lunes, 23 de marzo de 2009

Rudos y cursis… Homero, Sergio y Reynaldo…

Claudia Guerrero Martínez
Entre lo utópico y lo verdadero

Una llamada telefónica a su oficina en Tránsito del Estado, hizo sospechar a Homero Gamboa Martínez que algo malo estaba pasando. La secretaria privada de la Oficina del Gobernador le comunicó al todavía Director de Tránsito que se tenía que apersonar a la oficina del número uno sin dar explicación alguna de qué se trataría y él tampoco preguntó, pues era normal la discreción del asunto y nunca tenía la costumbre de preguntar, pues era cotidiana la secrecía de temas en reuniones con el mandatario estatal. Llegando al lugar convocado, fue recibido por el Secretario de Seguridad Pública del Estado, General Sergio López Esquer, quien lo detuvo para exponerle que deseaba hablar con él… Homero Gamboa presentía lo irremediable y tenía razón…Ya en el despacho, López Esquer explicó que el número uno le había dado la encomienda de pedirle que firmara su renuncia, pues las constantes quejas por parte de los subdirectores de área en Tránsito del Estado y la presión por no rendir financieramente, el ejecutivo estatal tuvo que tomar la determinación de separarlo de su cargo, por no “convenir $$$$ a la institución”. Indignado y lleno de enojo, Homero le pidió una explicación al General de División, quien en grados militares es más alto que el del propio Gamboa, el por qué López Esquer era la mano ejecutora de su renuncia y no, el propio Reynaldo Escobar Pérez, Secretario de Gobierno fidelista y su jefe directo. El Secretario de Seguridad Pública se limitó en decir: “Mira, me encomendaron hacerlo y son órdenes del Sr. Gobernador y pues ni modo, hay que cumplir”. Gamboa Martínez firmó inmediatamente, para luego retirarse sin pedir más explicaciones. Trasladándose a su oficina, se encuentra con la sorpresa que ya aguardaba el nuevo relevo: el General Enrique Cano Cardiel, quien tiene en su currículum de amiguismo, clientelismo, servilismo y todo lo que termine en “ismo”, ingredientes perfectos para la encomienda electoral del 5 de julio. Gamboa Martínez recogió sus cosas, realizó la entrega-recepción y una desangelada toma de protesta sin fotos que constataran el evento y sin la presencia de Reynaldo Escobar Pérez, fueron los remates de esta renuncia tan esperada, pero no congruente para una Dirección de Tránsito del Estado, sumida en el desprestigio total…
Y los 476 millones de pesos de BANOBRAS otorgados Ayuntamiento de Xalapa… ¿Dónde están?
Seguimos con la tragicomedia del Ayuntamiento de Xalapa, cuestionadamente dirigida por David Velasco Chedraui, quien durante la semana, hizo el anuncio de la cancelación del impuesto al saneamiento, en medio de un circo de acarreados, exalcaldes que nada tenían que hacer ahí y empresarios engañados en el verdadero propósito de esta conferencia, plagada de desaciertos y "cantinflismos" por parte del munícipe y el apoyo de su padrino-mentor, Reynaldo Escobar Pérez, Secretario de Gobierno. Las preguntas no se hicieron esperar y las respuestas no contestaban los cuestionamientos de los reporteros. De este ejercicio en Cabildo, por llamarlo así, no fue una conferencia, sino un acto partidista del PRI, pues el Alcalde David Velasco tuvo miedo de los cuestionamientos y puntualizar sus errores, que son muchos por cierto, acarreando personas pagadas para que gritaran cuando algún reportero preguntara cosas que le incomodaran. Al perecer, para el munícipe no había terminado el Carnaval y quería que le siguieran “tocando los tamborazos”. Las preguntas que quedaron en el limbo y se deben responder son: ¿Dónde quedaron los 476 millones del préstamo de BANOBRAS? dinero que fue entregado constante y sonante y obviamente fue desviado, sin dar explicación, por parte de Reynaldo Escobar Pérez, quien obtuvo beneficios de este contrato, como Presidente Municipal y socio de la compañía Aguas Tratadas de Xalapa. Velasco Chedraui debe dar explicaciones de la distribución del dinero, en qué se gastó y qué pasó con la Compañía de Aguas Tratadas de Xalapa con su anticipo y el avance de obra, señalamientos que han quedado poco claros y lo peor, el proyecto de esta obra que era para dos años, ya llevan cuatro, mismos que no se ven para cuándo terminar. Estaremos informando de esto, pues tendrá que dar explicaciones el Alcalde de Xalapa, dónde quedó el dinero para esta obra mal proyectada y realizada por amigos y compadres. De no hacerlo, puede caerle una responsabilidad, pues desde que tomó las riendas de esta malograda obra, ha dicho hasta el cansancio que el Ayuntamiento de Xalapa, no tienen fondos para pagar a BANOBRAS…

claudiaguerreromtz@gmail.com

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