Místicos y Terrenales
Al presidente municipal de Veracruz, Ramón Poo Gil, dos son los calificativos que le endilgan con más frecuencia: Petulante y manipulado.
El primero de ellos porque a partir de que llegó a la Presidencia municipal del primer ayuntamiento de México, hasta sus amigos tienen dificultades para que los escuche.
Y la manipulación es la que le hacen, porque no le dejaron poner más que a unos cuantos en el cuerpo administrativo del ayuntamiento.
A Ramón Poo le han cuestionado ampliamente los trabajos que se realizan sobre todo en la Plaza de la Constitución y el malecón del Paseo, porque los mismos en lugar de mejorar las condiciones de la zona lo que hacen es afectarla, tanto para quienes puedan ir a caminar por ahí, como al tránsito vehicular.
La obra ha despertado mucha polémica, además, porque es la única que el ayuntamiento de Veracruz. ¿Qué ha hecho Ramón Poo desde que llegó al poder?.
Lo de ser manipulado es porque nada puede hacer sin consultar al gobernador Javier Duarte, quien le puso a la mayoría de los funcionarios de gobierno.
Por ejemplo, el titular de la Dirección de Centro Histórico y Mantenimiento Urbano y Ornato, Manuel Ruíz Falcón, fue puesto directamente por Javier Duarte.
Y esto lo hizo porque tienen los mismos gustos arquitectónicos, tanto que Manuel Ruíz, o Manolo Ruíz, como lo conocen entre sus allegados y amigos, fue quien remodeló Casa Veracruz cuando Javier Duarte tomó posesión del gobierno del estado.
Aunque la Casa Veracruz, más que remodelarla, la convirtieron en una fortaleza para que Javier Duarte se sienta seguro en los pocos momentos en que se encuentra en la misma.
Manolo Ruíz es el encargado del destrozo que se hace al centro histórico de Veracruz, el cual es tan deficiente que incluso los dueños del Café de la Parroquia, los Fernández, se pronunciaron en contra.
Y Manolo Ruíz, con todo el apoyo del gobernador dijo “El proyecto va, le guste a quien le guste”, pero además el 26 de marzo, en una conferencia de prensa reconoció “que nadie tiene idea de cómo va a quedar” el centro histórico y ahí mismo afirmó “¡No se vale atacar un proyecto con desconocimiento!”.
Pero si “nadie tiene idea de cómo va a quedar”, entonces ¿quién conoce el proyecto?.
Y una muestra de la arrogancia con que se les percibe y actúan fue la respuesta inmediata de Marcelino Fernández a la afirmación de que el proyecto va “le guste a quien le guste” hecha por Manolo Ruiz:
“Eso es una mentada de madre a los veracruzanos”.
La versión completa, en un magnífico trabajo de Sandra Segura está en “Manolo vs. Mino!” http://www.notiver.com.mx/index.php/primera/265741.html?secciones=EL&seccion_selected=EL&posicion=51 .
Y ese mismo tipo de actitudes es la que tiene Ramón Poo cuando le preguntan por el proyecto de dizque remodelación.
De hecho tanto Ramón como Manolo lo comparan con la aberración que Carolina Gudiño hizo en la avenida Díaz Mirón, lo cual es muestra de lo deficiente que es el proyecto.
Manolo Ruíz ha ganado también la característica de volverse el más impopular de los funcionarios del ayuntamiento de Veracruz por la gran concentración de poder que tiene, la cual se nota en las tres áreas que aglutina su denominación: 1. Centro Histórico; 2. Parques y Jardines; y 3. Mantenimiento Urbano.
Manolo Ruíz, con todo el dinero para hacer las obras, tiene además la característica de incumplir con los tiempos que él mismo impone. Un ejemplo, la llamada “Plaza del Malecón” dijo que estaría lista para antes del 21 de abril, para la llegada de Enrique Peña Nieto. 15 días después, la obra sigue inconclusa.
Y eso fue algo de lo que notó Peña Nieto y por lo cual también mantuvo alejado a Javier Duarte durante su estancia en Veracruz.
Por esa “Plaza del Malecón” fue que se hizo el cierre de la calle Xicoténcatl hacia el malecón o Mario Molina, lo que ahora provoca una terrible aglomeración sobre Aquiles Serdán. Esta es otra muestra fehaciente de la terrible planeación con la que se hace el proyecto.
Pero Manolo Ruíz no es el único funcionario que le impusieron a Ramón Poo; también está el Director de Obras Públicas, Salvador Barbes, con la diferencia de que esa instancia carece de recursos hasta para bachear adecuadamente las destrozadas calles de Veracruz; los baches que llegan a tapar en la siguiente lluvia reaparecen.
El control a Ramón Poo es de tal tamaño que incluso le impusieron a quien debía hacer el Plan Municipal de Desarrollo, el cual es firmado por el Colegio de Veracruz, instancia a la que se le pagó alrededor de un millón de pesos y la cual encargo el trabajo a una persona de nombre Guer Rubistain, que es la misma que hizo el Plan para el municipio de Xalapa.
Juan Montes de Oca fue el que detectó que el Plan del municipio de Veracruz tiene errores al contener datos del municipio de Xalapa.
Sin embargo, Ramón Poo y su equipo que debían revisar y corregir el Plan, nunca los vieron.
Pero Ramón Poo se siente más que bien en su condición de presidente municipal de Veracruz, sintiéndose el gran místico del municipio.
Por eso los dos calificativos que ahora le adjudican.
MICHOACÁN, MÁS SEGURO QUE VERACRUZ
Arturo Bermúdez Zurita, el Secretario de Seguridad Pública del gobierno del estado, se mantiene en su dicho de que Veracruz es un estado seguro.
Pero la percepción tanto para la población del estado, como fuera de la entidad, es que no, que no hay seguridad.
De hecho el gobernador de Michoacán Fausto Vallejo dice que su estado es más seguro que Veracruz.
Y Arturo Bermúdez lo negó.
Y eso que el 5 de mayo se reportó una balacera en Xalapa, con saldo de 4 muertos.
Y el 6 de mayo familiares de desaparecidos le reclamaron acción para encontrarlos y no revictimizarlos diciendo que son “ajustes de cuentas” entre grupos criminales, lo que más bien sonó a pretexto ante la ineficacia para ubicarlos.
O el cadáver de un hombre aparecido en el Río Blanco, con un orificio de bala en la cabeza.
O los dos electricistas desaparecidos en Cosamaloapan.
O la aparición de los autodefensas en Soledad Atzompa.
O… tantas otras cosas.
Y Arturo Bermúdez es el gran místico de la seguridad pública en Veracruz, ¿porqué no habríamos de creerle?
Pero la percepción tanto para la población del estado, como fuera de la entidad, es que no, que no hay seguridad.
De hecho el gobernador de Michoacán Fausto Vallejo dice que su estado es más seguro que Veracruz.
Y Arturo Bermúdez lo negó.
Y eso que el 5 de mayo se reportó una balacera en Xalapa, con saldo de 4 muertos.
Y el 6 de mayo familiares de desaparecidos le reclamaron acción para encontrarlos y no revictimizarlos diciendo que son “ajustes de cuentas” entre grupos criminales, lo que más bien sonó a pretexto ante la ineficacia para ubicarlos.
O el cadáver de un hombre aparecido en el Río Blanco, con un orificio de bala en la cabeza.
O los dos electricistas desaparecidos en Cosamaloapan.
O la aparición de los autodefensas en Soledad Atzompa.
O… tantas otras cosas.
Y Arturo Bermúdez es el gran místico de la seguridad pública en Veracruz, ¿porqué no habríamos de creerle?
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