jueves, 7 de junio de 2012

¡Tilín tilín!

Salvador Muñoz
Los Políticos 

¡Brindemos por la Comisión de Protección a Periodistas! (hic) ¡Digamos “salud” por su creación! (hic) Igual, festejemos porque haya una Comisión que proteja a los Taxistas, por si los asaltan (hic); a los de las tiendas, por si los roban; a los transeúntes, por si los madrean y hurtan; a los condóminos, por si les vacían la casa y una más, por los familiares de políticos que se metan en pedos y haya que sacarlos... (hic) he dicho...
Así es... ahí estaba Salvador de impertinente acompañado de su mujer que, toda colorada, apenas si atinaba a jalarle el tacuche gris... bueno, era café pero de tanto usarlo se puso gris:
–¡Ya, Salvador, sosiégate! Eso de no tomar fino, te pone loco...
–¡Qué! Este Vega Sicilia ya lo había chupado con Javi en su cumpleaños... (hic)...
–Pus sí, de dónde más lo ibas a gorrear... mejor siéntate que nada más estás haciendo el oso...
Salvador se sentó y saludó a Benjamín y a su esposa Teresa que estaban enfrente de ellos...
Teresa– Viejo, ya viste qué bonitos están los cubiertos... si parecen de plata...
Benjamín– Pus es plata, gorda, no como los de peltre que tienes en casa...
–Pus si tengo de peltre es porque lo poco que me das, apenas si me alcanza para la comida...
–Pérate... ahorita que me saque un carro, lo vendemos y hasta te compro tu “aipo” para que te veas acá, ¡de caché!
–¡Está bien! pero... ¡chíngate un tenedor al menos! para llevármelo de recuerdo...
–¡Hijos! ¡Cómo serás naca verdad de Dios...! Si por eso no te llevo a La Estancia de los Tecajetes...
–¡Anda! ¡anda! ¡anda! ¡anda!...
–¡Ay chingaos! Ya... no estés chingando... a ver...
Benjamín, uno de los reporteros más “finos” de los medios, tomó sin reparo el tenedor de plata y lo embachucó en la manga de su camisa, sin percatarse que tanto Salvador y su esposa Brenda, habían visto todo.
–Chava... ¡Chava! ¡coño! Quiero llevarme un tenedor de recuerdo como la Teresa...
–¡No mames! (hic) ¡cómo de recuerdo! (hic) Toy pedo, ¡no pendejo!
–¡Anda, Chava! Yo no te estoy pidiendo un “aipo”... nomás el puto tenedor... ¡de recuerdo!
Salvador, a sabiendas de que a Brenda, cuando se le atraviesa una idea (obsesión, dicen los psicoanalistas), de mala gana accedió... deslizó la mano hacia el tenedor, lo tomó con el clásico “dos de bastos”, y empezó a jalarlo y cuando lo iba a alzar, lo roza con la copa de vino y se oye un “tilín, tilín” y el gobernador Javier Duarte dice: “Adelante, Salvador, adelante...”, pensando que pedía la palabra...
–Este... (hic) yo quería brindar por su (hic) atinada idea de crear una Comisión Investigadora de Chayoteros (hic) ¡Salú!
Y todos a la vez “¡Salud! ¡Salud! ¡Salud!” Pero Brenda, con un discreto jalón de tacuche, lo sentó y le dijo: “Quiero mi tenedor”...
–No manches... (hic) otro poquito y me caen (hic)... deja que me persine con Gina y te juro por ésta, que te compro tu vajilla y hasta tu “altilla”...
–A ver cabrón... ¿dónde madres no entiendes que quiero llevarme de recuerdo ese puto tenedor? O sea... la vieja de Benjamín va a tener uno ¿y yo ni madres? ¡Jelou! ¿Hay alguien ahí? ¡Mi tenedor!
Y ahí tienen a Salvador aplicando el dos de bastos al tenedor, jalándolo discretamente... cuando... ¡de nuevo la copa de vino se atraviesa y “tilín tilín”! Gina, siempre tan amable, le dice: ¡Adelante, Salvador!
–Este... pues yo quería decirte Gina (hic) que eres a toda ma... ma... manera, muy chida (hic) y gracias por las Bocas que vas a rifar, pero yo (hic) me abstengo, porque tengo ya muchas que mantener... ¡gracias (hic) Gin... Gin... Gin... ¡sírvanme otro Gin Tonic! ¡Salú!
Y todos a la vez “¡Salud! ¡Salud! ¡Salud!”
De inmediato, Brenda activó el jalón al tacuche y de plano se la cantó a Salvador...
–A ver, huevón... o de plano en esta ocasión me consigues mi tenedor de recuerdo o me levanto, pido la palabra y digo que aparte de que ya no “paraguas”, eres un “puñalote” tremendo y que te acuestas con todos los chayoteros que hay en este lugar por lo que me voy a divorciar... ¿cómo la ves?
Salvador tragó saliva, medio vaso con el Gin Tonic que ya le habían servido y deslizó sus dedos hacia el tenedor... y ahí iba, acercándolo, ya con el tacuche abierto para meterlo a la bolsa interna del saco cuando... “tilín tilín”, ¡la méndiga copa de vino se le atraviesa...! “A ver, Salvador... ¿ahora qué?”, dice Javier Duarte...
–Este... (hic) les voy a hacer un truco de magia... ¿ven este tenedor? Lo voy a desaparecer... lo meto a mi bolsa del tacuche y... ¡Benjamín! ¡chécate la manga de tu camisa!
MORALEJA: No siempre el Gobierno se saca de la manga una fregadera.

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