jueves, 18 de septiembre de 2008
El gallito Nemesio
Salvador Muñoz
Los Políticos
Las fábulas, esos breves relatos ficticios cuyos fines didácticos dan vida a seres fantásticos, objetos o animales, son tan semejantes a la política nuestra de cada día dado a que también, por arte de magia, pueden dar vida a chaneques, a personajes tan grises y sin voluntad propia y a uno que otro animal, que bien puede acabar como alcalde, diputado ¡y hasta senador!
Si el lector lo permite, deje que narre el siguiente cuento, del gallito que quería tener muchos huevos.
Nuestro personaje se llama Nemesio.
Como todo buen plumífero de su especie, se sentía muy gallito aunque cada vez que se le paraba al lado un gallo más grande optaba por decir mejor ¡pío!
Como el gallinero era tan grande, de vez en cuando los gallones le daban chance a Nemesio de pisar a una que otra gallina, como consuelo, es decir, para que se consolara... cualquier semejanza con la realidad fue pura casualidad.
Sin embargo, Nemesio ambicionaba todo el gallinero pero no porque le gustaran las gallinas, sino porque al haber una sobrepoblación, era motivo para que de vez en cuando lo pisara otro gallo…
Estaba tan desesperado que un día se acercó al Goberna-Dios y le dijo:
–¡Goberna-Dios! ¡Goberna-Dios!
–Dime hijo ¿qué se te ofrece?
–¡Cómo que qué se me ofrece, Goberna-Dios! ¡Tú lo sabes!
–Así es hijo, pero es mejor saberlo de tu boca… digo, de tu pico…
–Bueno, Goberna-Dios, siempre he querido tener este gallinero para mí solo pero hay muchos gallos gandallas que se aprovechan de mí ¡y hasta me pisan!
–¿Y qué quieres que haga por ti, hijo?
–¡Quiero tener huevos, muchos pinches huevos para que ningún puta gallo me vuelva a faltar al respeto!
–¿Eso es lo que quieres, hijo mío?
–¡Sí, Goberna-Dios! ¡Hazme ese milagro!
Y siendo todo poderoso el Goberna-Dios, con un ademán de su mano ¡zaz! Obró… sí, primero fue al baño y después le hizo el milagro al gallito Nemesio quien se quedó profundamente dormido…
Al despertar el gallito ¡sorpresota!
–¡Goberna-Dios! ¡Goberna-Dios! ¡Qué me hiciste!
–Lo que me pediste… ¿no querías tener muchos huevos?
–Pues sí, pero la neta, por más que me agacho no me los veo…
–No te agaches…
–¡Es que no me los veo Goberna-Dios!
–No te agaches…
–Pero es que no me… ¡cooooogggghhh co-co-cogggghhh!
En ese momento un enorme gallo, el más pesado de todos, había pisado a Nemesio…
–Te dije que no te agacharas…
–¿Qué me hiciste Goberna-Dios?
–Pues como me dijiste que querías tener muchos huevos y el respeto de los gallos te volví gallina…
–Pero, yo no quería eso… ¿qué voy a hacer?
–Por el momento correr…
–¿Así se me quitará lo gallina?
–No, así no te van a alcanzar los demás gallos… el otro gallo fue de chismoso a decir que te había pisado y ahora todos te quieren pisar… ¡corre Nemesio, corre! ¡corre Nemesio, corre!
¡La pisadera fue fatal! Pisaba uno y pisaba el otro… al pobre Neme no le daban chance de levantarse tantito… unos hasta repitieron… ¡fue una santa pisada!
Al término de esa orgía plumífera, con toda la… dignidad lastimada, Nemesio imploró al Goberna-Dios perdón y preguntó:
–Quiero volver a ser como era antes… ¿qué tengo que hacer?
–Mira, tu ambición te ha perdido y tienes que pagar…
–¡Lo que sea¡ ¡Yo lo hago¡
–Bueno, tu castigo será poner cinco huevos y volverás a ser el gallito de antes…
–¡Gracias Goberna-Dios! Pero… ¿cómo le hago para poner cinco huevos?
–Muy fácil… ¡pujando!
–¡Mgggghhh! ¿así?
–¡Más fuerte!
–¡MMMMmmmgggghhh! ¡Coggghhhhhhmmmmmmgggghhh!
¡Y zaz! Salió un huevito…
–¡Es fácil!– dijo Nemesio –¡Voy por el segundo!: ¡MMMMmmmgggghhh! ¡Coggghhhhhhmmmmmmgggghhh!
¡Y salió el segundo! Nemesio estaba feliz con esa nueva habilidad…
–Ya le agarré el modo… ¡voy por el tercero! ¡MMMMmmmgggghhh! ¡Coggghhhhhhmmmmmmgggghhh! ¡por el cuarto! ¡MMMMmmmgggghhh! ¡Coggghhhhhhmmmmmmgggghhh! ¡por el quinto! ¡MMMMmmmgggghhh! ¡Coggghhhhhhmmmmmmgggghhh! ¡por el sexto! ¡MMMMmmmgggghhh! ¡Coggghhhhhhmmmmmmgggghhh! ¡por el…
En ese momento, Nemesio fue despertado abruptamente por su esposa y le gritó:
–¡Viejo, viejo! ¡Despierta! ¡Te estás cagando en la cama!
e-mail: dor00@hotmail.com
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