viernes, 4 de abril de 2008

Pepe… Bajo el Síndrome de Hugo

Salvador Muñoz

El cuento que les voy a narrar lectores, es parte del Síndrome de Hugo Sánchez que padecen muchos de nuestros políticos.
Cualquier similitud de los personajes con nuestros políticos, es pura coincidencia. Así que bajo advertencia, no hay engaño.
Ahí les va:
Estaba en su apogeo el Consejo Político del PRI pero hacía un calor de los demonios, así que entre la bola, Manlio –acompañado de Emilio, Beatriz y Fidel– pidió un refresco pero… ¡No había quien fuera por él!
Así que, para ensayar la democracia dentro del partido, Fidel propuso una votación para ver quién iba por “los chescos”.
Sin embargo, apenas iban a votar, cuando Manlio interrumpió:
–¡Momento, compañeros de partido! ¡Propongo que a esta práctica democrática, incluyamos a un miembro más!
“¿A quién?”, preguntaron todos al mismo tiempo.
Manlio, ufano, triunfante, dejó caer de golpe:
–¡A Yunes!
–¿Qué te pasa, Manlio– respingó Emilio –¡Ese ya abandonó al partido!
–Además– secundó Beatriz –¡Ese buey apoyó a la maestra, no a mí!
Más mesurado, Fidel se agregó a la molestia: “¿Por qué no invitas mejor a Dante?”
Manlio, sonriendo, sonrojado, aclaró:
–Me refiero al otro Yunes…
A lo que de inmediato Fidel Herrera interrumpió:
–Pues será muy tu delfín, pero en tal caso, ¡mejor llamo a Carvallo!
–¿A poco es tu delfín, Fidel?– preguntó intrigada Beatriz.
–Sólo de apellido, jejeje– respondió Fidel.
–¡No! ¡No! ¡No! Ni a Miguel ni a Héctor me refiero, compañeros –precisó Manlio– yo hablo de invitar a esta contiende electoral ¡a Pepe!
–¡Ahhh! Al jovencito que es líder del PRI estatal– confirmó Emilio…
–¡Ejem, ejem, ejem!– carraspeó Fidel.
–Más bien quieres decir “el dirigente”, mi estimado Emilio– aclaró Beatriz –porque el líder del PRI en Veracruz es ¡Fidel!
–Gracias, Beatriz, gracias… pero el muchacho le está echando ganas… ¡ya hasta me descobija!
–¿Cómo? ¿Salió más vivo que Miguel y Héctor?– sorprendido, preguntó Manlio.
–Quiso decir que ya hasta lo destapa– precisó Emilio.
–Bueno, bueno, bueno, es lo mismo, pero me parece bien que invitemos a Pepe a esta contienda democrática electoral– dijo Fidel.
–A todo esto –interrogó Beatriz a Manlio– ¿por qué quieres que participe Pepe?
–¡Jejeje! Es que a la hora de que votemos, de seguro pierde…
La risa estalló entre los presentes. A un silbido de Beatriz, presto, acudió Pepe y le explicó:
–¡Mira! Vamos a hacer un sorteo…
–¡Pero si pierdo, ya no vuelvo a jugar!
–¡Espérate! Como no hay quien vaya por los “chescos”…
–¡Pero si pierdo, ya no vuelvo a jugar!
–¡Deja que te explique! ¡Vamos a votar para ver quién va entre Manlio, Emilio, Fidel, tú y yo! ¿Entiendes?
–Pero si pierdo, ¡no vuelvo a participar en ninguna otra contienda!– dijo Pepe, muy seguro de sí mismo.
El resultado, querido lector, usted lo sabe. Pepe fue por los refrescos. Y colorín colorado… ¿Qué? la historia no termina ahí… ¡Ah! continuó cuando Manlio preguntó:
–¿Votamos para ver quién va por las botanas?
Y se oyó una vocecita:
–¡Pero si pierdo, ya no vuelvo a jugar!
¡Era Pepe!
La votación se hizo y Pepe regresó con las botanas.
Moraleja: Puedes jugar como Hugo, y sentirte chipocludo, pero jamás abras tanto la boca o pasarás como tarugo.
Y ahora sí… colorín colorado…

e-mail: dor00@hotmail.com

No hay comentarios: