martes, 23 de junio de 2009

Sefiplan: Cuentas claras, “chocolate” espeso

Salvador Muñoz
Los Políticos

El Programa “Lunes de Puertas Abiertas” del gobierno estatal busca atender de manera directa a los ciudadanos en aras de tratar de resolver sus demandas o problemas; agilizar trámites, evitar burocratismo y cumplir con el propósito de hacer un gobierno más cercano a la gente.
Sin lugar a dudas es un gran acierto del gobierno estatal poner a disposición de los ciudadanos a esos funcionarios que por lo regular se esconden tras sus secretarias para evitar atender a la gente.
En esos “Lunes” hay de todo… gente en busca de esperanza, con deseos de trabajar, de que le resuelvan un problema o de buscar un apoyo que lo impulse a desarrollar una idea…
Hay de todo, es cierto…
El caso más recordado en estos momentos es el de Martha Patricia Romero García, quien vaya que le dio utilidad a ese día tan especial. A la fecha, en Finanzas, ya la conocen como “La chica totalmente Palacio”…
Curiosamente es esta dependencia estatal la que da de qué hablar, no tanto por los números negros que se manejan en ella (hay que ser optimista, ¿no tocayo?) sino por los escándalos que en sus entrañas se viven.
No, Martha Patricia hoy nada tiene que ver… el protagonista le tocó de nuevo ser a Carlos Hernández Morales, Subdirector de Registro y Control de Sefiplan.
Decimos “de nuevo”, porque no tiene mucho que a punto estuvo de ser golpeado por un contribuyente harto del “burocratismo” que priva en el reino del “Chocolate”… es decir, le iban a dar una sopa de su propio “chocolate”.
Incluso, hasta se hizo más restringido el acceso a Sefiplan…
Ahora, Hernández Morales tuvo que apechugar los fuertes reclamos de dama que acusaba la dilación de un trámite… que al parecer ya había pagado. Un trámite que, todo indica, tiene que ver con los famosos carros “Chocolate”.
Por supuesto, el director de Recaudación, Miguel Angel Encinas Parra, el jefe inmediato de Carlos Hernández, raudo y presto, se hizo ojo de hormiga para evitar verse involucrado en penoso asunto.
Para más, tuvo que poner su noble cara el señor Zilli… sin deberla ni temerla… eso sí, acabó como agua para “chocolate”.
No es para menos –lo sabe Encinas Parra–, si se habla de que el negocio del “chocolate” deja jugosas ganancias más ahora, que en tiempo de crisis, los encargados del ramo, preocupados por la economía familiar, han bajado las tarifas… ¡tres mil 500 pesos “al chaz chaz” por carro!
Claro que tiene sus ventajas: La promesa de que en tres días su “chocolate” tiene placas… ¿qué? ¿Trae carro de lujo? ¡No importa! ¡Le respetan la tarifa! ¡Igual usted paga los tres mil 500 pesos!
Ya si usted es de esos honrados contribuyentes (especie rara y en peligro de extinción), es seguro que habrá de esperar mínimo hasta tres meses para que le resuelvan el trámite... y eso ¡quién sabe!
Hay que tomar en cuenta que la regulación de los carros “Chocolate” es una actividad que no tiene fin… en Xalapa hay cerca de 130 operaciones diarias; en Veracruz, unas 50; en Boca del Río, unas 90; en Córdoba, 60; Orizaba, 50… por comentar algunos, así que saque su calculadora e imagine el increíble mundo financiero que significa “el Trámite de Chocolate”.
A ver qué cuentas le rinden a Chava Sánchez… pero no cuentas económicas, financieras… sino éticas.
Y ojo… porque al Tío Fide nada más le gusta el chocolate de una forma… las cuentas claras y el chocolate espeso, pero don Hernández Morales y Encinas Parra lo inerpretan de otro modo: Las cuentas claras y los “chocolates”… ¡pesos!

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