lunes, 20 de abril de 2009

Políticos genios a la mexicana

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Como en el fútbol mexicano, tal pareciera que nuestra política va como el cangrejo, pa’ trás y ni siquiera un paso pa’ delante, pero lo peor es que nosotros los espectadores seguimos creyendo y, fans tontos que somos, asistimos cada semana a verlos dizque a jugar, porque más bien hacen como que juegan –total, reciben sus jugosos pagos-, y en todo caso realizan sus jugarretas hasta que cuando ya no pueden, pasan el balón al otro, que no al compañero, pa’ que éste continúe la mala acción que termina en un gol de campo o, lo peor, en un autogol. Porque ni siquiera hay un juego en equipo -¿qué es eso?-; cada quien que se rasque donde quiera y como quiera. Ah, pero eso sí, la ultima y nos vamos, ahí sí estamos todos contentos y somos amigos, con tal que nosotros sí seamos felices y los otros que se chinguen.
Vaya que así es México. Política y fútbol. ¡Qué delicia! Basta sólo con que observe tantito y verá, dijo el tuerto al ciego. Si hasta tenemos jugadores y políticos de primera línea, tanto mexicanos como traídos de otros países, nacionalizados y con todo su bagaje de idiosincrasia que muchas veces nos hacen recordar lo que somos: indios patarrajadas, ignorantes y buena gente –por no decir otra cosa-.
En fin, es el caso de Eriksson que fue calificado por el blog británico worldcupblog.com como un genio, “al haber obtenido una cuantiosa compensación económica tras ser despedido como técnico de la Selección Mexicana”. (El Universal/3 de abril/09). ¿Y qué hizo durante el tiempo que fue entrenador de los Ratones Verdes? Pos no más ganar dinero, como nuestros políticos mexicanos, ¿o no?
El cínico Ericsson se llevó nada menos que 100 millones de pesos que incluyen salarios y su liquidación, según la revista deportiva “Récord”. ¡Qué requetebién! Y nosotros, sin chistar, que se lleven todo, total, todavía tenemos pa’ rato, pero que sigan entreteniéndonos y burlándose de nosotros. Pos eso nos gusta: pan y circo, fútbol y mentiras. Que hagan lo que quieran, pero que no nos dejen…a nuestra suerte maldita de no saber qué madres hacer por apachurrados que somos.
Para no ir tan lejos, que haya quedado finalmente la nueva refinería en Tula, Hidalgo, fue un lindo juego que terminó a favor ¿de quién?, ¿de qué técnico o constructora extranjera? ¿Qué manos se llenarán de baloncitos millonarios? A nosotros que sólo nos dejen migajas.
Fútbol y política cínica a la mexicana, porque aquí se sabe el precio de todo y el valor de nada, parafraseando a Oscar Wilde; porque el hombre cínico cuando huele flores, busca un ataúd alrededor, dijera Henry-Louis Mencken. Por eso quizás un servidor odia el cinismo más que al diablo, a menos que ambos sean la misma cosa, bromeó Stevenson.
Despierta, mexicano güevón
Pos ojalá nosotros los espectadores al menos digamos algo y ya no estemos tan apachurrados, dejemos de ser conformistas y pusilánimes. Como los volcanes, eso debemos hacer los mexicanos, despertar, afirmó alguna vez mi Chavela Vargas que este 17 de abril cumple noventa años de edad.
La Chavelonga expresa: “Lo que está sosteniendo a México son sus indios, su gente fuerte. Y sus dioses están pendientes, van a volver a reinar, fíjate que así va a ser. El gigante dormido va a despertar. Volverán a reinar los grandes, los justos, los hombres de verdad. Lo que empobrece al país, lo que hace a su sociedad conservadora e hipócrita, es la pérdida de identidad. El saludo indígena que te pregunta ¿cómo está tu corazón hoy? se está perdiendo. Ahora te dicen, ¿qué pasó güey?". (La Jornada/8 de junio/07). No pos sí, mi Chavelita, pero a veces hay que decirle al mexicano que despierte el güevón.

De cinismo y anexas

* Ya que tenemos artistas y deportistas “mamando” de la política –más bien de los recursos públicos-, lo menos que podemos exigir es que nuestros políticos le entren a la cantada y el deporte. Total, vendría a ser lo mismo: estaríamos representados por genios a la mexicana. Digo, por lo sabihondo que nos roban.

No hay comentarios: