Janet Domínguez Montero
Lo tienes que saber
La formación de valores es un tema que en las recientes décadas entra en debate educativo; la sociedad es una parte responsable de la toma de conciencia pero la política en esta área lo es más.
Con la invasión de las tecnologías de la comunicación e información, los mass media; como la televisión, radio, Internet o los centros de reunión, como el cine, el café y los antros, difunden una visión de placer o satisfacción a la juventud de hoy.
Cada día se logra promover patrones de comportamiento y rompen con la disciplina que se deriva de la educación "tradicional"
¿Se han perdido los valores? Más que perderse, se le han adjudicado distintos significados a través de los años. Los valores permanecen y seguirán siendo lo que son, somos nosotros los que hemos cambiado el valor a las cosas.
Nuestro país necesita gente de calidad humana, pero cada vez más nos volvemos vulnerables y olvidamos nuestras raíces. Debemos prevalecer la cultura mexicana a través de los valores, sin dejar de distinguir quiénes somos o de dónde venimos, pero sobre todo de qué estamos hemos.
La tarea es compleja. No es fácil romper estructuras. No obstante podríamos hacer algo por los niños del hoy y mañana. Tanto padres como el entorno escolar forman parte de la educación de cada niño mexicano. Si se trabaja en conjunto, podríamos enseñar a usar los medios de comunicación y la tecnología para producir, no para invertir tiempo que no tiene resultado alguno.
Gracias a los avances de la ciencia y tecnología, ¡hemos descubierto maravillas!, conocemos otras culturas, acortamos distancia, hacemos amigos, la imagen y video ha revolucionado, se aceleró el trabajo y la producción.
Sin embargo, el mal empleo de estos, ha ocasionado que los valores tengan otro sentido. Nos hicimos dependientes de cada artefacto, nos creamos un ambiente hostil y solitario, que ya no platicamos con la familia, olvidamos las cosas, nos adentramos tanto a las máquinas que nos perdemos en el tiempo.
Podemos perder tanto si no se aprovecha el tiempo y se aprende a convivir en armonía, a respetar a los demás por ser quiénes son, a tener amigos y brindar una amistad sincera, a tolerar a los que más nos hacen desesperar, a ser responsable con uno mismo para así serlo con los demás, pero más que nada a amarse a uno mismo y así poder amar a los demás.
Cuando aprendamos el verdadero valor que tienen las cosas, es entonces cuando aprenderemos a vivir mejor en cualquier contexto de la vida.
dominguez.montero@gmail.com
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