viernes, 5 de julio de 2013

Testigo de Teléfono

Salvador Muñoz
Los Políticos

El policía dispara contra el perro. Lo mata. ¿Quién es responsable de la muerte del can? ¿El oficial que se siente amenazado por el animal o el dueño?
Fue un video que no vi, no quise ver ni veré. Me lo platica “el Policiaco” Arturo Espinoza. Sí, el de la fuente policiaca, pues.
Tras una breve discusión, estamos de acuerdo que el dueño del can fue quien no lo protegió. ¿Cómo proteger a su perro? Con un bozal.
Le cuento para que vayamos ampliando el abanico de lo que será el segundo punto.
Resulta que un hombre graba un acontecimiento donde se involucra a los policías. Cuando los uniformados se percatan de que están siendo grabados, llaman al “testigo de teléfono” y éste, antes de acudir con los oficiales, lleva a su perro al carro. Los policías entonces someten con esposas a la persona que los grababa y ante su resistencia, el perro se inquieta y como el señor tenía las ventanillas abiertas del carro, el can sale por ellas y empieza a ladrar.
El oficial intenta sujetar al perro quien lanza un mordisco, suficiente para que el oficial le dispare para provocarle la muerte.
Sí, la polémica se desata, pues el perro sólo quiso defender a su propietario... pero si hubiera llevado bozal el perro, quizás estaría vivo todavía o...

II
Vengo postergando un punto que ojalá, el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, ya tenga contemplado, analizado, tratado y explicado con sus “polis” (je, dicen que le purga que se les llame así a los uniformados... al menos ya cayó en desuso el de “cuico”): “El testigo de teléfono”.
Esta figura surge de mi tortuosa mente cuando hoy existe la facilidad para que cualquier persona que tenga en su celular una videocámara integrada, grabe cualquier hecho que quiera.
Luego entonces, niños, jóvenes y adultos se han vuelto de cierto modo, reporteros o testigos activos de delitos, intransigencias o hasta acciones dentro de la Ley de nuestras autoridades con los consabidos riesgos que ello concibe.
El caso más reciente está el de una funcionaria que, acompañada de otra persona, le ponchaba las llantas a un carro. Al percatarse de que era sujeta de grabación, llevó hasta el Ministerio Público al “Testigo de teléfono” quien tuvo que, además de ser humillado y vejado en las instancias judiciales, pagar una multa por varios delitos que nunca cometió.

III
El asunto que pretendo comentarle a Bermúdez Zurita es precisamente ése: ¿Sus policías están capacitados para reaccionar ante la grabación de un “Testigo de teléfono”? Si no es así, ¿podemos estar hablando que los ciudadanos corremos el riesgo de que, ante un hecho que grabemos, reaccionen arbitrariamente sus uniformados? Es evidente que la primera reacción que se tiene cuando a uno lo graban sin autorización, es de sorpresa, extrañeza y después varía, puede haber disgusto, malestar, indiferencia... o agresión.
Hoy, vivimos con una parte de nuestra sociedad con ganas de participar; hoy, vivimos con una parte de nuestra sociedad con deseos de exhibir el mal comportamiento de nuestras autoridades; hoy, vivimos en una sociedad con las herramientas necesarias para abrir el abanico de posiblidades para comunicar y comunicarnos... algunos medios lo saben, como Primero Noticias y su sección “Primero tu Imagen” que dicho sea de paso, es un éxito.
Por eso, ojalá Bermúdez Zurita tenga el tino de ya estar pensando en ello, antes de que uno de sus policías mate a un perro.

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