¡Un Santo para el Obispo!

Salvador Muñoz

Hace muchos años, cuando era niño, se estilaba saludar con un beso en la mano al párroco de la colonia. Era una figura respetable y respetada. Hoy, nadie los respeta… ¿Qué pasó? La figura sacerdotal ha sido ensuciada… ¡el colmo de los colmos! ¡Hasta los amenazan de muerte e intentan extorsionarlos como ocurrió a Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz!
Desde este espacio, rechazamos a estas personas (a los que amenazaron al clérigo, no a los sacerdotes), rechazamos la violencia contra cualquier persona y apostamos a la felicidad propia como la del prójimo; así mismo, damos nuestro peculiar punto de vista de lo que ocurrió con esta breve entrevista ficticia:
Queriendo escuchar de propia voz lo ocurrido al Obispo de la Diócesis de San Andrés Tuxtla, llamamos a la autoridad eclesial vía telefónica… pero nadie contestaba… volvimos a insistir y tras larga espera alguien levantó el auricular:
–¿Diócesis de San Andrés Tuxtla? ¿A quién busca?
–Buenas tardes señorita… ¿está el Obispo?
–¿Para qué lo quiere?
–Soy reportero… ¿me puede comunicar con él?
–Ahhh… creo que no quiere dar entrevistas… es por lo de…
–Sí señorita, lo imagino…
–¡Qué horrible estuvo!
–¿En serio?
–¡Sí! ¿Sabe guardar un secreto?
–¡No!
–Mmm, ¡bueno! ¡No importa! Le cuento…
En esos momentos, del otro lado del auricular, se oyó una voz de trueno:
–¡Mujer! ¿Qué haces mujer? ¡No te pedí discreción! ¿Con quién hablas?
Los gimoteos de la secretaria empezaron a crecer y quien le llamaba la atención se dirigió a mí:
–¿Qué se le ofrece?
–Una entrevista con el Obispo…
–No me gusta dar entrevistas…
–Pues a mí tampoco me gusta dar diezmo y lo doy…
–¿En mi parroquia?
–No, con mi mujer… “Chayo” que me cae, ¡me tengo que mochar!
–Blasfemo… A ver… ¿qué quiere saber?
–¿Perdonará a quienes lo amenazaron?
–Ya fueron perdonados… ¡pero ojalá que no los perdone el Procurador!
–¡Oiga! Si le pedían 30 mil pesos… ¿de dónde sacaría tanto dinero?
–¡Dios iba a proveer!
–¿Y si no?
–¡Santa Rita proveería!
–¿Le rezaría a la Santa?
–¿Cuál Santa? Con lo que sacáramos de las limosnas del festejo a la Patrona, ¡hasta sobraba!
–¿Y qué piensa hacer ahora, Obispo?
–Encomendarme a mis santos…
–Lo oigo muy dolido por lo ocurrido… le voy a recomendar a un santo para su aflicción…
–¿Cuál?
–¡San-Arás!
–¡Blasfemo! Te voy a pedir que reces cuatro padres nuestros y un Ave María… a los santos se les respeta… incluyendo al santo de los malvados que me ofendieron…
–¿Cuál es?
–¡Pues Jesús..!
–¿Cristo?
–¡Jesús Malverde! ¡Blasfemo! ¡Otros cuatro padres nuestros y un Ave María!
–Por cierto, Obispo… sabe que en el Congreso local ya tienen a quién rezarle para que salgan todos los pendientes…
–¿Y a quién le rezan?
–Pues a San-Tito…
–¡Mi dipu Tito! Sabía que iba a ser algún un buen hombre…
–Pues de que es bueno, ni quien lo dude… de lo demás… ¿quién sabe?
–¡Otros cuatro padres nuestros y un Ave María!
–¡Ya! En serio… sabe también que las trabajadoras del tubo, el privado y el stripear tienen a su santa…
–¿No me digas, hijo? ¿Y quién es?
–¡San-Dalia! Con eso de que el rector dice que la chancla que él tira no la vuelve a recoger…
–¿No es a levantar, hijo? ¡Hijo de tu… madre santa… si ya te entendí!
–¿Y sabe cuál es el santo de Francisco Javier Muñoz, dirigente del PANAL en Veracruz?
–¡No me vayas a salir con que Santa Elba porque te excomulgo!
–No, Obispo… el santo del dirigente del PANAL es San Gano… ¡ Zángano!
–Oye, hijo… ¿qué tú no tienes respeto por la Iglesia Católica, verdad?
–¡Cómo no, Obispo! Tan es así que a punto estuvieron de canonizarme… de no ser por mi esposa…
–¿Te hizo pecar?
–¡No! Simplemente no quería que yo fuera “San Chava” porque se sentía como engañada…
–¿Sabes a qué Santo me voy a encomendar, hijo?
–No, dígame…
–¡Al Santo, enmascarado de plata, pero para que te rompa tu ma…
¡Y colgó antes de que pecara!