Temen reviente el drenaje de aguas negras

* Calle Díaz Ordaz, entre Unidad del Valle y Rébsamen* Solicitaron al Ayuntamiento que metieran tubos más grandes* Están terminando la obra pero no están cambiando la red

Salvador Muñoz

La preocupación es evidente en los vecinos de la calle Gustavo Díaz Ordaz, allá, entre la Unidad del Valle y Rébsamen. La experiencia los ha marcado y no quieren vivirla de nuevo, por eso, cuando solicitaron el embanquetamiento de su calle, pidieron que se ampliara la red de drenaje de aguas negras porque en otras ocasiones, ésta no ha aguantado presentando fugas al exterior con sus consecuencias obvias: una pestilencia y la insalubridad que los residuos y desechos fisiológicos pueden generar.
Hacía dos administraciones municipales que venían solicitando que se les hiciera banqueta a su calle, pues caminar en el arroyo vehicular, a cualquier hora del día, representaba un peligro constante para los vecinos de la calle Díaz Ordaz.
La esperanza afloró en sus rostros cuando en esta ocasión, la presidenta municipal, Elizabeth Morales García, asumió el paquete y a principios de diciembre del año anterior, inició tal obra que incluía no sólo la banqueta, sino guarniciones así como la ampliación de la capacidad de la red de drenaje.
Los trabajos iniciaron por parte de una constructora contratada por la dirección de Obras Públicas, de la cual, los vecinos ignoran su razón social, pero ubican al ingeniero Escribano como el responsable de los trabajos.
Todo iba bien hasta que, a mediados de enero, la obra paró sin que se le externara a los vecinos razón o motivo para ello ni fecha para la reanudación de los trabajos, ni por la constructora ni por Obras Públicas del ayuntamiento.
Hace poco, empezó de nuevo el movimiento con un ligero detalle: De acuerdo a los mismos trabajadores de la Constructora, la obra se va a concluir pero sin ampliar la capacidad de la red de drenaje de seis pulgadas a ocho pulgadas, como se tenía contemplado.
Y es que las 6’’ del tubo, los vecinos lo han constatado, son insuficientes para desalojar las aguas negras, tan es así, que en varias ocasiones, ha habido fugas haciendo de su calle, un río pestilente o charcos de inmundicia.
Y si a eso se le suma las potenciales complicaciones que habrá cuando la mancha urbana crezca más en esta zona, la descarga de aguas negras se habrá de sumar a la que actualmente reciben de las calles Martín Torres y su privada, así como la de calle Amanecer y otras aledañas de la misma colonia.
A la vez, advierten los vecinos que a lo largo del embanquetado existen varios registros que han sido tapados provisionalmente y se convierten en trampas para los transeúntes.
Por tal motivo vuelven a pedir a las autoridades, que antes de que echen las campanas al vuelo inaugurando obras sin la calidad requerida, consideren la advertencia de los vecinos de la calle Díaz Ordaz que podrían acabar inundados en aguas negras.