jueves, 3 de enero de 2013

La última carta de Reyes

Salvador Muñoz
Los Políticos

Caminamos en la madrugada del primero de enero Brenda, Harry y yo en un inusual paseo nocturno... ella está fascinada por el universo de estrellas que se expande a lo largo y ancho de nuestra mirada que a pesar de que torcemos los cuellos, nos es imposible abarcar tanta majestuosidad estelar...
Veo la constelación de Escorpión y le digo a la mujer que fue la primera que reconocí y es la que me ayudaba siempre a recordar que el cumpleaños de Irma, mi madre, era en noviembre... Escorpión es su signo zodiacal.
Deslizo la mirada y le muestro el Cinturón de Orión... esas tres estrellitas que guardan una prudente distancia entre sí que parecen estar formadas, ir en fila... como su visibilidad se hace patente con más fuerza por estas fechas, le digo que cuando niño, para mí, era un indicio de que ya venían los tres magos de Oriente...
II
Señores... ¡ya vienen los reyes magos! Y si bien, como dijera el amigo Miguel Angel Cabrera Gordillo, soy medio Grinch, sí me llena de emoción que otros participen de ilusiones, sueños y esperanzas, al escribir esas famosas cartitas con diversas peticiones, dedicarla al Rey de su preferencia y tras doblarla, depositarla en un zapato... como nuestros políticos... si no, cheque las siguientes cartas...

“Mi Copetudo Rey...
Ya no te pido secretaría o subsecretaría alguna... es más, ni dirección... ya aunque sea de asesor en lo que tú quieras, porque aquí en Veracruz, me vienen adelantando mi regalo desde hace mucho... Me dieron unos patines y no precisamente del Diablo, sino en salva sea la parte, esperando que me vaya...
Tommy”.

“Querido Rey turco...
Sabes que he sido víctima de bullying y he aguantado vara como nadie... por eso te pido una cosa muy sencilla... quiero un partido para mí solito porque a como van las cosas, lo único partido que tendré será el hocico ante la presión del Choriqueso y Julen...
Angulito”.

“Mi Reina y Señora...
Quisiera que me conviertas en una princesa digna de un Palacio... legislativo, donde pueda poner todo lo que tengo en una curul... podría ser la Cenicienta, para que el pueblo me vea como parte suya...
PD: Sólo un favorcito más: Si bien me fascinaría ser la Cenicienta, no me vayas a dar ¡pura calabaza!
Tu nena, Michelle”.

“Mi Rey negro...
Yo, el más humilde de tus servidores, el más fiel de tus alumnos, el más sencillo de tus adeptos, no te pediré cargos o puestos de primer nivel... yo nada más te pido un Carro... ¡un carro completo para este julio venidero...
Chilly Willy”.

“Mis Reyes...
Si de verdad son magos, quisiera que me trajeran una cosa sencilla pero significativa para mí... ¡quiero tener canicas! porque para gobernar mi municipio es evidente que me han faltado.
Los quiere
Isleñito”.

“Rrelles Majos
Llo no kierro horo ni plata... lo qe pido ez mui sinple... cijanme poniemdo domde ai qe llo me enkarjo de lo de maz parra cejir demostramdo qe no nezesito de titulos o doktorados para triumfar...
Anival Pasheco”.

“Mi Rey de chocolate...
Hola, primor... te escribo porque ya estoy hasta la madre del tipo que dejaste a cargo... nomás no me ayuda... ya ves que por eso perdió mi comadre y tal parece que nadie quiere a mi Patolín como candidato cuando es una buena persona. Por eso, te molesto para pedirte una cosa: Si no le van a dar la candidatura a mi Pátula, al menos que me garanticen que estaré en el Gabinete el próximo año...
Te extraño, Baby...
Tuya
Luz Caro”.

“Mis Reinis
No es un secreto lo que voy a pedirles... ¡Quiero más Barbies! con carros, casas y demás accesorios incluidos.
Ely”.

“Estimado y bien ponderado Rey Mago Baltasar.
Esperando te encuentres bien de salud en compañía de tus compañeros Reyes Magos, don Melchor y Gaspar, sirva la presente para darte a conocer lo siguiente, con todo el respeto, cariño y admiración que por ti, tiene tu servidor.
Es claro que han pasado dos años desde la última vez que te molesté distrayendo tu atención de cosas que asumo, son importantes para ti. Por eso entiendo que el regalo que te pedí, no haya llegado y no obstante, entendí tu posición, a sabiendas de que mi comportamiento se enalteció con un acto de disciplina y lealtad para con tu decisión. Hoy, nuevamente, acudo a ti bajo tu conocimiento de que mi comportamiento ha sido intachable, por lo que pido, si es tu voluntad, que deposites en mi zapato bien lustrado, limpio e inodoro, la candidatura a la alcaldía de Xalapa con la que siempre he soñado.
Con todo el cariño, respeto y admiración que tengo para tu persona, se despide tu admirador y amigo, Américo”.
III
Si no mal recuerdo, los últimos Reyes que recibí, fueron unos soldados de plomo, que estarían muy ad hoc por estos días en mi Veracruz Seguro. A ciencia cierta, creo que ese año me he de haber portado requetebién porque a mis 13, ya me negué a escribir una carta pues el vello en mi cara y salvas sean las partes, me decían que estaba muy grandecito para ello... no obstante, ese seis de enero, fui sorprendido y agradecí tal benevolencia con mi silencio y una mirada a Irma, mi madre, que estoy seguro, fue quien escribió esa última carta a los Reyes Magos...

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