lunes, 3 de octubre de 2011

¿Otro PRI?

Arturo Reyes González
Burladero

Recuerdo bien aquella noche del 2 de julio de 2010, día en que al final de la jornada, sentado en casa frente al televisor, era testigo –uno más de varios millones de mexicanos– del triunfo de Vicente Fox y de la histórica derrota del PRI en las urnas al contender una vez más por la candidatura presidencial del país.
De entrada, lo primero fue pensar en la sorpresa que la derrota representaba a manos del ranchero de botas texanas y en el inmenso, inmensísimo malestar que la sociedad mexicana debió haber contenido y ese día descargado al depositar su voto en las urnas en contra el otrora partido oficial, sobre todo cuando que el autor de la derrota tricolor no era el gran estadista ni el político del discurso brillante y elocuente, mucho menos estructurado en base a ideas o razonamientos de fondo.
La duda que secundó a la sorpresa fue, sin mucho pensar: ¿es definitivo, cuánto va a durar, es para siempre, se acabó el PRI, le van a hacer lo que hacía y en consecuencia ya no va a volver a ganar la presidencia?
Hoy, a prácticamente dos sexenios, cerca del cierre del segundo a manos del PAN, el PRI, ese PRI derrotado en el 2000, ese PRI de las más de 7 décadas en el poder, el de todos los males y todos los malos de este país, se encuentra en el ánimo, o al menos eso parece, de los mexicanos de cara a la elección del próximo año, el 2012.
Y mi pregunta ahora es qué pasó.
La verdad es que una vez que inició el sexenio foxista, el de cambio, el de la alternancia, el del nuevo rumbo del país, el de la democracia y el que reflejaba la madurez política de la sociedad mexicana, pensé que iba a ser demasiado complicado que el PRI se acercara siquiera a una contienda pareja que le permitiera pensar en regresar a Los Pinos.
Lo anterior, muy a pesar del mal desempeño que pudieran tener los panistas, quienes al poco tiempo demostraron que no estaban preparados para gobernar al país y hasta la fecha esa duda perdura en una buena cantidad de mexicanos, y sin embargo hoy nos siguen “gobernando”
Vuelvo a insistir, ¿qué pasó entonces?
Y muchos pensarán de inmediato en esto último, en que el PAN la ha regado –como se dice comúnmente– lo suficiente como para pensar en cambiarlo y dar por terminado su mandato, al menos hasta nuevo aviso.
¿O sea que la gente, los mexicanos, los ciudadanos, los artífices del cambio, de la alternancia en el poder y de la madurez política ya decidieron que es momento de regresar a la opción que representa hoy en día el PRI?
¿Por qué? ¿Para qué? ¿Ya está limpio? ¿Ya los viejos priistas cambiaron?, ¿los priistas de antaño aprendieron la lección?, ¿tan pronto? ¡Debe ser un milagro, toda una bendición! ¿Pues a que santo nos habremos encomendado los mexicanos?
¿Usted se ha puesto a pensar seriamente en cuál sería la ruta que al menos en un ejercicio teórico debería de seguir la democracia electoral en México? Porque pareciera que alguien nos está vendiendo, y muy bien por cierto, que sólo hay dos opciones en este país y que o es el PRI o es el PAN y párenle de contar.
Yo, como ciudadano, simpatizante del PRI pero también de la autocrítica, pienso que para bien de todos los partidos en general, lo siguiente es la apertura a los nuevos políticos, a los auténticos representantes de los sectores de la sociedad, a aquellos ciudadanos capaces de conectarse con el pueblo, con el electorado, que quizá no son emanados de las filas partidistas, pero serían unos dignos representantes de los mexicanos.
¿Cuántos personajes, catedráticos, taxistas, boleros, carpinteros, informáticos, moneros o caricaturistas, campesinos, compañeras, compañeros de oficina, conoce usted que sin problema alguno sería más acertado, honesto y congruente que muchos de nuestros diputados? ¡Muchos, ¿verdad?!

¿Entonces? ¿Qué vamos a hacer?
Ojo. Lo anterior no quiere decir que el PRI o el PAN no tengan apertura a los ciudadanos, puede ser, pero habría que ver en qué medida o en qué medida siguen siendo los mismos, es decir, la misma gata pero revolcada.
¿No cree usted?

argo_reyes@hotmail.com

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