Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI
¿Qué se puede esperar de un gobierno emanado de una fuerte crisis de legitimidad?
Partiendo de esta interrogante se desprende que el gobierno de Calderón, desde que arribó a la presidencia, las expectativas de su mandato no se veían muy optimas que digamos. Las amplias protestas poselectorales emanadas por su cuestionada asunción al poder minaron su capacidad de liderazgo político y social de carácter real y simbólico.
Ante esta crisis de liderazgo, Calderón y sus asesores se vieron en la necesidad de implementar una compleja metodología de control social basada en el miedo.
Para lograr esto, Felipe Calderón, tomó como bandera central de su gobierno, “la lucha frontal contra el narcotráfico”. Esta “lucha frontal”, en los hechos, a la luz de la ingeniería de la gobernabilidad, acuñada al estilo de la derecha anglosajona, (léase al clan Bush), fue creada con la intención de implementar una artificial percepción social sobre la existencia de un estado de guerra en territorio nacional.
A golpe de sofisticados spots, difundidos en todas las cadenas de televisión, ubicados en los horarios de alta audiencia, el gobierno federal no escatimó en gastos del presupuesto público, para publicitar hasta el cansancio al “los enemigos de la sociedad”.
Infundir el miedo, tal y como lo hizo en campaña para desprestigiar a López Obrador, el miedo como instrumento de control para inhibir la critica en su dudoso acceso al poder, el miedo para intentar paralizar a la sociedad y minimizar los obstáculos para promover las reformas neoliberales, en especial la energética.
Afortunadamente el miedo como instrumento de control social, no ha logrado permear en todos los grupos de la sociedad, y de manera especial a las redes sociales que han respaldado el movimiento de López Obrador. Con todo y campaña del miedo, las “Adelitas” de Obrador, salieron a tomar, literalmente hablando, los principales accesos al recinto del Senado de la República, con mucha creatividad, agudeza y seriedad, estas redes sociales, lograron jugar un papel clave en la presión ejercida a las elites políticas del país, para evitar una privatización total de PEMEX.
Si partimos de la consideración, que los estrategas de Calderón recurrieron al uso del miedo para minimizar al máximo la presencia de López Obrador y por ende, mermar la capacidad de movilización de las redes ciudadanas que lo respaldan, tienen que reconocer que han perdido la batalla.
Hasta el momento, las fuerzas críticas de la sociedad han dado muestras de madurez política en no dejarse intimidar por los mensajes surgidos desde Los Pinos.
Por el contrario, si hurgamos un poco entre los mensajes de la campaña mediática contra el narcotráfico, y la relación de congruencia del gobierno de Calderón con su propia campaña, nos vamos a quedar completamente fríos.
Con todo y el Ejercito Mexicano, en conjunto con las corporaciones encargadas de la procuración de justicia, recorriendo el territorio nacional, colocando retenes, amedrentando a los pobladores en donde instalan sus campamentos, protagonizando espectaculares tiroteos, el gobierno federal no ha podido evitar la infiltración del “enemigo”, dentro de sus propias filas.
Ahora le toco el turno al gobierno del estado de Morelos, un estado en donde por segunda ocasión consecutiva se encuentra gobernado por un panista, Marco Adame Castillo. En días recientes el secretario de seguridad pública Luis Ángel Cabeza de Vaca Rodríguez, que él en persona designó en el cargo, fue detenido por elementos federales de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) al igual que otros mandos que formaban parte del aparato de procuración de justicia en Morelos.
Estas detenciones, se dan a la par de un crecimiento, en los “levantotes”, ejecuciones, secuestros, y el asesinato del subprocurador de Morelos.
Ahí es en donde están los enemigos de la sociedad en la filas del Partido Acción Nacional.
*Director de la Revisita Digital Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx
raul@vozuniversitaria.org.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario