamente por el río, se hace una hora u hora y media.
Hay varias salidas laterales para entrar a las calles de la ciudad, donde además de admirar el Palacio de Hierro convertido en museo de futbol y un pequeño museo de la cerveza, puede entrar a la calle Madero ¡caminando! Sí, el alcalde cerró el paso a las unidades vehiculares y volvió la principal arteria del centro en un paseo peatonal. Por supuesto, me dicen los orizabeños que se opuso el Comercio bajo el pretexto burdo que echó abajo en Xalapa los paseos peatonales: Bajarían las ventas.
Los negocios siguen abiertos. Si bajaron las ventas o no, quién sabe.
Para el turista, la ciudad es hermosa, bella, ordenada, limpia, moderna, clásica y contemporánea.
Lo mismo puede disfrutar de una rica comida en el Romanchus que las más ricas tortas de pierna en Kikos o Pavitos.
Hoy, no sé cuál sea la perspectiva que tenga el jarocho sobre un Jon Rementería; del xalapeño, de Vicho Velasco Chedraui; del boqueño, de Yunes Márquez; del acayuqueño, de la Vázquez Saut; del tuxpeño sobre Juan Ramón Gánem...
Pero la que percibo yo de Juan Manuel Diez Francos es sencillamente para bien.
Estamos a principios de una nueva administración y poco se habla del presidente municipal electo, Hugo Chahín Maluli, cuando es seguro que en la mayoría de los municipios si el tema es el que acaba de salir, ha de ser “por lo mucho que se robó” pero difícilmente por lo mucho que realizó.
Pero les decía al principio de dos temas que escuché en torno durante mi visita a Orizaba. Ya les platiqué el primer punto... el segundo punto fue una palabra que en muchos años sonaba a tabú: reelección.
Entre los orizabeños con los que platiqué, a muchos les hubiera gustado que Diez Francos siguiera en la administración... es más, esperan que pasados tres años, vuelva a buscar la alcaldía.
En fin...
Juan Manuel Diez Francos sencillamente será un reto para su sucesor y para el resto de los alcaldes en un sentido: Demostró que tres años sí son suficientes para cambiar para bien una ciudad...

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