lunes, 3 de octubre de 2011

Unos a chingar y otros a no dejarse

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Dicen que la desigualdad y la pobreza generan descontento, coraje, enojo, pero sobre todo, dijera Leonardo Da Vinci, constituyen el origen de todos los movimientos locales. Y eso lo dijo hace mucho tiempo. Pos la cosa no ha cambiado mucho, porque la brecha entre ricos y pobres va en aumento.
El pasado mes de mayo, el Banco Mundial señaló que una décima parte de los mexicanos que se encuentra en la punta de la pirámide del ingreso concentra 41.4 por ciento de la riqueza generada anualmente en el país, proporción similar a la registrada en 2000.
Incluso, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el ingreso promedio trimestral por habitante en el país es de mil 377 pesos entre la población que se ubica en el estrato inferior de la pirámide de distribución de la riqueza. En cambio, para la décima parte de los que están en la punta, el ingreso promedio trimestral es de 35 mil 949. Pa’ su suerte.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sostuvo que en México el 10 por ciento de la población más acaudalada tiene un ingreso promedio 27 veces mayor al del 10 por ciento más pobre. (La Jornada/7-05-11). Sí que estamos bien, ¿no?
Ahí la llevamos, paso a pasito, agrandando ese boquete, más bien, ese abismo entre los ricos y los pobres jodidos mexicanos.
Hace unos días leí en El Universal, que Coneval señalaba que desde hace tres años, la capacidad de los trabajadores de las zonas urbanas para adquirir una canasta básica alimentaria presenta una tendencia a la baja.
Refiere Coneval que “en México 23.06 millones de personas –que representan 20% de la población nacional- no tienen suficientes recursos económicos para obtener los alimentos de consumo básico”. Lindo el asunto.
¿Pero qué tal nuestros maestritos? Según el padrón de maestros correspondiente al trimestre de este año, publicado hace poco por la Secretaría de Educación Pública (SEP), hay un total de 18 mil 286 maestros comisionados del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) o que gozan de licencia sindical para ocupar cargos de elección popular, con costo al erario por 137 millones 532 mil 734 pesos.
Y eso es decir lo menos. Pa’ qué apuntar más aquí, lo que todo mundo supone: se lo están chingando todo, cómodamente.
Y eso no es todo. De acuerdo con el estudio “La Presidencia de la República: Un apartado que no conoce la crisis”, elaborado por México Evalúa para el CIDE, el sueldo del presidente Felipe Calderón es 32.7 veces mayor que el sueldo promedio por habitante en México.
La investigadora Eréndira Avendaño ha sostenido que “en 2010, la oficina de la Presidencia tenía mil 594 empleados y el sueldo promedio mensual por persona ascendía a 120 mil pesos. Esto era cosa distinta en el 2000, cuando un empleado de Presidencia ganaba 85 mil pesos”.
¡Qué bonita familia! Digo, pa’ no hablar de nuestros políticos, representantes populares, gobernantes y etc.
Entonces, unos a chingar y otros a no dejarse, dijera mi abuelo. Pero así, México pronto va a valer…
En serio, qué desigualdades las que padecemos. Son injusticias… Vaya, son chingaderas.
Ahí se ven.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

No hay comentarios: