Los Políticos
El sábado nos fuimos de novio. Bueno, así creo nos sentimos la mujer y yo que dejamos estacionado el carro varias cuadras del primer cuadro de la ciudad y decidimos, de la mano, caminar por el centro.
Vimos aparadores, entramos a tiendas, curioseamos en algunas sex-shops, entramos a la plaza de Barrachina y así estuvimos deambulando hasta que, de regreso, pasamos por Xallitic, el barrio más xalapeño de la ciudad que se niega a morir ante tanta pinche modernidad.
Allí había fiesta, movimiento, algarabía, canto y ganas de hacer mucho... era el foro cultural La Vida o La Mina: Pacto por un Veracruz libre de Minería Tóxica.
Nos metimos y disfrutamos de buena música y todavía mejor, de buena vibra, donde pude ver a amigos como Yadira Hidalgo y Javier Hernández Alpízar, así como a Claudia, amiga de mi hija, como buena activista.
Había gente, no sé si mucha o poca. Lo que no vi fue a jóvenes, a estudiantes, a universitarios... lo comentamos la mujer y yo. Los de la UNAM hubieran atiborrado la Plaza Xallitic y más. Pero la mayoría de nuestros jóvenes están dormidos. No vi a Rodrigo Montoya, ni a Sandro Gómez, ni a Aldo Lara Ponce... no, claro... son jóvenes con alma de viejos vestidos de traje creyendo que así se hace política.
II
¿Qué será? Faltaba nada para que terminara el virreinato (no se le puede llamar administración) Fidel Herrera Beltrán y anunciaba con bombo y platillo el descubrimiento de una mina de oro en Veracruz. Presumía a los cuatro vientos que en Veracruz no sólo gozábamos de los veneros de Petróleo del Diablo (recordando al Maestro), sino también de oro.
¿Y quién mejor que el Rey Midas el que habría de traer inversión, empleo y desarrollo en una comunidad entre Alto Lucero y Actopan? Sí, era el mismísimo Carlos Slim, el mismo que con la Fundación Unidos por Karl, en noviembre de 2010, daba banderazo a la construcción de cien casas para damnificados... sí, algunos meses después de que se anunciara “el descubrimiento” de la mina de oro.
El Grupo Carso y Goldgroup serían los encargados de explotar el yacimiento aurífero que nos vendía Fidel Herrera como la cereza del pastel que habría de coronar su reinado... nos daba el oro y el moro.
III
Cuenta la leyenda que en 1426, unos caballeros jerezanos hicieron prisionero al alcaide de Ronda, Abdalá, y a Hamet, su sobrino. Abdalá pagó una gran cantidad de monedas de oro por su liberación y la de su sobrino, a quien, sin embargo, los jerezanos no pusieron en libertad y por cuyo rescate volvieron a exigir más dinero. Y es que la esposa del caballero Fernández de Valdespino pedía que se le abonara 100 doblas de oro por lo gastado en la guarda y mantenimiento del moro. Ante el reclamo de Abdalá ante el Rey Juan II, éste pidió que Hamet fuera conducido a la corte donde allí, jerezanos y árabes, discutieron en torno al oro pedido y a la liberación del moro... el pueblo decía que el Rey quería el oro y el moro... pero no deja de ser una leyenda y una constante de nuestros políticos, prometernos el oro y el moro.
IV
Leo el boletín de Gobierno del Estado de Veracruz que enfatiza su rechazo a la operación de la mina Caballo Blanco. Cito: “El Gobierno del Estado de Veracruz manifestó oficialmente su rechazo a la instalación de la mina Caballo Blanco de la empresa Goldgroup, por considerar que no es un proyecto viable y que es incompatible con las características ambientales de la zona donde pretende operar, así lo dio a conocer el gobernador Javier Duarte de Ochoa, durante la jornada ambiental que se realizó en Boca del Río y otros puntos de la entidad. El mandatario estatal dijo que ‘una extracción minera de estas características generaría impactos negativos irreversibles al medio ambiente de la región, y un alto grado de riesgo para la población’. Por estas razones, agregó, ‘he girado instrucciones a la Secretaría de Medio Ambiente para presentar, el día de mañana (hoy lunes), de manera formal ante las instancias correspondientes, la opinión del Gobierno de Veracruz en el sentido de no avalar la construcción y operación de la mina Caballo Blanco’ en el Cerro de la Paila, ubicado entre los municipios de Actopan y Alto Lucero”.
Sí, creo que no está de más congratularnos con la posición del Gobierno estatal respecto a una mina pero me brincó algo en ese texto que nuevamente cito: “he girado instrucciones a la Secretaría de Medio Ambiente para presentar, el día de mañana, de manera formal ante las instancias correspondientes, la opinión del Gobierno de Veracruz en el sentido de no avalar la construcción y operación de la mina Caballo Blanco”.
¿Instancias correspondientes? Vaya, la interrogante se responde por jerarquía: Gobierno federal.
¿Por qué al Gobierno federal?
Por algo simple: Es esa instancia, encauzada por su dependencia adecuada, la que autoriza o no la explotación de nuestros recursos naturales como lo es el suelo o subsuelo. Es decir, tanto el Gobierno estatal como yo y demás ambientalistas, ecologistas y activistas que están en contra de Caballo Blanco, sólo hemos externado nuestra OPINION, con argumentos y estudios para que no se asiente el negocio de Carlos Slim y Goldgroup.
Lo que hizo Javier Duarte no es plausible, es razonable como la voz de Yadira Hidalgo, Luisa Paré y demás gente que cree que esa mina sólo traerá más destrucción, tanto ecológica como social, como el oro y moro que prometió Fidel Herrera antes, durante y después de que terminara su reinado.
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