Los viejitos de Fidel y Rosa

Salvador Muñoz
Los Políticos

Si algo hay que reconocer al Gobierno estatal es la preocupación mostrada a uno de los sectores más desprotegidos por nuestra sociedad: Los viejitos.
No sé cuándo, pero el concepto familiar de que los abuelos eran personas a las que había que respetar y obedecer por sobre todas las cosas, se ha ido perdiendo.
Podemos ver en las calles a ancianos pidiendo limosna, a veces hurgando entre la basura o abandonados a su suerte… en el peor de los casos, despojados por sus propios hijos de los bienes en lo que es “la cobranza de una herencia jamás cedida”. Aunque también están los casos cuando los hijos sencillamente se olvidan de la existencia de sus padres y aun cuando los viejitos tienen un hogar, no tienen manera de allegarse un dinero que los auxilie en las cosas prioritarias como son alimento, medicinas y vestido.
Por eso, cuando sabemos que el presupuesto que el gobierno estatal ofrece para la tercera edad es de 300 millones de pesos a repartir a lo largo de este 2009, no queda más que agradecer a Fidel Herrera y a la señora Rosa Borunda su gesto y preocupación por estos viejitos. Incluso, se habla de que el gobernador logró que este año se aprobara 50 mdp más en beneficio de la tercera edad con lo que se pudo aumentar el número de pensiones.
La pensión para un viejito es de dos mil 337 pesos trimestralmente.
Pero si debemos reconocer el esfuerzo del gobernador, lo habríamos de hacer por doble cuando se sabe de su interés por extender este beneficio a quienes se encuentran en asilos, estancias y casas hogar lo que en un momento dado podría ayudar bastante a quienes hacen uso de estos lugares.
Es cierto, la población de la tercera edad crece y es insuficiente el espacio en asilos públicos para ellos pues nada más en Veracruz ¡hay tres!: Papantla, Orizaba y Xalapa.
Me llama fuertemente la atención el de Xalapa… el Asilo Sayago.
Si es de Xalapa, de seguro conoce el edificio… si no, tiene que visitarlo… es quizás una de las casas más viejas y hermosa historia acá en esta ciudad… nace a partir de 1894.
Tiene su origen en dos grandes personajes: Don Antonio y su hermana Mariana Sayago. El primero trabajó con López de Santa Anna.
Dicen que al dejar de laborar con su tocayo, don Antonio Sayago recibió una gran cantidad de dinero que utilizó para hacer una escuela y hospital en Naolinco, de donde era originario, pero su hermana le pidió construir en Xalapa un asilo para madres solteras y ancianos desválidos, sin familia y sin hogar.
A la muerte de doña Mariana, 1900 y tantos, es el gobierno estatal quien asume el compromiso de seguir la misión de esa gran mujer.
Hoy, ya no hay madres solteras que acudan al Asilo… el concepto ha cambiado. Sigue habiendo viejitos aunque ya no tan “desválidos” porque hay una que otra familia que, ante la ausencia de responsabilizarse de su pariente, lo ve como estorbo y prefiere llevarlos como “pensionados” o “pupilos” o si no, hay por ahí algún recomendado del DIF, del gobierno, Cáritas y a veces es imposible decir “No” por un simple acto humanitario.
Por eso, cuando Fidel Herrera externa su preocupación hacia este sector concentrado en los asilos, uno se pregunta: ¿Por qué Salud no ha liberado el presupuesto 2009 para el Asilo Sayago?
La respuesta puede ser simplista: Porque a la fecha, el Asilo Sayago aún no justifica los del 2007 y 2008… ¡vaya! Hace un mes aproximadamente, y eso exagerando, se justificó el 2006.
Entonces… ¿cómo sobreviven?
¡Fácil! Con la donación altruista y con las cuotas “significativas” de quienes allí habitan.
¿A qué conlleva que no tengan el presupuesto 2009 liberado?
A una mala alimentación, falta de medicamentos propios para este grupo de la tercera edad con lo que se disparan problemas neurológicos y psiquiátricos, sin contar con los diabéticos, hipertensos y cantidad de padecimientos propios de la vejez…
¿Es responsable la secretaría de Salud?
Démosle el beneficio de la duda… luego les digo por qué.
El problema inicia con el administrativo del Asilo Sayago: José Adrián Gómez Navarro, licenciado en Administración de Empresas y alguna vez director del penal de Orizaba.
¿Cuáles son los motivos para que no pueda justificar los ejercicios presupuestales de los años citados?
Quizá esa pregunta tendría que responderla de cierto modo Luis Fernando Antiga Tinoco, director de Salud Pública, quien ha sido comentado entre los pretextos de José Adrián para no entregar las cuentas; Gerardo Lara Careaga, subdirector de Patrimonio de la Beneficencia Pública; Arcelia Guerrero (no la novia morena del sol de Acapulco), jurídico de la Secretaría de Salud y Timoteo Aldana Carrión, director administrativo de Salud…
¿Sabrá Manuel Lila de Arce de la situación que (sobre)viven los viejitos del Asilo Sayago?
Yo le doy el beneficio de la duda al secretario… a sus empleados ¡no! Porque deben saber que el silencio también los hace cómplice de un acto al que omito poner palabras para no poner groserías.
Pero concluyamos con la última pregunta:
¿Sabrá acaso doña Rosa y Fidel Herrera de las condiciones en que se encuentran los viejitos de ese asilo que se erigió de buena voluntad?
¡Ojo Gobernador! ¡Que no lo engañen! Porque sería lamentable que si usted o la señora Rosa Borunda entregan pensiones a estos viejitos, haya gente sin escrúpulos en el Asilo que sea capaz de chingarles la lana que con tanto esfuerzo el gobierno del estado ofrece y que tánto puede ayudar a estos viejitos.
Una simple petición de ciudadano: Señor Gobernador: ¡Investigue, por favor! Estará usted de acuerdo que no se vale que por culpa de cretinos los viejitos paguen las consecuencias.
De antemano, le doy gracias a nombre de sus viejitos y los viejitos de doña Rosa… ¡Gracias!