martes, 5 de agosto de 2014

El cielo puede esperar

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Temporada vacacional… para algunos, merecidas o no. Para muchos otros ni saben que madres es eso, pos luchan todos los días por un mendrugo de lo que caiga. Pero así estamos, pletóricos de desigualdades. El ensayista Elbert Hubbard decía que nadie necesita más unas vacaciones que el que acaba de tenerlas. ¿Por qué será? El caso es que, por lo menos, nuestro presidente Enrique Peña Nieto sí se tomará unas breves –¿sustanciosas?-vacaciones, al igual que otros mandatarios estatales, autoridades y políticos. Pos qué, el mundo gira y gira, México se mueve y se mueve, y no pasa nada.
 Que los Estados de México, Chiapas, Jalisco, Puebla, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Oaxaca, Veracruz y el Distrito Federal sean las entidades con mayor número de menores de 5 a 17 años que trabajan, según la Dirección General de Servicios de Documentación Información y Análisis (DGSDIA) de la Cámara de Diputados, pos eso ya se sabe. ¿Y?
Que en el país tres millones de infantes trabajen, de los cuales 39.1 por ciento no asista a la escuela, es decir alrededor de 1.2 millones de niños y niñas, y que además laboren en condiciones inadecuadas, eso también ya se sabe. ¿Y?
Que Oaxaca, Distrito Federal, Estado de México, Veracruz, Jalisco, Guerrero y Sinaloa sean donde se reportan el mayor número de quejas por partos mal atendidos, como se dijo en el foro “Violencia obstétrica: Oportunidades y retos para la legislación y las políticas públicas en México”, organizado en días pasados en la Cámara de Diputados, y eso qué chingaos.
Que persista la insuficiencia alimentaria en hogares de México, y el avión presidencial cueste millones de dólares, pos qué importa. Si el cielo puede esperar, ¿acaso no puede esperar nuestro –¿nuestro?- México minado de mil problemas?
Pero no hay que amargarnos y aguar la fiesta, dicen. Que en Gaza hiele el infierno y no cuenten con gasa, ¿qué? El mundo es una pestilencia. En lugar de balas de goma y gas lacrimógeno, ¿por qué no nos disparan gas hilarante? Bueno, ya no les creemos a los gobiernos y mejor nos carcajeamos.
Alejandro Jodorowsky refería que el mundo anda mal, y apuntaba: “No podemos cambiar el mundo, pero podemos comenzar a cambiarlo. No podemos cambiarnos a nosotros mismos, podemos comenzar a cambiarnos. No podemos curarnos de golpe, podemos comenzar a curarnos. El mundo es un eterno comienzo y hay que vivir el comienzo”. ¿Hay que empezar de nuevo?

Los días y los temas
Le pregunté a la diputada Mónica Robles Bajaras sobre el Centro de Estudios para la Igualdad de Género y los Derechos Humanos, y me comentó que ya se tiene a la persona idónea (Martha Mendoza Parissi) para que lo dirija, luego de agotar lo previsto en la convocatoria respectiva, y ahora “está en manos de la Junta de Coordinación para que autorice la contratación y la instalación”. Qué bien, la LXIII Legislatura local se anotará otro punto a favor.
 Por cierto, saludable ha sido que la diputada Ana Cristina Ledezma López haya fungido como secretaria de la Mesa Directiva y continúe haciéndolo en la Diputación Permanente, porque le ha impreso un aire fresco y de buena lectura a los diversos e importantes asuntos que desahogan.

De cinismo y anexas
Con eso de las “vagaciones”, había una vez dos tontos que no se habían visto en todo el invierno y le dice uno al otro:
- Amigo, ¿este verano qué?
-Pues tengo ganas de ir a París, como el año pasado.
-¿El año pasado fuiste a París?
Y le responde el tonto:
-No, pero también tenía ganas.
Por lo pronto ahí se ven.

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