domingo, 16 de diciembre de 2012

El canto del Cisne

Salvador Muñoz
Los Políticos

De los discursos que leo sobre los alcaldes que rindieron su informe de labores, es el de Alberto Silva Ramos el que más político se oyó. Porque al igual que los otros, como el de Elizabeth Morales (Xalapa), Carolina Gudiño (Veracruz) o el tocayo Salvador Manzur (Boca del Río), que dieron a conocer lo que hicieron y lo que van hacer, Silva Ramos se diferencia porque además precisa su futuro político y a la vez, su compromiso presente con los ciudadanos: terminará sus tres años de gobierno municipal y el 2013, “será el canto del Cisne”.
A Alberto Silva se le conoce en el ámbito político como El Cisne. Le achacan al reyesherolista José Luis Lamadrid Sauza el sobrenombre, y aunque hay quienes aseguran que es porque Beto es como “un cisne en el pantano de la fidelidad”, no deja de ser una anotación incierta, parte de una leyenda política.
II
El canto de las aves dentro de nuestra zoociedad da lugar a muchas referencias... inolvidable aquella frase de que “cuando el tecolote canta, el indio muere” y ante ello, considerar al pobre emplumado como un ave de mal agüero al oír su canto.
La referencia a la deslealtad, traición o cobardía no puede pasar desapercibida ante el gallo de Pedro, quien negara a Jesús tres veces antes de que el plumípedo cantara en las mismas ocasiones...
O qué decir del canto del canario en las minas... oír su trinar, era la vida; su silencio anunciaba la muerte ante el despido de gases que implicaba que los mineros salieran lo más pronto posible de las entrañas de la tierra antes de que se intoxicaran.
El pájaro cucú es la puntualidad, cosa muy rara y desconocida en un gran número de nuestros funcionarios y políticos que tienden a desconocer el valor del tiempo de los demás, incluso el suyo mismo.
El canto de la paloma es desgarrador, de acuerdo a la interpretación de Lola Beltrán... “cucurrucucúuuu, palooomaaa, cucurrucucúuuu, no lloooreees”...
Imposible dejar pasar por alto el canto del ruiseñor aunque conste que me refiero al ave, no al personaje que ante los actos de los políticos, pasaba antes a ensalsar su figura diciendo obra y acción... entre los ruiseñores más reconocidos en la historia del PRI, Fidel Herrera Beltrán en sus años mozos. El ruiseñor más reciente, Rodrigo Montoya Rivera, actual dirigente del PRI municipal de Xalapa.
Por supuesto, y qué decir del ave de las cuatrocientas voces... su majestad, el Zenzontle, quien además de gozar con la peculiaridad de combinar su canto, mezcla el de otras aves...
Aunque para Virgilio, Da Vinci y algunos poetas, ninguna de estas aves goza del bello canto del cisne.
III
Hemos de tener la seguridad que Alberto Silva Ramos sabe lo que dice cuando cita en su discurso que el 2013, “será el canto del Cisne”.
Vamos, Alberto Silva Ramos en términos de oratoria y redacción, no avienta las palabras nomás por aventarlas... es seguro que es de esos escribientes que cada palabra que utiliza es pensada meticulosamente al igual que las referencias y las citas.
Por eso nos llama la atención por tres puntos su “canto del Cisne”...
1) Dentro de la leyenda y la literatura, el Canto del Cisne ocurre en un momento en la vida (paradójicamente) del ave de esplendorosa belleza: cuando va a morir...
2) El segundo punto, es la referencia que se tiene respecto a la frase. En términos literarios, el Canto del Cisne es la última obra de alguien y se asume como la mejor. Si la refiere como tal, debemos creer que el último año de su administración, sencillamente será mejor que los dos anteriores, lo que sin duda, los únicos que ganan son los ciudadanos de Tuxpan...
Y el tercer punto, que es el que más me preocupa, es que el Canto del Cisne no deja de ser sólo una leyenda, un mito, una mentira, porque realmente, el Cisne jamás canta, pues sólo emite a lo largo de su vida un ronquido sordo.
IV
Luego entonces, hemos de suponer que la metáfora de Alberto Silva, de que el 2013 será el Canto del Cisne, está basada en los cuentos de Virgilio y demás poetas, por supuesto, es evidente que entre ellos, no leyó a Pablo Neruda y su breve narrativa titulada “el Cisne”:
“Entonces, cuando lo tenía a la altura de mi pecho, sentí que se desenrollaba una cinta, algo como un brazo negro me rozaba la cara. Era su largo y ondulante cuello que caía.
Así aprendí que los cisnes no cantan cuando mueren”... y lo peor, que tampoco cuando están vivos.

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