El Hijo Pródigo
Cuando el gobernador Javier Duarte dijo que la Universidad Popular Autónoma de Veracruz era una alternativa para los 21 mil rechazados de la UV, estaba hablando muy en serio. A tres años de haber sido constituida por decreto en el Congreso del Estado, la UPAV ha librado innumerables batallas y muchas, la gran mayoría, las ha ganado.
Una de esas batallas es la desinformación que entes ajenos a la universidad, algunos de ellos afectados en sus intereses económicos, han divulgado de manera artera. “Que en la UPAV los estudios no tienen validez oficial”; “que el título que se da a los egresados no es válido en otros estados”; “que con un título de la UPAV no se puede obtener la Cédula Profesional”.
Ya lo hemos reiterado muchas veces. Una universidad del estado, autónoma y creada por decreto no requiere validez oficial para sus estudios. Los títulos que otorga la UPAV tienen validez en cualquier otra institución, ya sea particular o pública y no sólo en este país. Por último, la UPAV ha conseguido en algunas de sus carreras, entregar junto con el título, la Cédula Profesional y espera que así sea para todos los egresados de esta institución, ahorrándoles a sus estudiantes el trámite ante gobierno federal.
Algunos periodistas maledicentes se valen del hecho de que la universidad no cuente con un campus en específico, es decir que no cuente con aulas que pertenezcan directamente a esta institución. Dos cosas: siendo que la UPAV es una universidad del estado, las escuelas públicas del estado de manera indirecta y mientras no se ocupen en fines de semana, pertenecen a los estudiantes de la UPAV. La universidad no está un edificio, no está en un campus ni en una rectoría, la universidad está en uno. También lo ha dicho incontables veces Guillermo Zúñiga Martínez, rector de la UPAV: “La universidad está en la voluntad que cada estudiante tiene para sacar adelante su causa”.
El día 2 de agosto en el auditorio de la escuela “Antolín Torres Mendieta” de Xalapa, mejor conocida como la Secundaria General 3, se presentó, ante un grupo de estudiantes e invitados distinguidos, el libro UPAV: Sueños, retos y resultados. Este libro es una compilación de 53 testimonios de egresados de la UPAV, estudiantes de licenciatura y bachillerato que relatan su experiencia como alumnos de esta institución. Los testimonios son conmovedores. Hay personas de la tercera edad que cumplieron su sueño de conseguir una carrera universitaria. Hay amas de casa, trabajadores de gobierno, jóvenes rechazados de otras universidades, jóvenes que trabajan y que ya tienen hijos, y también hay personas discapacitadas que agradecen la oportunidad de no ser discriminadas. Pero en todos ellos hay un común denominador: La voluntad de salir adelante. Estos sólo son 53 testimonios de los miles que se podían recopilar en todo el estado de Veracruz.
En el mes de agosto se llevarán a cabo múltiples actividades académicas y deportivas para celebrar el tercer aniversario de la UPAV. El rector Guillermo Zúñiga recorrerá la zona centro, norte y sur del país, desde Pánuco y hasta Las Choapas, pues la presencia de la UPAV está ya en 200 de los 212 municipios que conforman esta entidad y cuenta con más de 75 mil alumnos en sus 26 licenciaturas.
La UPAV es para todos, pero la UPAV no es para todos. Es decir, si la persona que se acerca a esta institución cree que acude a un centro escolar convencional, está equivocada. Si la persona cree que llega a una institución donde los maestros fomentarán la pereza mental de sus alumnos, entonces que busque en otro lado. En esta institución los alumnos que tengan la voluntad de avanzar, avanzarán; los que estén acostumbrados a la educación que depende del maestro y de la estadía en el aula, esos se estancarán.
La propuesta pedagógica de la UPAV radica en el autodidactismo, y el autodidactismo requiere de una autodisciplina, es decir, hacerse uno discípulo de sí mismo. El alumno debe darse tiempo para estudiar los temas que los asesores solidarios les presenten, pero un buen alumno va todavía más allá de ello; indaga más, inquiere más, encuentra más conocimiento y con ello abreva de su propia fuente de sabiduría.
Por eso la UPAV no es para todos, es sólo para aquellos que tienen la disciplina y la voluntad de ser alguien, la capacidad de soñar, la destreza para alcanzar sus metas y la satisfacción de obtener resultados.
Tres años ya y la UPAV se sigue consolidando.
Postdata 1: El proyecto editorial de la UPAV
En septiembre de 2013 el rector Guillermo Zúñiga Martínez me pidió como encargo sacar adelante el proyecto editorial de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz. A la fecha llevamos ocho libros publicados: El gran solitario de Palacio de René Avilés Fabila; Retrato hablado de Virginia Durán Campollo; Río de Frente de Silvia Tomasa Rivera; Pactos políticos de Ignacio Vázquez Torres; La selva afuera, una antología personal de Estrella del Valle, Pueblo viejo de Sergio González Levet y la compilación de testimonios de alumnos en el volumen UPAV: Sueños, retos y resultados y en coedición con el Club de Periodistas de México AC el libro El durazno y otros frutos de Guillermo Zúñiga Martínez.
Postdata 2: Una anécdota…
Un día el profesor Zúñiga me invitó a presentar a Armando Fuentes Aguirre “Catón” en una conferencia magistral que impartiría en Minatitlán, Veracruz. Era 2012 y yo no creía todavía en los alcances de la UPAV. Cuando le pregunté al maestro cuántas personas esperaban para la conferencia, el profesor me dijo tranquilo: “Como unos dos mil alumnos de la UPAV”. Pensé: “Sí, cómo no, de dónde los van a sacar”. Y es que uno está acostumbrado a un público de 50 o máximo 100 personas para una conferencia. Cuando llegué a Minatitlán, al auditorio al aire libre del Instituto Tecnológico, me quedé con la boca abierta. Más de dos mil alumnos, con su uniforme de la UPAV esperaban pacientes al conferencista. Había fiesta, se les notaba contentos, alguien, a manera de preámbulo subió y cantó unas melodías. Ese día empecé a creer en el proyecto de la UPAV.
aortiz52@hotmail.com
Una de esas batallas es la desinformación que entes ajenos a la universidad, algunos de ellos afectados en sus intereses económicos, han divulgado de manera artera. “Que en la UPAV los estudios no tienen validez oficial”; “que el título que se da a los egresados no es válido en otros estados”; “que con un título de la UPAV no se puede obtener la Cédula Profesional”.
Ya lo hemos reiterado muchas veces. Una universidad del estado, autónoma y creada por decreto no requiere validez oficial para sus estudios. Los títulos que otorga la UPAV tienen validez en cualquier otra institución, ya sea particular o pública y no sólo en este país. Por último, la UPAV ha conseguido en algunas de sus carreras, entregar junto con el título, la Cédula Profesional y espera que así sea para todos los egresados de esta institución, ahorrándoles a sus estudiantes el trámite ante gobierno federal.
Algunos periodistas maledicentes se valen del hecho de que la universidad no cuente con un campus en específico, es decir que no cuente con aulas que pertenezcan directamente a esta institución. Dos cosas: siendo que la UPAV es una universidad del estado, las escuelas públicas del estado de manera indirecta y mientras no se ocupen en fines de semana, pertenecen a los estudiantes de la UPAV. La universidad no está un edificio, no está en un campus ni en una rectoría, la universidad está en uno. También lo ha dicho incontables veces Guillermo Zúñiga Martínez, rector de la UPAV: “La universidad está en la voluntad que cada estudiante tiene para sacar adelante su causa”.
El día 2 de agosto en el auditorio de la escuela “Antolín Torres Mendieta” de Xalapa, mejor conocida como la Secundaria General 3, se presentó, ante un grupo de estudiantes e invitados distinguidos, el libro UPAV: Sueños, retos y resultados. Este libro es una compilación de 53 testimonios de egresados de la UPAV, estudiantes de licenciatura y bachillerato que relatan su experiencia como alumnos de esta institución. Los testimonios son conmovedores. Hay personas de la tercera edad que cumplieron su sueño de conseguir una carrera universitaria. Hay amas de casa, trabajadores de gobierno, jóvenes rechazados de otras universidades, jóvenes que trabajan y que ya tienen hijos, y también hay personas discapacitadas que agradecen la oportunidad de no ser discriminadas. Pero en todos ellos hay un común denominador: La voluntad de salir adelante. Estos sólo son 53 testimonios de los miles que se podían recopilar en todo el estado de Veracruz.
En el mes de agosto se llevarán a cabo múltiples actividades académicas y deportivas para celebrar el tercer aniversario de la UPAV. El rector Guillermo Zúñiga recorrerá la zona centro, norte y sur del país, desde Pánuco y hasta Las Choapas, pues la presencia de la UPAV está ya en 200 de los 212 municipios que conforman esta entidad y cuenta con más de 75 mil alumnos en sus 26 licenciaturas.
La UPAV es para todos, pero la UPAV no es para todos. Es decir, si la persona que se acerca a esta institución cree que acude a un centro escolar convencional, está equivocada. Si la persona cree que llega a una institución donde los maestros fomentarán la pereza mental de sus alumnos, entonces que busque en otro lado. En esta institución los alumnos que tengan la voluntad de avanzar, avanzarán; los que estén acostumbrados a la educación que depende del maestro y de la estadía en el aula, esos se estancarán.
La propuesta pedagógica de la UPAV radica en el autodidactismo, y el autodidactismo requiere de una autodisciplina, es decir, hacerse uno discípulo de sí mismo. El alumno debe darse tiempo para estudiar los temas que los asesores solidarios les presenten, pero un buen alumno va todavía más allá de ello; indaga más, inquiere más, encuentra más conocimiento y con ello abreva de su propia fuente de sabiduría.
Por eso la UPAV no es para todos, es sólo para aquellos que tienen la disciplina y la voluntad de ser alguien, la capacidad de soñar, la destreza para alcanzar sus metas y la satisfacción de obtener resultados.
Tres años ya y la UPAV se sigue consolidando.
Postdata 1: El proyecto editorial de la UPAV
En septiembre de 2013 el rector Guillermo Zúñiga Martínez me pidió como encargo sacar adelante el proyecto editorial de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz. A la fecha llevamos ocho libros publicados: El gran solitario de Palacio de René Avilés Fabila; Retrato hablado de Virginia Durán Campollo; Río de Frente de Silvia Tomasa Rivera; Pactos políticos de Ignacio Vázquez Torres; La selva afuera, una antología personal de Estrella del Valle, Pueblo viejo de Sergio González Levet y la compilación de testimonios de alumnos en el volumen UPAV: Sueños, retos y resultados y en coedición con el Club de Periodistas de México AC el libro El durazno y otros frutos de Guillermo Zúñiga Martínez.
Postdata 2: Una anécdota…
Un día el profesor Zúñiga me invitó a presentar a Armando Fuentes Aguirre “Catón” en una conferencia magistral que impartiría en Minatitlán, Veracruz. Era 2012 y yo no creía todavía en los alcances de la UPAV. Cuando le pregunté al maestro cuántas personas esperaban para la conferencia, el profesor me dijo tranquilo: “Como unos dos mil alumnos de la UPAV”. Pensé: “Sí, cómo no, de dónde los van a sacar”. Y es que uno está acostumbrado a un público de 50 o máximo 100 personas para una conferencia. Cuando llegué a Minatitlán, al auditorio al aire libre del Instituto Tecnológico, me quedé con la boca abierta. Más de dos mil alumnos, con su uniforme de la UPAV esperaban pacientes al conferencista. Había fiesta, se les notaba contentos, alguien, a manera de preámbulo subió y cantó unas melodías. Ese día empecé a creer en el proyecto de la UPAV.
aortiz52@hotmail.com
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