jueves, 2 de febrero de 2012

Pobreza y conflicto social en Xalapa

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI 

Un elemento central para entender el aumento de los conflictos sociales en la ciudad de Xalapa es el relacionado con la pobreza.
Los conflictos sociales no surgen de la nada. Es necesario que se presenten ciertas condiciones para que se desaten.
Lo que diariamente observamos en las “notas rojas” que se publican en los medios de comunicación de Xalapa, es parte de estas expresiones de conflicto que cotidianamente se presentan en nuestro alrededor.
 La respuesta inmediata que las autoridades han privilegiado para paliar estos problemas ha sido el de una respuesta de tipo policiaca. Adquiriendo patrullas, armamento, corriendo y contratando a nuevos elementos de las fuerzas de seguridad. De esta manera, es como las autoridades piensan que van a resolver estos problemas. Y recientemente, han militarizado a la ciudad.
Por su parte en las pláticas de café, los habitantes de la ciudad no atinan a entender lo que está sucediendo a su alrededor. Las clases media y alta de Xalapa, se encuentran espantadas ante el desmoronamiento de la fantasía urbana en la que por años les permitió omitir en su imaginario social los graves problemas de la Atenas Veracruzana.
Pero a estas alturas del partido, por razones humanitarias y debido a que es necesario frenar el actual espiral de violencia. Ya no es posible, ni viable, seguir negando la relación que existe entre la pobreza que hay en la ciudad y la violencia social.
Negar la existencia de la pobreza en la capital de Veracruz, ha sido una constante de la clase gobernante. En lugar de reconocer la gravedad de este problema y en consecuencia implementar un programa de emergencia enfocado a rescatar a la población que se encuentra en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Los que han llegado a gobernar la ciudad, han optado por lucrar con las necesidades de la gente. Dedicándose a intercambiar falsas promesas y efímeras despensas a cambio del voto de los pobres.
Insisto, no es con policías o soldados la forma en que se van a resolver los problemas de fondo en Xalapa. Esta respuesta para enfrentar los conflictos sociales, se encuentra limitada a dirimir con otro tipo de violencia los síntomas de un profundo problema social, pero deja de manera intacta las reales causas.
Para dar soporte a este planteamiento es importante considerar los resultados del estudio “Medición de pobreza 2010 por municipio” correspondiente al de Xalapa, realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
El primer dato que hay que considerar de este estudio señala que sólo el 28.2 de la población de la ciudad de Xalapa se ubica en la categoría de “no pobre y no vulnerable”. Este porcentaje equivale a 134,419 personas.
Una raquítica minoría, es quien disfruta de las condiciones de bienestar y desarrollo optimo. Esto contrasta con el 71.8% del resto de la población que se encuentra en las categorías de: vulnerables por carencia social, vulnerables por ingreso, pobres moderados y pobres extremos. Es decir, este mayoritario segmento de los habitantes de Xalapa, se sitúa en una de las cuatro categorías que el gobierno ha diseñado para decir de forma elegante que hay distintos tipos de jodidos.
Lo anterior constituye el caldo de cultivo ideal para el deterioro del tejido social y la intensificación de los conflictos sociales. Aspecto que sólo se va a poder modificar con la implementación de políticas públicas que prioricen la seguridad humana de las personas. Por lo tanto, es un asunto de primer orden, que los políticos dejen de lucrar con la pobreza, y que las clases medias y altas, asuman un papel más activo en la promoción de un modelo de ciudad fincado en el desarrollo social de la personas.

*Director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx raul@vozuniversitaria.org.mx facebook.com/raul.lopezmartinez Twitter: @raulcronos

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