¡Elección con aroma de café!

Salvador Muñoz
Los Políticos

De las cosas que más recuerdo del abuelo era que me ponía a “pizcar” el fruto del café. Me gustaba ver después cómo los ponía secar al sol. Al tiempo, con una máquina rudimentaria, molía la semilla ¡y ya teníamos café!
La abuela Lala ponía en una olla de barro a hervirlo y en una pequeña tacita, me servía un poco… demasiado poco que tenía que exprimir mi pan remojado para que me alcanzara el café.
Al igual que al chocolate, amo al café. Pero el buen café. Como el de la abuela Lala… como el que saboree en Brasil… como el que me puedo preparar en casa…
No recuerdo quién me enseñó la regla de oro con esta bebida tan deliciosa, pero la comparto con ustedes:
A un buen café le rompes la madre con azúcar… a un mal café lo compones con azúcar…
El tema viene a colación por las elecciones…
¿Qué tiene que ver el café con los comicios?
¡Ah! Es que, según el “Reforma”, para incentivar el voto, las tiendas Oxxo promocionan obsequiar un café mediano Andatti estilo americano si usted enseña su pulgar entintado como símbolo de que participó en estas elecciones votando.
La promoción inicia este domingo de ocho de la mañana a las 14 horas.
La oferta es válida en todas las tiendas del país…
Lo único malo es que dicha promoción estará limitada a cien personas por tienda lo que en un momento dado podría ocasionar un shock tremendo.
¿Por qué?
Los cafetólicos, cafetómanos o cafeinómanos, como quiera llamarles, saben muy bien de lo que hablo…
Despertar con ganas de una taza de café y no tenerla es angustiante.
Ahora imagine que va a votar y lleva en su boca esa sensación salivosa de que en breve estará teniendo en sus papilas gustativas ese líquido caliente y oloroso, de sabor exquisito que le reactiva la pila y entrando al Oxxo le dicen que la promoción se acabó…
Por supuesto que hay gente capaz de acudir al vandalismo y gritaría “¡fraude, fraude…!” “¡voto por voto, taza por taza!” “¡Tiendas espurias!” y pedirían al IFE que contabilizara a los que acudieron por su taza para verificar que efectivamente fueron los cien de la promoción aunque realmente eso vale madres… ¡uno quiere su taza de café!
¿Qué hacer entonces?
Mínimo pedirle a Italian Coffe, Bola de Oro, el Niebla (que vende en bajos de Palacio de Gobierno), El Gran Café de la Parroquia (por el aeropuerto de El Lencero) o el de Don Justo, que le entren a la promoción… digo, para motivar la elección.
Así, podríamos cambiar la regla de oro…
Para una mala elección… ¡un buen café!
¿A poco no dan ganas de votar así?

e-mail: dor00@hotmail.com