Zoomorfa

Salvador Muñoz
Los Políticos

Desde Esopo, La Fontaine hasta nuestros políticos, incluyendo a representantes eclesiales, se tiende a la zoomorfa.
El ejemplo más claro lo tenemos en quienes conducen: ¿Cuántas veces nos encontramos a un “animal” al volante de manera temeraria?
Nuestros diputados son representados como “burros” (qué culpa tienen los plateros).
El que come en exceso o es poco aseado lo comparan con marrano…
Al que es cobarde, lo catalogan un “gallina” pero a la madre que defiende a sus hijos la tachan de “mamá de los pollitos”.
Si cometes un error, no falta quien te diga: “No te azorrilles”…
Las niñas, cuando se refieren a una damita de mala reputación, cariñosamente dicen: “Es bien Zorrys” o por su apariencia expresan: “Te ves bien zorrys”…
En Tempoal, ubican a “Celastiro” Rivera como “El pájaro violador”… en argot policiaco, vendría a ser un “Pájaro de cuenta”.
Nuestro cuerpo igual sufre de zoomorfa: Al amigo Juan Antonio Nemi Dib no lo catalogaron alguna vez como “Nemi Dick” en referencia a la ballena blanca de Hermann… no Ortega, sino Melville.
Jorge Uscanga alguna vez me señaló como “Mapache”… la acepción nada que ver con asuntos electoreros… desconozco el motivo pero es una expresión tuxtleca, me dicen.
Alejandro Virgen Enríquez, aspirante a un cargo de representación popular allá por el Papaloapan, lo catalogan con el nombre del hijo gay de Godzilla: ¡Barney!
Los políticos se ubican como ratas… los ladrones como “ratones”… si eres empleado, “gato”, si eres empleada doméstica, “gata”.
Tuvimos en Xalapa a un alcalde que era “Rana” por su parecido tremendo: Saludos don Armando Méndez de la Luz…
Hoy convalece el amigo Tomás Rubio, “el Pichón Preñao”, y esperamos su pronto restablecimiento… ¡ánimo!
Gonzalo Morgado Huesca cargó por un tiempo con el apodo de “Pájaro Puñalín”, expresión que utilizó cuando no lo dejaban hablar los diputados de oposición en Tribuna y se acordó del escándalo de las aves en el parque de Martínez de la Torre, cayendo la tarde.
Tenemos a un candidato a gobernador que apodan “Caballo loco”, que si no mal recuerdo, es porque sus apologistas señalaban en él la misma virtud que hoy presumen de Fidel Herrera: Un gobernador que no tenía descanso, que caminaba sin parar, que iba de un lado a otro, que no descansaba… que era un loco para trabajar.
Tenemos a otro candidato que tachan como “Perro”, a ciencia cierta desconozco el motivo, pero las veces que lo he oído es cuando refieren a él como a alguien que no abandona a su presa.
A Javier Duarte lo catalogan como al “Delfín” de Tío Fide.
Utilizamos nombres de animales para identificarnos o identificar a alguien: Al Padre Muñiz la Procuraduría del DF lo identificó como “Lobo Siberiano”.
Por cierto, cuando se le pregunta al padre Quintín sobre el fundador de Legionarios de Cristo, Marcel Maciel, dijo que todos pecamos, todos hacemos cosas, pero como los gatos, tapamos nuestras porquerías…
La metáfora es bella y exacta. Quintín tiene razón.
Simplemente se descubrió la caca del padre Maciel… y como tal, todos estamos bajo ese riesgo, de que alguien un día descubra nuestras porquerías…
¿Qué?
Cierto, faltaron dos casos: La Nauyaca, apodo que desapareció en cuanto Tío Fide pasó a ser gobernador electo.
Y la zoomorfa que pudo sufrir Javier Duarte cuando estuvo presente en el show de “Atrévete a soñar” con Dana Paola, quien protagoniza a una joven que llaman “Patito”…
¿Qué puede surgir de este mundo de caramelo, con aire de algodón, donde los dulces caigan del cielo y las estrellas piñatas son?
¡Un candidato patito!
Es la zoomorfa.

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