Desempleo: ¿Usted qué juega?

Salvador Muñoz
Los Políticos

Si usted amable lector está leyendo esta columna, lo felicito.
Es seguro que tenga un trabajo que le permite hojear el periódico o accesar a la Internet para darse tiempo y leer esta humilde opinión.
Es más, apuesto a que tiene empleo porque de no tenerlo lo más probable es que estuviera leyendo otra sección del periódico, encerrando en círculos las ofertas de empleo que se publican en los diarios.
Por lo tanto, es seguro que si no lee esta columna es por los siguientes puntos: esté desempleado, no pertenezca a la población económicamente activa o sencillamente no le gusta.
En el caso de ser el primer punto déjeme amargarle más su día… es seguro que usted entonces esté contado entre los 2.87 millones de mexicanos sin empleo y pertenezca a una cifra récord en el nivel de desocupación.
Sí… es paradójico y triste que Felipe Calderón Hinojosa haya superado la cifra que pertenecía a Ernesto Zedillo.
Paradójico, porque se ha dicho hasta el cansancio que Felipe Calderón Hinojosa se autoproclamó “El Presidente del Empleo” y eso lo tiene en estos momentos muy presente la gente que abarca el 2.87 millones de desempleados.
Triste, porque ajeno a tintes políticos y cercano a la aritmética social, hay que multiplicar mínimo por dos y máximo por tres o cuatro, a estos 2.87 millones de mexicanos que carecen de empleo y tienen que mantener a una familia.
No sé cuáles sean los parámetros para que se diga que un mexicano es desempleado. Si tiene más de una semana buscando empleo o más tiempo; si es capaz de aceptar cualquier chamba con tal de tener un ingreso seguro; si cada fin de mes la empresa donde trabaja concluye el contrato… y los que usted quiera agregar.
Habría que ver si en la gente que tiene “Empleo” está la considerada aquella que tiene un “Subempleo” y gana un “sub-salario”.
Si allí están los vendedores ambulantes… los limpia-parabrisas… los repartidores de periódicos… los pepenadores… los que recogen desperdicios… los que compran fierro viejo… los que bajan a la ciudad a vender sus dulces… las marchantas…
Hablando de marchantas… también habría que investigar por qué, en este universo de “desempleados”, fueron más afectadas las mujeres…
Aunque realmente interesante sería conocer al Universo de los “Super-Empleados” (No sé si así se diga), me refiero a aquellas personas que tienen más de un trabajo, similar al personaje ése de “A toda máquina”: ¡Ya llegué vieja! ¡Ya me voy vieja!
¿Conoce a alguien que tenga más de un trabajo?
Por supuesto, me refiero a gente que en verdad desquita la chamba, no el/la recomendado/a que nada más calienta el asiento, se la pasa leyendo los artículos de Salvador Muñoz (tengo que echarme porras) y chateando.
Claro que, en mi caso, el ejemplo más cercano son nuestros reporteros.
Digo “nuestros” porque es esa gente la que llueva, truene o relampaguee, tiene que salir a buscar la información que usted leerá.
Entonces, un reportero puede trabajar en dos o más medios de información.
¿Por amor al arte?
No… por los raquíticos sueldos que perciben.
El mínimo que recibe un reportero al menos aquí en Xalapa es de 2 mil 500 pesos, 1 mil 500 pesos y hasta 900 pesos a la quincena.
Por supuesto… no incluyo la ausencia de prestaciones propias a las que debiera tener derecho el trabajador.
Es cierto… no hay empleo, y el poco empleo que hay es mal pagado en la mayoría de los casos.
Y en todos los escenarios, repercute en un solo punto: La familia.
Ya sea que no haya empleo o se tenga que laborar en varios empleos, pega allí y pega más fuerte que cualquier elección, porque en ésta, puede ser cada tres o seis años, pero en la familia, ¡es todos los días!
Y nada más para concluir, la filosofía laboral:
Cuando los empleados se reúnen… juegan futbol.
Cuando los directores se juntan… juegan tenis.
Cuando el gabinete se cita… juega golf.
Conclusión: Cuanto más alto es tu cargo, más chicas tienes las pelotas.
¿Usted qué juega?

* Toman Tec de Perote *
Estudiantes, ante la ausencia de infraestructura para poder desarrollar sus actividades, tomaron las instalaciones. Puras largas y decepciones han recibido del director del plante, Alfredo González Gutiérrez, quien ni “picha” ni deja “batear”. Y es que cuando los alumnos lograron obtener una donación para construir con sus propias manos una biblioteca, la dirección se opuso argumentando que no estaba dentro de los planos una Biblioteca. Y cuando piden equipo, viajes de estudio y aulas, da largas diciendo que no hay presupuesto o el gobierno lo niega. Comentarios de alumnos: “Le hacen falta aulas, una biblioteca, sala audiovisual, bardeado de la escuela” y “Si la verdad es que la escuela en vez de parecer un Tecnológico parece una primaria”… ¿Y si en lugar de una estatua a Edgar se hubiera invertido en el Tecno?

e-mail: dor00@hotmail.com