Carnaval turístico y la cuaresma

Zenón Ramírez García
Gestas y Gestos

Desde antes del medio día las familias comenzaron a prepararse para asistir al Desfile de Carnaval programado por la autoridad municipal para este domingo 6 de abril por la tarde, después de Cuaresma, y con él, concluir las fiestas carnavalescas. Y subrayo sorprendido ¡después de cuaresma! porque de acuerdo con los cánones cristianos y con el diccionario de la lengua española, carnaval es el periodo de tres días que precede al comienzo de la Cuaresma.
Los recién funcionarios no escapan al síndrome de poder y en consecuencia no respetan ni la lengua ni la creencia. En su omnipotencia dividen todo en dos: antes, nada; a partir de ellos, todo. Basta leer la propaganda oficial: “desfile inédito”, “primer carnaval que trasciende las fronteras”, etc. No hay sencillez ni sensibilidad. Pinta mal el principio.
Sin menoscabo del empeño que pusieron, lo cierto es que la circulación de la calle 16 de septiembre –que atraviesa casi todo Papantla- fue suspendida y la vialidad quedó dividida y medio paralizada. Los taxistas fueron los primeros en resentir esta medida en la prestación de su servicio; los particulares sudaron para ir al centro, los automovilistas visitantes atorados en la lentitud de la calle Madero-Carranza, que va de entrada a entrada a la localidad y el transporte de pasajeros foráneo atascado. ¡Todo un caos al medio día y con un solazo de esos!
Si el objetivo –según lo externaron los organizadores- fue atraer y promover el turismo, la verdad: ¡No quedan ganas de volver! A la buena intención hay que soportarla con una planeación no solo de espectaculares eventos, sino de todo lo que implica e impacta en la vida citadina.
¡Para colmo! El grupo porteño de Veracruz “Quinteto del Son” despertó la admiración de los amantes del son y arrancó fuertes aplausos del público presente, pero los organizadores lo incluyeron como parte del programa cultural del sábado, cuando los visitantes y los salseros deseaban que los dejaran tocar al final para quedarse a bailar y aprovechar la alegría de la flauta, el tres y las percusiones magistralmente ejecutadas por sus jóvenes integrantes. En su lugar anunciaron Baile-disco con la presentación de edecanes con minúsculos trajes promoviendo el consumo de cerveza.
Lo que son las cosas: ¡Al pueblo: pan y circo!, pero cultura ¡que le cueste! Mientras en otros municipios la presentación de la Orquesta Sinfónica de Xalapa ha sido en lugares abiertos y gratuitos, aquí fue un evento cerrado de cincuenta pesos por persona, como cuota de recuperación.

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