jueves, 23 de abril de 2009

Iglesia y Pederastia

Salvador Muñoz
Los Políticos

Muchos recuerdan sus palabras ahora: “Si algo me llegara a pasar, sé que me van a extrañar”.
De hablar desparpajado, directo, demasiado extrovertido. En algunos causaba buena impresión; en otros, como molestia.
Ahora, después de haber celebrado esa misa de Sábado de Gloria donde pronunció esas palabras (“Si algo me llegara a pasar, sé que me van a extrañar”), algunos piensan que ya sabía lo que iba a ocurrir… lo presentía.
Rafael Muñiz López, el sacerdote de la parroquia de San Pedro Apóstol, era estudiante del área de Humanidades, cursando el sexto semestre en la facultad de Historia.
Tanto entre compañeros de la universidad como de algunos parroquianos, extrañaba verlo descender de vehículos que ellos llaman de lujo, entre los que destacan Jetta, Bora y algunos dicen que camionetas.
Los vecinos de la calle Pablo Casals de la colonia Federal están indignados. Se entiende.
La figura del sacerdote, en muchos sectores, sigue viéndose inmaculada… sin mancha.
Sin embargo, poco ayuda la Conferencia del Episcopado Mexicano decir que estos casos “ayudan a ver a los sacerdotes más humanos”.
Ya en anterior ocasión hablamos del escándalo en que están envueltos en este momento sacerdotes de todos lados: Paraguay (bueno, ya no es), Durango, Xalapa y Boca del Río.
Sí… creo que la mayoría de los feligreses ya no se tragan el cuento de que los sacerdotes son los intermediarios entre Dios y nosotros.
También entendemos que tienen las debilidades propias de la carne (y no me refiero a la flacidez o celulitis). Sienten, tienen ganas y lo peor del caso: ¡Se las aguantan!
Se comprende a un sacerdote que se enamore de una mujer, que la corteje, incluso, que vaya a un prostíbulo a “saciar sus bajos instintos”.
Recordemos al tristemente célebre padre Ángel Castillo López, que de tanto vino de consagrar, subió a su camioneta Honda (¿y la sencillez y humildad?) salió al bulevar de la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, vio a una dama y como está acostumbrado a comer del cuerpo del Señor, dijo: ¿Por qué no del cuerpo de esta señora? Lamentablemente fue detenido por la policía ante los señalamientos de la ramisa, que si bien, para eso está, no da crédito, limosna y mucho menos diezmo.
Lo que no se entiende, es a un sacerdote involucrado en pornografía infantil donde se citan a niños de cero edad a 10 años. Habrá que ver el desarrollo de este caso.
Hoy, circula por la Internet, una carta, según del Episcopado, pidiendo una plegaria por monseñor Héctor González Martínez, el que le puso el dedo al “Chapo”, bueno, más bien dio la dirección de su casa, para que Dios lo proteja porque Gobernación, como Pilatos, ¡ya se lavó las manos!
Yo propongo otra…
¡Hagamos una plegaria por los niños que han sido ultrajados por los sacerdotes!
Padre nuestro que estás en el cielo…

1 comentario:

Brissia dijo...

Querido amigo:
COn todo el cariño que te tengo y el respeto que representa tu persona para mi, quiero comentarte que estoy y no de acuerdo en algunas de las cosas que comentas en tu artículo...
Yo no soy defensora de los sacerdotes, nisiquiera tengo el gusto de conocer al sacerdote pero lanzo una pregunta, y si resulta que no es culpable??? como se limpiará su nombre???