viernes, 4 de enero de 2013

Problemas de Peso

Brenda Caballero 
Números Rojos

Me había resistido tanto, pero… ¡por fin! Decido subirme a la báscula… ¡casi dos kilos más! Me bajo y vuelvo a hacer el intento, las máquinas pueden equivocarse aunque, en esta ocasión, no es así: se comprueban los dos kilos adicionales. ¡Ni modo! una herencia del año que terminó, no tan cruda como los muertos por el crimen organizado, pero sí de peso y no precisamente para mis bolsillos, sino para mis pies, que tendrán que cargar con mis excesos de pavo, pierna, romeritos y pastel consumidos en las cenas del 24 y 31 de diciembre. 
Leo una nota en Reforma: “Agregan las fiestas hasta 6 kilos extra”. Menos mal, pienso, no soy la única, aunque de inmediato llega a mí el conocido refrán: “mal de muchos, consuelo de tontos”; por supuesto, esa ideología no es lo mejor para comenzar el año.
Según la directora de la Clínica Médico Nutricional, Vannya Torres, el aumento de peso en las personas es originado porque en estas temporadas consumimos alimentos con más calorías y grasas. Es decir, si normalmente tenemos una dieta basada en 2 mil calorías diarias, con la alharaca de las fiestas decembrinas llegamos a consumir ¡hasta 4 mil! Auméntele las calorías si se echa unos alcoholes con refresco de cola.
Lógicamente, eso dificulta a nuestro organismo digerir tanta comida, aunado a que su consumo es en la noche y después nos vamos a dormir, haciéndose la metabolización más lenta al acostarnos. Ahora entiendo el porqué muchos mexicanos amanecen y no duermen… no es por parranderos o briagos como todo mundo piensa, ¡no señor! Es pa’ no subir de peso... ¡faltaba más!
Pero… ¿qué nos hace el peso a los mexicanos si tenemos los mejores propósitos de hacer ejercicio para iniciar el año?, al menos así lo demuestra una encuesta de Cancha al afirmar que el 90 por ciento de los capitalinos piensa ejercitarse más este año; incluso, un 53 por ciento afirma que se comprará ropa deportiva, mientras que un 35 por ciento se va a inscribir o renovar su membresía en un gimnasio.
¿Usted se propuso hacer ejercicio este año nuevo? En lo particular, no es mi caso, pues las veces que me lo propuse no lo cumplí. Aún recuerdo una clase que me salió de lo más cara: imagínese que por una hora que me pusieron a hacer ejercicios de cintura con un palo de escoba pagué la mensualidad más la inscripción ¡fue la hora quemagrasa más cara de mi vida! y eso que mi propósito era ahorrar no gastar más.
La televisión se encarga de recordarnos constantemente que estamos gordos, que tenemos celulitis, que tenemos una panzota y las pompas bien deprimidas, y para salvarnos de todos esos males que aquejan a la humanidad aún peor que el asteroide 2011AG5 que pretendía colisionar a a la Tierra, promocionan fajas que quemarán la grasa cual horas y horas de ejercicio en el gimnasio, o qué tal aquellos pantaloncillos que sumen todo lo que se debe sumir y levantan hasta a los muertos… casi-casi te hacen ver como al mismísimo Superman.
Ahora que si usted no se cree esas magias negras, al ver su programa favorito, incluso el noticiero, aparecerá cada ratito un comercial con algún aparato de ejercicio, ofreciéndoselo como una gran oferta, para que ¡Llame ahora! ¡En este momento! ¡En este preciso instante! ¡Llame ya! ¡Y lléveselo! Que si no es para hacer ejercicio… al menos le servirá como perchero o toallero… pero mientras tanto, podrá presumir a sus amistades que compró el aparato de moda para hacer ejercicio… ¡eso sí, tuve que “invertir” para cumplir mi propósito!
Lo chistoso es que nos proponemos hacer ejercicio, mas no dejar de comer chatarra, o qué tal comer más verduras crudas… pensamos que el hacer ejercicio nos bajará de peso siendo que realmente para bajar esos kilos necesitamos aprender a cerrar la boca… ese sí sería un buen propósito.

Email: caballero_brenda@hotmail.com

No hay comentarios: