martes, 12 de enero de 2010

¡La voz!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Decía Galeno que la voz es el reflejo del alma.
Yo no lo creo…
Si bien es cierto que hay tonos de voz que molestan, agradan, sorprenden o fascinan, dudo mucho que reflejen el alma del individuo.
Sí creo que la voz puede ayudar mucho para abrir ciertas puertas…
¿Recuerdan a Wolf Rubinsky? Mi madre decía que tenía “voz de hombre”. En el caso de Paco Stanley nadie decía que tenía voz de hombre pero cuando declamaba, deleitaba.
Dicen que Roberto Madrazo se operó las cuerdas vocales para engrosar un poco su voz que resultaba chillona o de chiquilla y que, a juicio de su equipo de imagen, pudiera resultar molesta a la hora de dar un discurso.
Para que se dé una idea de lo que refiero con “chillona” o “voz de chiquilla”, ojalá recuerde a ese muñeco de ventrílocuo llamado “Titino”.
Aclárenme si estoy equivocado: en política antes había personajes que eran excelentes oradores, llamados también “jilgueros”.
Estos “jilgueros” eran los encargados de dar los discursos que motivaran a la masa presente, que sacudieran al espectador, que hicieran vibrar a la militancia.
Hasta don Rafael Hernández Ochoa se utilizaron porque con don Agustín hubo una transición: de los políticos a los tecnócratas.
Hoy, los tiempos son otros…
Político que quiere convencer, debes ser el de la voz cantante.
Todo esto viene a colación porque hace unos días, mientras comía y escuchaba la televisión, empecé a oír un informe de actividades. Al degustar mis alimentos mantenía la vista baja sin ver el comercial. Sólo escuchaba la voz. Cuando alcé la vista, para prestar mayor atención entonces lo vi: ¡Era Duarte pero no era su voz!
¿Le habrán hecho un montaje de voz en el comercial?
Fue lo primero que se me ocurrió…
¿Se habrá operado las cuerdas vocales?
Fue lo segundo…
¿Estudios de canto o dicción?…
Pudiera ser…
Si así fuera, supongo que el equipo de imagen de Javier Duarte vio que el tono de voz del diputado federal era muy agudo por lo que era necesario educar su voz.
Si estoy mal, por favor, que me corrija el equipo de Duarte.
Parece una jalada lo de educar la voz pero es cierto. Los imitadores, además de su don natural, van aprendiendo algunos trucos para ir dando más tonos.
En las clases de canto, se enseña a respirar, a pararse derechito, emplear el diafragma, las fosas nasales y sabrá Dios qué más.
En las de Dicción, hablar y leer en voz alta es como entonar una misma canción, se les enseña un ritmo, una cadencia, etcétera.
Lo que sea de cada quién, al menos en ese comercial, Javier Duarte sorprende. Se oye bien.
En síntesis, hay una preocupación en el equipo de Javier Duarte por mejorar, desde un aspecto de marketing político y eso es digno de reconocer y habla mejor de él, quien se ufanaba de que su voz no era obstáculo para nada: “¡si no lo fue para el dictador Francisco Franco, con 36 años en el poder…!” Pero parece que ya vio que no.
Bien por Javier, por ponerse a tono…
Pero... es tan malo tener voz de chiquilla... !chequen el video y juzguen!



e-mail: dor00@hotmail.com

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