jueves, 29 de octubre de 2009

A educación, ¿tiro de gracia?

Álvaro Belin Andrade
Hora Libre

Ya lo dijo en Oviedo, capital de Asturias, el rector de la UNAM José Narro Robles: “Sin ciencia propia, sin un sistema de educación superior vigoroso y de calidad, una sociedad se condena a la maquila, a la medianía en el desarrollo". Y tiene razón.
Si los actores educativos del país vieran a 2010 como un año de sacrificio en un sentido extraordinario, fuera de serie, congruente con la circunstancia aciaga de la crisis económica, comprendería la drástica disminución presupuestal prevista por el gobierno federal.
Siempre hay años malos y todos los sectores deben afrontar las consecuencias.
El problema es que este permanente escamoteo de recursos a todos los niveles educativos lleva ¡décadas!
Nuestros niveles de competitividad como nación caen drásticamente año con año, debido principalmente a la ausencia de una política de Estado que respalde, como punto prioritario para el desarrollo, la elevación de nuestros niveles educativos.
De ahí que, en el marco de la recepción del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades a la UNAM, Narro Robles haya dicho una verdad de peso que se niega persistentemente a escuchar el presidente Felipe Calderón: que la educación es la única herramienta realmente útil para luchar contra la desesperanza, el atraso, la marginación y la pobreza.
Nos anclamos en servidumbres, abandonamos el camino que nos habría permitido ser una de las más importantes economías emergentes, nuestros indicadores en materia social son incluso menores que países como Haití.
¿Y entonces de qué ha servido tanta riqueza petrolera? ¿Para qué han servido nuestros gobiernos federales priistas y panistas? Unos por corrupción babilónica, otros por ineficacia e inoperancia y unos más por ambas cosas, el asunto es que nuestra economía es la que menor esperanza de recuperación presenta.
Narro dijo otra verdad: "Para el ser humano el conocimiento siempre ha sido importante, pero ahora es fundamental. No hay campo de la vida en el que no influya el saber. Por esto preocupa tanto el desinterés de algunos en la materia, como que en muchos sitios no sea una prioridad o que se le escamoteen los recursos para su generación y transmisión”.
Tal vez por eso Felipe Calderón, quien es capaz de llenar la residencia oficial de Los Pinos para recibir al equipo campeón de futbol o de beisbol, que llama por teléfono hasta el Estadio Azteca para felicitar a la selección nacional por un pírrico triunfo, sólo haya enviado un comunicado de dos párrafos para congratularse por el Príncipe de Asturias a la UNAM.
Como dice el dicho, "en la forma de agarrar el taco se ve el que es tragón"

La fórmula que marginó a Veracruz
Luego de su inaugural dislate en el asunto del incremento de impuestos en el paquete fiscal, los diputados federales veracruzanos tendrán una brillante oportunidad para serle útiles a Veracruz, ya que tanto nos cuestan.
Desde el año pasado, el área educativa del gobierno veracruzano ha sido víctima de una fórmula malévola, aprobada en la Cámara de Diputados, destinada a calcular cómo repartir los recursos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal entre los estados de la Federación.
Derivado de los elementos considerados en dicha fórmula, Veracruz, junto con otros 20 estados, sufrió drásticas reducciones presupuestales que pusieron prácticamente en jaque tanto proyectos puestos en marcha como aquéllos que ya estaban en la puerta de salida.
Se calcula esta reducción en más de 3 mil 300 millones de pesos tan solo el año pasado, y uno de los más afectados de los 21 estados puestos a tan desconsiderada dieta fue precisamente Veracruz.
Desde el foro que han representado las reuniones del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu) para el diálogo con la Federación, el titular de la SEV Víctor Arredondo ha reiterado hasta el cansancio que la fórmula adoptada es inequitativa.
Toma en cuenta solamente a aquellos estados que aportan más recursos que la SEP para la educación básica y normal, y a los 10 que están en ese caso les ha incrementado sustancialmente el presupuesto federal.
Y es inequitativa porque, a contra sensu, no se otorga el mismo privilegio a los estados que más aportan a la educación superior, entre los cuales destaca Veracruz.
Arredondo acudió la semana pasada a la Cámara de Diputados para participar en los análisis que realizan nuestros padres conscriptos del presupuesto de egresos de 2010, y en su participación puso de relieve los graves problemas que la fórmula ha causado a estados que, como el nuestro, enfrentan una mayor complejidad para brindar educación a población que se encuentra dispersa en más de 20 mi comunidades.
Ahí no sólo vio para adelante, sino también para atrás. Y es que lo que no se recibió por esa malhadada fórmula se sigue necesitando porque tuvo que ser cubierto con recursos traídos de otros programas. En efecto, ante diputados propuso la creación de un fondo compensatorio por 4 mil 602 millones de pesos.
El Artículo 27 de la Ley de Coordinación Fiscal contiene los criterios para distribución del FAEB, del Ramo General 33 del Presupuesto de Egresos de la Federación, mismos que consideran la matrícula estatal de educación básica con el 50 por ciento, el gasto federal inferior al promedio nacional el 10 por ciento, la calidad educativa en cada entidad el 10 por ciento y la inversión estatal en educación básica el 20 por ciento.
Sin embargo, la fórmula excluye los costos de la prestación del servicio que impone el medio rural disperso, y tampoco plantea un esfuerzo de financiamiento de los estados que sea proporcional a sus ingresos. De esa manera, como argumentó Arredondo, la fórmula vigente premia a los estados con aportaciones estatales más altas, pero castiga a los de mayor población rural e indígena y con mayor dispersión geográfica, como es el caso del territorio veracruzano.

Una historia de exacciones y castigos
Ojalá la fórmula cambie.
En 2008, 20 estados del país sufrieron una disminución en conjunto de 816.8 millones de pesos, que se redistribuyeron entre 11 estados beneficiarios.
En el año que corre, los afectados fueron 21 estados, mientras que nueve entidades recibieron de la nada 3 mil 335 millones de pesos.
Si nuestros diputados veracruzanos se distraen con las manzanas apetitosas que estarán rifándose para el próximo año en la entidad, y no logran junto con los demás diputados la reforma de la fórmula de asignación de fondos a educación básica y normal, ¿sabe usted cuánto se calcula que será retirado de 23 estados para beneficiar sólo a ocho?
Pues la nada despreciables cifra de 4 mil 602.2 millones de pesos.
En los tres casos, Veracruz está entre los afectados.
En su carácter de coordinador del grupo técnico FAEB-CONAEDU, Arredondo recordó que en 2008 se logró la constitución de un fondo de mil millones de pesos que pudo resarcir casi en su totalidad los recursos financieros perdidos.
Sin embargo, en 2009, la cifra descontada ascendió a 3 mil 335 millones de pesos, de manera que el monto del fondo de compensación (mil millones de pesos) resultó a todas luces insuficiente.

Las universidades, por el mismo rumbo
Quienes también andan con el Jesús en la boca son los rectores de las universidades públicas del país.
Durante la asamblea general de la ANUIES, celebrada en Tampico, los rectores y directores de instituciones de educación superior pidieron a diputados y senadores y al propio gobierno federal que establezcan mecanismos para garantizar recursos a la educación y a la salud y, con ello, contribuyan a aminorar la pobreza y a garantizar un futuro para el país.
Y es que ante la gravedad de la situación, los miembros de la ANUIES no sólo manifestaron su preocupación por la carencia de recursos para afrontar los retos de atención de la demanda y generación de conocimientos, sino que puede haber una crisis social, disfrazada de inconformidad, criminalidad y delincuencia común.
Quítale a educación y oportunidades de empleo digno a decenas de miles de jóvenes y lo que generarás es que, ante la desesperación, buena parte de ellos se unan a la única industria boyante en el país: el narcotráfico y el crimen organizado.
De ahí que sea conveniente un golpe de timón en las prioridades del gobierno federal, para que los miles de millones de pesos que se destinan a los cuerpos policiacos, se inviertan mejor en educación.
Por supuesto, a nosotros nos queda claro, pero no a don Felipe.

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