El problema vial en Xalapa

José Emilio Lobato Corrigeux
Comentario Abierto

Al final del año 2007, con la conclusión de la anterior administración municipal a Xalapa le resultó un saldo favorable, pues en términos generales, los ciudadanos evaluaron en su momento de manera satisfactoria el gobierno del señor Ricardo Ahued Bardahuil.
Entre las ventajas que tenemos que reconocerle, es el de haber realizado su acción de gobierno de manera coordinada y estrecha con el Gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien ha dado claras muestras de tenerle un cariño especial a la Capital de nuestro Estado.
Se realizaron obras de vital necesidad para los xalapeños, entre ellas los puentes sobre las avenidas Murillo Vidal y San Rafael Guizar y Valencia (antes Rébsamen), los distribuidores viales Araucarias y el de las Trancas, se renegoció la deuda para la ejecución del Programa Integral de Saneamiento, se impulsó el aspecto turístico, el artístico y cultural para reposicionar a la ciudad capital como la “Atenas Veracruzana” y para finalizar se logró la reubicación del comercio ambulante que rodeaba el mercado “San José” también conocido como de “Alcalde y García”.
Las avenidas Ruiz Cortines, Lázaro Cárdenas y Murillo Vidal y otras arterias recibieron la visita de un personaje que las transformó y mejoró ante la vista y el comentario de aceptación y simpatía de los ciudadanos que transitaban por ellas, además de convertirse sin quererlo en un espectáculo por la forma en que funciona es el “Dragón Rojo” y para cerrar con broche de oro, no quedaron adeudos y por el contrario se dejó en las arcas 25 millones de pesos.
En fin, dirían en términos de los toreros, se cortó rabo y orejas; sin embargo, aún con estos logros, la administración encabezada por el Licenciado David Velasco Chedrahui enfrentaba un reto mayúsculo, entre otras aristas, el de dar continuación a muchas obras de infraestructura urbana municipal, promover medidas que permitan hacer de Xalapa esa gran capital del Estado de la cual nos sentimos orgullosos.
Una de ellas es el de eficientar las vialidades, pues tenemos que reconocer que ya se hicieron obras importantes que por una parte resuelven y por otra lamentablemente no terminan de resolver el problema de la circulación vehicular, como por ejemplo, la agilidad vial que los puentes sobre Rébsamen y Murillo Vidal dan a los vehículos en sentido hacia el norte, encuentran un cuello de botella en la confluencia de las avenidas Lázaro Cárdenas y Américas que cada vez se hace mas agudo, lo que exigía la construcción de un puente para evitar el congestionamiento y es el que se encuentra en proceso de construcción en la Plaza Crystal.
Por otra parte el puente de acceso a Murillo Vidal ahora reconstruido al colapsarse con motivo de la volcadura de un trailer de 30 toneladas que equivocadamentes subió por él, fué una medida aceptable, sin embargo si dicha arteria se convirtiera en un solo sentido en sus cuatro carriles, sería mucho mas eficiente; sobre todo si continúa por el Palacio Federal, la calle de Enríquez ; prolongando la circulación por Ávila Camacho en un solo sentido en todos sus carriles y continuar la avenida Xalapa, también en un solo sentido en todos sus carriles, hasta llegar a Lázaro Cárdenas para salir a México o a Veracruz.
La modificación de la avenida 20 de noviembre a partir de su confluencia con Ávila Camacho y avenida Xalapa, en un solo sentido fué una medida buena pero si el sentido llegara hasta el panteón de Palo Verde y la convertiría en una arteria de elevadísima eficiencia, en tanto que la avenida Américas al convertir todos sus carriles en un solo sentido, atravesando avenida Xalapa, proseguir frente a la estación de bomberos, continuar en Reyes Heroles e interconectarse con Ruiz Cortines, sin duda que ha sido un acierto.
Sin embargo el Programa Integral de Movilidad Urbana debería con templar un cambio de sentido en la avenida Ruiz Cortines para que todos sus carriles, iniciando en la SEFIPLAN hasta salir a República de Bolivia, en la salida a Coatepec para interconectarse con el Circuito Presidentes y aprovechando esta ruta, cambiar el sentido de la avenida San Rafael Guízar y Valencia (antes Rébsamen) para salir a prolongación Lázaro Cárdenas, ya sea para salir a Veracruz o a la Secretaria de Educación de Veracruz, frente a la Plaza Américas.
La sincronización de los semáforos a 40 kilómetros por hora, de tal manera que al iniciar el primero y conservando dicha velocidad, los automovilistas encuentren de manera continua la señal de siga y en las arterias que se comentan, diseñar un carril de contra flujo para el transporte urbano, de tal manera que la circulación vehicular se volvería mas ágil.
Las medidas propuestas aumentarían la productividad social, disminuirían los tiempos y movimientos de los automovilistas que en su mayoría son agentes productivos, abatiría los índices de contaminación y contribuirían a evitar accidentes viales, adicionalmente eliminarían estrés a los conductores, el resto es cosa de los ingenieros viales y la voluntad política para hacerlo, solo es cuestión de analizarlas y perfeccionarlas, don David tiene la palabra contando desde luego con la valiosa opinión del Gobernador del Estado.
Se valen todas las opiniones, pues del conjunto saldrá la mejor propuesta, lo que no es válido es politizar la medida para encontrarle una motivación electorera, ni conflictuar artificialmente el tema impidiendo el paso de los automóviles, recordemos cuando Hank González trazó la Ciudad de México en ejes viales y hoy siguen funcionando, igual pasó con el Programa de Verificación anticontaminante y hoy a contribuído a poner límites a los índices de contaminación, el ejemplo es evidente, no tengamos temor a la modernidad, evitemos que se aplique el Programa Hoy no circula, esa sí sería una medida extrema.

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