La guerra de los tocayos

Salvador Muñoz

Escribo esto desde un oscuro rincón. Si lo está leyendo, entonces puedo estar seguro que mi mensaje, enviado a través de un chango (un chamaco que pasó por acá) llegó a las manos de Ricardo Bravo… a continuación, parte de por qué escribo desde este oscuro rincón:
El decreto fue pegado por todas las paredes de Palacio… la orden del Rey Chiquito (bueno, la del presidente municipal) a todos sus súbditos (bueno, a todos los empleados) era determinante:
“Pueblo de Catemaco
Por órdenes de su excelentísima majestad, Jorge II (por ser su segundo periodo municipal), queda prohibido determinantemente que ningún vasallo o súbdito, podrá leer, comprar, adquirir, traer o tener contacto de ningún modo o bajo ninguna circunstancia, con el libelo del mal que sólo por esta ocasión será nombrado, pero después, nadie podrá decir su nombre: Política en los Tuxtlas.
Quien sea sorprendido desacatando la orden del Rey Jorge, será acreedor a diversos castigos, empezando por el predial, que se les cobrará doble.

Atentamente:
Jorge II
Rey de Catemaco
Enero del 2008”.

Y ahí estaba el hombre martillando el decreto sobre la pared, cuando me acerqué a él:
–Perdone buen hombre, ¿dónde puedo encontrar al alcalde?
¡Sorpresa! ¡Era el mismo Jorge II el que estaba colgando sus decretos!
–¡A tus órdenes! ¿Pa’ qué soy bueno?
–Pues nada, quiero… quiero… ¿de qué viene disfrazado?
–Me oculto…
–¿De quién?
–Mira, ¿ves esa camioneta negra? Tiene más de una semana que me sigue a donde voy, pero hace rato los despisté disfrazándome de lustrador de calzado.
–¿Y por qué de lustrador?
–Es que dicen que el gober anda regalando cachitos y quien quite y me saque por tercera vez la Lotería…
–¿Por tercera vez? ¡Oiga! Pues usted no necesita de cachitos, tiene más suerte que el gober… ¿y cuándo se la sacó?
–No… quien se la sacó fue el alcalde anterior, que hasta lo denunciaron por andar enseñando sus miserias…
–Me refiero a cuándo se sacó la Lotería…
–Mira, la primera vez, fue a principios de los 90, y esta última ocasión, el pasado dos de septiembre…
–¡El día de las elecciones!
–Sí, me saqué la lotería siendo electo presidente municipal ¡y por el PT!
–Oiga, usted no se ganó la lotería, ganó las alcaldías…
–¡Pues es lo mismo!
–En fin… a ver, dígame, ¿quiénes son los que lo persiguen?
–Mira, tengo mis sospechas… creo que es Jorge…
–No creo eso… usted se hizo muy amigo de Jorge, tanto que hasta ganó las elecciones y perdió el PRI…
–¡Me refiero al otro Jorge!
–¿A Jorge Ortega? ¿Al que chisparon de Sedesma por culpa de Jorge?
–¡No! ¡Ese no! ¡Jorgito!
–¿El chaparrito?
–¡Ese!
–¿Y por qué sospecha de quien se puede llamar su padre… político?
–Creo que ya no soy su hijo… ¡snif! me quedé huérfano… ¡snif!
–¿No tiene madre?
–¡Qué pasó! ¡Qué pasó!
–Digo… por qué dice que ya no lo quiere Jorge…
–Por culpa de Jorge…
–¿Jorge el que es totalmente palacio?
–Sí, ¡por culpa de ese Jorge!
–¿Y eso?
–Pues ya ves que Jorge, el totalmente palacio, me ayudó a ganar…
–Sí…
–Pues se trata que nada más hay una candidatura a diputado federal y los dos Jorges la quieren…
–¡Ah! Ya entiendo. Y Jorge, el totalmente chaparrito, quiere que usted lo apoye…
–¡Sí!
–Pero usted va a apoyar a Jorge, el totalmente palacio…
–¡No!
–¿Nooo?
–No. Voy a apoyar a Jorge…
–¿A cuál Jorge?
–¡Pues a mí! Tengo los recursos, tengo el poder, chambeo dos años ¡y me lanzo a buscar la curul federal!
–Ah… ya entendí…
–Y a todo esto… ¿qué querías?
–Vengo a venderle una suscripción de “Política en los Tuxtlas”…
–¡Guardias! ¡Lleven a la mazmorra a este sujeto...!
–¿Por qué?
–Por andar propagando movimientos subversivos contra su alteza…
Y así, desde este oscuro rincón, escribo mi historia… ¡a ver a qué horas chingaos paga la fianza Ricardo Bravo!

e-mail: dor00@hotmail.com