* En Silvestre Revueltas…
* Llevan más de 20 años conviviendo en familia en ese espacio deportivo
* Equipo de veteranos reclama la destrucción de barda, bambú y bancas
* El regidor Omar Miranda investigará el “permiso” a funcionario de Gobierno
Salvador Muñoz
Son las 8:30 horas. Tres personas se echan el clásico “21”. Discreto, un corredor da vueltas en torno al área deportiva, sale y a los pocos minutos ya hizo de nuevo el circuito. En cuanto ven al reportero, sin dejar de pivotear, cubrir el balón y tirar a canasta, hacen comentarios respecto a la destrucción de parte de la cancha de basquetbol, de los árboles de bambú, de la barda, de la malla y tubulares que cubrían este espacio. Y sólo señalan a un responsable: Al jurídico de Invivienda, ¡qué paradójico! Es una oficina perteneciente de quien se encarga del “Desarrollo” Social de Gobierno del Estado.
Hace unos días, en el andador de Silvestre Revueltas, de la colonia Indeco Animas, la maquinaria llegó ante el estupor de algunos. Una barda de aproximadamente 3 metros de altura, así como plantas y parte de la cancha de basquetol, fue afectada. Aun cuando la dirección de Desarrollo Urbano del ayuntamiento dice que dio respuesta a la petición de un particular para hacer modificaciones al espacio recreativo, para los vecinos esto es un absurdo total, pues dicha cancha lleva más de 20 años y nunca se han quejado por ello. Para ellos es claro. Alguien construyó una casa y el espacio del andador no da para meter un carro sedán a la cochera, entonces se les hizo fácil destruir el área deportiva.
Ser funcionario no es ser dueño: Omar Miranda
El regidor y presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento local, Omar Miranda Romero llega a la cancha. El motivo de su presencia: Atender el llamado de los vecinos. Ha leído las quejas. “Hacemos la visita con la intención de ver qué sucede en realidad en este lugar y ya estamos investigando las condiciones en que Desarrollo Urbano del ayuntamiento otorgó el permiso”.
Observa la destrucción y exclama que el ayuntamiento, así como los gobiernos estatal y federal, “han hecho esfuerzos en el ámbito de tener más espacios públicos para la convivencia sana de vecinos”.
Sabe que el permiso se extendió para alguien que trabaja en Gobierno del Estado. “Nadie de nosotros, como funcionarios, somos dueños de calles o de la ciudad. Más allá de cualquier área de influencia o de poder, lo que rige es el reglamento y el bienestar colectivo. Los vecinos dicen que muchos de ellos no fueron enterados del tema”.
Por ello, primero, su interés de conocer, de manera personal las condiciones en que se estaban dando los hechos para que, en su oficina, saber a detalle el proyecto, el procedimiento que se dio para otorgar la licencia de quitar una barda, y qué procede, porque no hay nadie que trabaje aquí en este momento. “Quiero averiguar hasta dónde se les autorizó”.
Lo que tiene bien claro, es que se pretende ampliar el andador Silvestre Revueltas, para que alguno de los vecinos tuviera espacio para su cochera.
–En caso de que no hubiera razón para destruir esta área como se ha hecho, ¿qué procede?
–Revocar el permiso que se otorgó, restituir el daño, subir la barda, habilitar la cancha. Insisto: Estamos atentos de este tema atendiendo el llamado de los vecinos y por ello pedimos a Desarrollo Urbano del Ayuntamiento un informe de cómo se dio este permiso a nombre de Invivienda.
Como funcionarios deben poner el ejemplo
Siguen jugando “21”. Botan, botan y rebotan. El aro se resiste a veces en admitir el balón y otras, lo acepta ante la dinámica de los encestadores. Les pido unos momentos para hablar del tema y Esperanza Macías toma la palabra:
“Somos integrantes de un equipo de veteranos. La cancha es demasiado útil para niños, adolescentes o adultos, un arma del deporte, la salud, la integridad de cada persona que va creciendo. Los aleja de toda problemática social, como licores, drogas, ¡no es posible que nuestras autoridades, que lo manifiestan tanto como el presidente, el gobernador y la alcaldesa, en todos los spots que sacan permitan esto! nos cayó de sorpresa que en cuatro o cinco días que dejamos de venir a jugar, vimos que la maquinaria estaba destruyendo nuestra cancha, ¡nos dio mucho malestar!”
Recuerda que hace muchos años, los vecinos conformaron un equipo de construcción para levantar la barda pues las pelotas golpeaban las casas de enfrente. Fue un muro de tres metros de altura además de mallas y tubulares para no tener problemas con los vecinos.
Su dedo señala hacia el área destruida y dice: “Allí no era calle, ¡es un andador! Este señor (se refiere al funcionario) compró y como es el jefe del Jurídico de Invivienda, se le hizo fácil solicitar los permisos”.
Incluso, comenta, mandaron a tirar tres topes que obstruían el paso de vehículos. “Ahora, con las máquinas, abrió un canal en el área de lo que era la cancha, arrancando las bancas, árboles de bambú y todo”.
Precisa Esperanza Macías que lo que se hizo, no es un beneficio comunitario, sino particular. “No nos pidieron anuencia. Queremos que restituya el área verde, los árboles de bambú, las bancas y todo. Ellos son funcionarios y deben poner el ejemplo con la sociedad”.
Estropean el esfuerzo de los vecinos
El contador José Luis Palacios continúa con sus circuitos. Lo llamamos y accede, parando su cronómetro, a unas palabras:
“Esta no es una calle, es un andador. Cuando uno compra, debe tener conciencia de que no es una calle, se entiende que es para caminar el andador, no para que fluya vehículos. Estamos de acuerdo que quieran mejorar las condiciones de vida de cada quien, pero sin afectar los bienes de la comunidad, de la sociedad”, refiere mientras observa los destrozos aledaños al área deportiva. “En esta cancha se viene a practicar deportes, donde conviven todos; tiene más de 24 años de existir y me tocó ver crecer esta canchita. Se me hace injusto que quieran violentar el uso del suelo y estropear el esfuerzo de los vecinos”.
Omar Miranda dialoga con los vecinos. Les manifiesta su preocupación por atender sus quejas. Al fondo, se observa la casa que supuestamente es la beneficiada con esta “obra” que atenta contra el espacio deportivo de los vecinos del andador Silvestre Revueltas… ¡está deshabitada! Luce como nueva. Como si se fuera a poner en venta. Es evidente que lo que se pretende es convertir el andador en calle para que un carro pueda meterse en la cochera… hay que ser muy ingenuo para pensar cualquier otra cosa. El reportero se retira. El regidor igual… atrás, muy aparte de la destrucción del área deportiva, se quedan tres personas tratando de ganar en un “21” esperando que las autoridades no los apuñalen con un tiro de tres puntos de influencia.
Ser funcionario no es ser dueño: Omar Miranda
El regidor y presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento local, Omar Miranda Romero llega a la cancha. El motivo de su presencia: Atender el llamado de los vecinos. Ha leído las quejas. “Hacemos la visita con la intención de ver qué sucede en realidad en este lugar y ya estamos investigando las condiciones en que Desarrollo Urbano del ayuntamiento otorgó el permiso”.
Observa la destrucción y exclama que el ayuntamiento, así como los gobiernos estatal y federal, “han hecho esfuerzos en el ámbito de tener más espacios públicos para la convivencia sana de vecinos”.
Sabe que el permiso se extendió para alguien que trabaja en Gobierno del Estado. “Nadie de nosotros, como funcionarios, somos dueños de calles o de la ciudad. Más allá de cualquier área de influencia o de poder, lo que rige es el reglamento y el bienestar colectivo. Los vecinos dicen que muchos de ellos no fueron enterados del tema”.
Por ello, primero, su interés de conocer, de manera personal las condiciones en que se estaban dando los hechos para que, en su oficina, saber a detalle el proyecto, el procedimiento que se dio para otorgar la licencia de quitar una barda, y qué procede, porque no hay nadie que trabaje aquí en este momento. “Quiero averiguar hasta dónde se les autorizó”.
Lo que tiene bien claro, es que se pretende ampliar el andador Silvestre Revueltas, para que alguno de los vecinos tuviera espacio para su cochera.
–En caso de que no hubiera razón para destruir esta área como se ha hecho, ¿qué procede?
–Revocar el permiso que se otorgó, restituir el daño, subir la barda, habilitar la cancha. Insisto: Estamos atentos de este tema atendiendo el llamado de los vecinos y por ello pedimos a Desarrollo Urbano del Ayuntamiento un informe de cómo se dio este permiso a nombre de Invivienda.
Como funcionarios deben poner el ejemplo
Siguen jugando “21”. Botan, botan y rebotan. El aro se resiste a veces en admitir el balón y otras, lo acepta ante la dinámica de los encestadores. Les pido unos momentos para hablar del tema y Esperanza Macías toma la palabra:
“Somos integrantes de un equipo de veteranos. La cancha es demasiado útil para niños, adolescentes o adultos, un arma del deporte, la salud, la integridad de cada persona que va creciendo. Los aleja de toda problemática social, como licores, drogas, ¡no es posible que nuestras autoridades, que lo manifiestan tanto como el presidente, el gobernador y la alcaldesa, en todos los spots que sacan permitan esto! nos cayó de sorpresa que en cuatro o cinco días que dejamos de venir a jugar, vimos que la maquinaria estaba destruyendo nuestra cancha, ¡nos dio mucho malestar!”
Recuerda que hace muchos años, los vecinos conformaron un equipo de construcción para levantar la barda pues las pelotas golpeaban las casas de enfrente. Fue un muro de tres metros de altura además de mallas y tubulares para no tener problemas con los vecinos.
Su dedo señala hacia el área destruida y dice: “Allí no era calle, ¡es un andador! Este señor (se refiere al funcionario) compró y como es el jefe del Jurídico de Invivienda, se le hizo fácil solicitar los permisos”.
Incluso, comenta, mandaron a tirar tres topes que obstruían el paso de vehículos. “Ahora, con las máquinas, abrió un canal en el área de lo que era la cancha, arrancando las bancas, árboles de bambú y todo”.
Precisa Esperanza Macías que lo que se hizo, no es un beneficio comunitario, sino particular. “No nos pidieron anuencia. Queremos que restituya el área verde, los árboles de bambú, las bancas y todo. Ellos son funcionarios y deben poner el ejemplo con la sociedad”.
Estropean el esfuerzo de los vecinos
El contador José Luis Palacios continúa con sus circuitos. Lo llamamos y accede, parando su cronómetro, a unas palabras:
“Esta no es una calle, es un andador. Cuando uno compra, debe tener conciencia de que no es una calle, se entiende que es para caminar el andador, no para que fluya vehículos. Estamos de acuerdo que quieran mejorar las condiciones de vida de cada quien, pero sin afectar los bienes de la comunidad, de la sociedad”, refiere mientras observa los destrozos aledaños al área deportiva. “En esta cancha se viene a practicar deportes, donde conviven todos; tiene más de 24 años de existir y me tocó ver crecer esta canchita. Se me hace injusto que quieran violentar el uso del suelo y estropear el esfuerzo de los vecinos”.
Omar Miranda dialoga con los vecinos. Les manifiesta su preocupación por atender sus quejas. Al fondo, se observa la casa que supuestamente es la beneficiada con esta “obra” que atenta contra el espacio deportivo de los vecinos del andador Silvestre Revueltas… ¡está deshabitada! Luce como nueva. Como si se fuera a poner en venta. Es evidente que lo que se pretende es convertir el andador en calle para que un carro pueda meterse en la cochera… hay que ser muy ingenuo para pensar cualquier otra cosa. El reportero se retira. El regidor igual… atrás, muy aparte de la destrucción del área deportiva, se quedan tres personas tratando de ganar en un “21” esperando que las autoridades no los apuñalen con un tiro de tres puntos de influencia.
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