lunes, 4 de enero de 2010

Fox y Calderón: una década de gobiernos fallidos

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI

Los mexicanos inauguramos la primera década del siglo XXI envueltos en dos gobierno federales emanados del PAN, una organización partidista identificada con las diversas corrientes de derecha y ultraderecha que hay en el país, que han convertido a esta organización partidista en su brazo político para acceder a espacios de gobierno en los tres niveles de la administración pública.
Vicente Fox marcó el punto culminante del avance de la derecha en el país, llevando los estandartes de la religión católica hasta los eventos políticos oficiales finalizando de esta manera un largo período del ejercicio del poder en donde se buscó cuidar las formas que otorgaban vigencia a un Estado de carácter laico.
Con esta entrada triunfante a Los Pinos, se le otorgó prioridad a los egresados de universidades y tecnológicos privados para ocupar los principales cargos dentro del organigrama federal. Hijos de “familias bien”, “buenos católicos”, formados en el pensamiento de derecha acudieron a tomar posesión de sus nuevas oficinas.
En el recuento de la llegada de Fox a la presidencia, resulta inevitable recordar la organización “Amigos de Fox” una organización que estuvo bajo la responsabilidad de Lino Korrodi, cuya función consistió en recabar recursos económicos tanto en territorio nacional y en el extranjero violentando los ordenamientos electorales en la materia.
Otro elemento central de la llegada del mata “alimañas, tepocatas y víboras prietas”, fue que logró pactar con las principales empresas mediáticas del país, teniendo a la cabeza a Televisa y a Tv Aztca, quienes a cambio de colocar al guanajuatense en los espacios de mayor rating en el contexto de su promoción electoral, estas empresas fueron (y continúan siendo) beneficiadas por jugosas concesiones.
Esta instalación del brazo político de la derecha mexicana en el poder parecía que iba a llegar a su fin en el 2006, sin embrago, el equipo de Calderón Hinojosa, tuvo la capacidad de capitalizar la estructura montada en el gobierno federal para movilizar sus redes clientelares, al igual que manejar la experiencia generada en el ámbito de la penetración de la mediatización en la política.
Con Calderón, la derecha política-electoral ratificó su pacto con las dos principales televisoras, promover una guerra en contra de quien fuera su principal adversario: Andrés Manuel López Obrador.
Para la implementación de esta guerra sucia, que también abarcó la radio, la prensa, el internet, y la movilización en tierra de miles de personas, Calderón contó con el respaldo de toda una gama de organizaciones de derecha: estudiantiles, religiosas, empresariales, educativas, tanto del país y de otros lugares del extranjero.
Ante esta genuina cruzada para contener a un movimiento emancipador que amenazaba instalarse en la presidencia, no resulta descabellado pensar que Calderón recibió apoyos económicos y la asesoría de especialistas de parte del gobierno de Bush para mantener bajo control el patio trasero de Estados Unidos.
En el ámbito económico, a una década de gobiernos panistas los resultados de la continuidad de las políticas neoliberales iniciadas por el PRI han dejado a la mayoría de la población en la pobreza y la pobreza extrema.
La actual crisis económica que no tiene precedentes en la historia contemporánea de México, tiene su origen en el mantenimiento de los postulados de los organismos financieros internacionales, que Vicente Fox y Felipe Calderón han cumplido al pie de la letra, contando con el respaldo total del Partido Acción Nacional, sus diputados federales y sus gobiernos estatales y municipales.
A la luz de los recientes acontecimientos de la crisis económica, queda más que claro que la ruta para que el país pueda dejar atrás esta grave situación radica en romper en lo inmediato con el neoliberalismo, de fortalecer la capacidad del Estado como motor del relanzamiento de la economía nacional, priorizando el fortalecimiento de la economía interna, deteniendo los procesos de privatización que tanto daño han hecho la mayoría de la población.
Lo anterior es pedirle lo imposible a un gobierno de derecha incapacitado en reconocer que sus decisiones en materia económica nos han llevado a una zozobra en los ingresos familiares.
Al parecer para el Partido Acción Nacional una década perdida en materia económica, política y social no ha sido suficiente para frenar sus fanatismos neoliberales, por lo tanto de regalo de año han decidido aumentarle el precio a las gasolinas, al gas y a la electricidad, conduciéndonos a una espiral inflacional aunado al masivo desempleo que prevalece en el país.
Por lo tanto y sin olvidar el espiral de violencia que nos ha conducido la derecha por insistir en la criminalización de la producción, comercialización y consumo de las drogas, hay elementos de sobra para señalar que estos diez años de gobiernos panistas se han consumado en una década de gobiernos fallidos.

*Director de la revista digital independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx raul@vozuniversitaria.org.mx

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