Tiburones... ¡en picada!

Hugo Garizurieta
Dentellada

Todavía recuerdo cuando los altos mandos escualos justificaron la salida de Pablo Luna. Se escudaron con el argumento que el equipo no jugaba bonito y no se veía por dónde iban a demostrar la grandeza que supuestamente se tiene.
Pues con esas mismas palabras creo se debería actuar con Sergio Orduña. Los del puerto no juegan a nada, se ven mal en la cancha, unos andan como embobados, en el campo se observan puros pelotazos, y hasta asustados.
De estrategia ni hablar, tanta tontera de encerrarse en los entrenamientos para saltar a la cancha envueltos en ego y con poca vergüenza, porque con dos hombres menos Mérida se los comió en su propia cancha.
Sin duda fue un empate que sabe todavía a derrota y que demuestra que al final del torneo el tiburón va en picada, que se ahoga en sus propias aguas. Ojo, la calificación a la liguilla está en duda, tan apretado esta todo que los escualos huelen a fracaso.
Es el momento de jalar orejas, si ya están los jugadores con la tradicional carilla pues hay que apretarlos, porque varios están dormidos y no demuestran nada; está tan desesperado Sergio Orduña, que Martín García pedía su cambio a gritos por lesión y el técnico no lo sacó, lo aguantó todo el juego.
¿Acaso no hay más jugadores? O es que faltan elementos que se rompan el alma como el colombiano. Mal de verdad se ve el equipo. De qué vale llenar el estadio, pedir a la afición que abarrote, si se van a llevar una demostración mediocre.
Hasta cuando se debe seguir con el aguantar a un equipo tan malo hasta cuando se demostrara algo bueno con sentido de orgullo.
Orduña dijo en la semana que no se gana con nombres sino con hombres, entonces si no hay jugadores que se comporten como hombres en la cancha, pues hay que correrlos porque los focos rojos están prendidos, y aquí huele a moribundo.
Conste que no lo digo por las fechas próximas de Todos los Santos, sino porque de verdad a como juega en la actualidad el tiburón no se va a llegar a nada, sólo a demostrar, como es costumbre, que de la mediocridad no se ha podido salir.
¿Usted cómo ve?

hugo_garizuriet@hotmail.com