miércoles, 12 de marzo de 2008

Los pecados

Salvador Muñoz

Lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia, nuestros queridos pecados capitales hoy se quedan chiquitos con los nuevos que nos acaba de dar a conocer la Santa Sede de la Iglesia Católica.
Las conductas pecaminosas tradicionales no exentan a nuestros funcionarios de cometerlas.
Por ejemplo, Reynaldo Escobar cometería el pecado de la Lujuria… un hombre que gusta vivir con lujo. ¿Quién no?
Ricardo Landa caería en el pecado de la pereza… nomás de verlo ¡da weba!
El General Orozco es víctima de la Gula, y en su doctrina está: “Comer fuerte, beber fuerte y coger fuerte”… nos imaginamos que se refiere a agarrar fuerte a los delincuentes.
En el pecado de la ira, Héctor Yunes Landa, aunque el rector de la UV no se queda atrás…
La soberbia, de Falla López Salas, consejera del IVAI, que pide a todo mundo que la llamen “Magistrada” porque como presume que le hizo (supuestamente) la tesis a Fidel Herrera…
La envidia… pues de todos los que quisieran estar en los zapatos del gobernador…
Y la avaricia… en Vicente Benítez… sabrá el funcionario de Finanzas por qué.
El asunto es que con los nuevos pecados, muchos de nuestros funcionarios tendrán que ir cada domingo a pedir perdón y de rodillas.
Por ejemplo, ahora que la bioética está casi a punto de infierno, por violar los derechos fundamentales de la naturaleza humana, a través de los experimentos, manipulaciones genéticas, ¿quién incurriría en pecado?: Aquel que mezcle al Papa Benedicto con el alcalde del Puerto jarocho, pues saldría un Papa-Jon.
La contaminación ambiental es otro pecado. Acá dicen que es Cabeza de lata el principal pecador pues a donde quiera que va, enrarece el ambiente.
La acumulación excesiva de riquezas. En Veracruz sería interesante ver cuántos periodistas y políticos han caído en pecado.
El narcotráfico mejor ni lo tocamos y el consumo de drogas es un tema totalmente de Educación, que no quise decir “del titular de Educación”.
En fin, la lucha de la Iglesia por no caer, persiste.
* Cosas curiosas: Decir la verdad, en la política puede considerarse como pecado. Mariana Munguía, presidenta del DIF estatal, se refirió a las Madres Solteras que tienen varios hijos con diferentes padres. ¡Ojo! No generalizó. Hizo hincapié en un grupo de madres y las invitó a reflexionar. Los valores son totalmente individuales. Por eso Mariana llama a la reflexión. Es cierto, el Gobierno (DIF, ayuntamiento, gobierno estatal o federal) tienen la obligación de ayudar a quien lo requiera pero también el ciudadano debe dejar el papel de “hijo del Gobierno”. Ya no estamos en tiempos de aquella frase famosa que en los 70’s y 80’s nos decían: ¡Que te mantenga el gobierno!
* Y si de pecados se trata, ¡qué tal esto!
El celular sonó. Ella, tranquila, contestó como si nada para recibir una amenaza:
–¡Te va a llevar la chingada! ¡Sabemos cuál es tu lado débil!... ¡Tu hija!
Esas han sido las llamadas que ha estado recibiendo Miriam Gracia, columnista de Notiver y El Número Uno.
El autor de éstas se escuda en casetas telefónicas, en el anonimato, en la oscuridad como ha de ser su personalidad.
¿Quién puede ser capaz de amenazar a una columnista?
La respuesta es sencilla:
Alguien a quien se le exhibió como lo que es; alguien pequeñito en Cerebro (con su Pinky) y esponjado en ego; alguien que ha utilizado el poder para su beneficio; alguien que abusa de la buena fe del Gobernador y grita a los cuatro vientos los favores que (supuestamente) le ha hecho.
No se necesita ser procurador de Justicia, secretario de Seguridad Pública o periodista para saber quién es el autor de ello… pero yo no lo sé, ni me atrevería a utilizar el sarcasmo del maestro Miranda Virgen para decir un nombre muy a su estilo: A, de Alfredo, L, de Ladronzuela… ¡no! Simplemente no podría porque si bien sospecho con el pecho y calculo con el… pie derecho, sería decir que mi sospechoso es poco hombre para enfrentar a una mujer de frente y no tengo “Fundamentos” para decirlo…
Este personaje simplemente incurriría en el pecado de la cobardía… ¡hay que tener pantalones!

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