jueves, 2 de enero de 2014

Propósitos

Brenda Caballero
Números Rojos

Dicen que no hay mejor manera que empezar el año trabajando. Por lo tanto, empecemos el 2014, tratando de escribir estos Números Rojos, esperando sólo quede como nombre de mi opinión y no se hagan realidad en el bolsillo de los miles de mexicanos.
Mi último día fue relajado: cena familiar, unos cuantos rompopes, las clásicas uvas con los nuevos deseos para el próximo año y algunos propósitos personales.
Creo no hice ritual alguno, como hacer maletas, el puño de lentejas, limpias para la buena suerte, barrer la casa o las monedas doradas.
¿Mmmm? ¡un momento!, creo que sí me puse un chonino rojo que me regaló mi hermana, dizque para el amor… táctica equivocada, tenía que ser amarillo ¡para el dinero!, pero de todos modos como dijera el dicho: “a caballo regalado, no se le ve colmillo” ¡pues que me lo pongo!
Según el investigador Bogar Escobar, el 80 por ciento de la población en México lleva a cabo algún ritual de fin de año, con la necesidad de adquirir esperanza.
Otro clásico es el comer una uva y pedir un deseo en cada campanada del reloj del primer minuto del año nuevo… ¡ése me gusta! Aunque siempre me he preguntado ¿Por qué no se comparten con la familia? Muchos dicen que no se cumplen, sin embargo, es probable que si los compartiéramos con nuestros familiares, encontraríamos varias coincidencias y echándole montón, chance y se cumplen.
¡Aaah!, pero aquí viene lo más cañón! Hacer una lista de propósitos, metas u objetivos para el año que comienza. Creo que los propósitos comunes en la población son: bajar de peso, viajar, dejar de fumar, encontrar el verdadero amor, ahorrar, mejorar laboralmente, ser feliz y mejor persona y no falta quien hasta incluya un número de libros que leer. Por desgracia, dicen que los propósitos son para la primera semana o el primer mes del año, ya después ni nos acordamos hasta que estamos a mediados de diciembre. Chance y si lo hiciéramos al revés funcionaría más: ¡voy a subir de peso! ¡fumaré todos los días! ¡Seré infeliz por el resto de mis días! Si es algo que funciona re-bien es la psicología inversa.
Eso de los propósitos me recuerda a los gobernantes que inician sus mandatos, o para estar ad hoc, con los Nuevos Alcaldes que lanzan sus discursos manifestando toda clase de propósitos durante su gestión que van desde incrementar la obra pública, mejorar la infraestructura y vialidad de la ciudad así como el servicio de recolección de basura. Todo con tal de entrar con el pie derecho a su gestión y convencer a sus gobernados.
Aunque con ver el primer día de su mandato, ese discurso de toma de protesta y buenos propósitos queda sólo en eso: en propósitos.
¿O acaso vio usted alguna de esas autoridades trabajando desde ayer? ¿o sólo hicieron el propósito de trabajar?
Esta es la primera gestión de 4 años de gobierno de los Ayuntamientos en el estado de Veracruz, a diferencia mía y de usted, no tienen 365 días para alcanzar sus propósitos sino mil 460 días, un año más que los Alcaldes anteriores. Por lo que al término de su mandato, los ciudadanos solo esperamos una cosa: ¡Propósitos Cumplidos!

Email: caballero_brenda@hotmail.com

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