viernes, 26 de febrero de 2010

Calderón relanza su gobierno

Laura Martínez Aguilar
Investigadora de la UNAM

Las alianzas del PRI con otros partidos son producto de la democracia que vive México. Las alianzas del PAN con partidos diferentes al PRI, son antidemocráticas y fraudulentas. La alternancia en el poder presidencial es lógica, pero la alternancia en las entidades federativas que gobierna el PRI (19) resultan inoportunas, e incómodas.
Estos son, entre otros, los comentarios que han despertado las alianzas del PAN con PRD-CONVERGENCIA-PT-PANAL.
Sin embargo, contrario a lo que se afirma por parte de algunos analistas, el presidente Felipe Calderón Hinojosa decidió que es tiempo de dar la batalla por colocar a su gobierno en la ruta de los cambios históricos y propiciar la alternancia en las entidades federativas.
El presidente Calderón seleccionó la batalla de combatir al PRI en los escenarios de las elecciones estatales de 2010 y 2011, sin olvidar los exiguos beneficios que le acarrearían a su gobierno las reformas fiscal, electoral y laboral con el PRI. Es decir, que en 2010 y 2011, podría no haber reformas relevantes propuestas por el PAN, debido a que el gobierno federal decidió alejarse de sus aliados del PRI.
Si bien es cierto que sin aliados, el PAN no suma voluntades para los cambios, también lo es que cada vez le resultaban más onerosos. En pocas palabras, el mandatario decidió bajar la cortina de la negociación con el PRI y, suspender las costosas operaciones en su relación con el tricolor relanzando su gobierno y, en alianza con el PRD, vencer al PRI en 2010 y 2011.
Veamos: En Durango, a una semana de celebrada la alianza, en las encuestas previas los votos del electorado favorecen dos a uno a José Rosas Aispuro Torres del PAN-DIA-PANAL; en Puebla, ante la desbandada tricolor provocada por la imposición del candidato del PRI, el senador Rafael Moreno Valle Rosas, de la misma alianza, tiene el camino pavimentado para lograr un triunfo arrollador; en Oaxaca, ante el mismo proceso de imposición del candidato tricolor, el candidato de la citada alianza, el senador Gabino Cué Monteagudo se perfila para obtener un holgado triunfo; en Hidalgo de perfila por el PAN Xóchitl Gálvez Ruíz, ex comisionada para el desarrollo indígena, con la fortaleza necesaria para ganar; en Quintana Roo, el tricolor tiene en marcha la nominación del delfín del gobernador, abriendo la puerta para el triunfo a Gustavo Ortega Joaquín, diputado Federal del PAN. Empero en otras entidades sin alianza, como Chihuahua, ante el descontento existente entre la sociedad por el mal gobierno tricolor se perfila con éxito el alcalde panista de la capital Carlos Marcelino Borruel Baquera; en Aguascalientes cuentan con un excelentes cuadros, entre ellos Martín Orozco Sandoval, ex presidente municipal de la capital; en Coahuila, las preferencias favorecen al panista José Guillermo Anaya Llamas; en Nayarit cuenta el PAN con un exitoso prospecto: Manuel Pérez Cárdenas, Director general del FOVISSTE; en Veracruz la nominación del candidato del PAN Miguel Ángel Yunes Linares resulta inminente con todos los elementos necesarios para el triunfo.
Frente a esa realidad, sobran respuestas a las grandes preguntas que resultan sobre las alianzas: el presidente Felipe Calderón hoy tiene la posibilidad de derrotar al PRI, junto con el PRD.
Vale más la derrota del PRI en 2010 y 2011, que las condicionadas reformas con el PRI (inaccesibles, obcecadas y caras) como la fiscal, electoral y laboral. El PAN confirma que tiene estrategias, cuadros y el respaldo de los ciudadanos que quieren un cambio en el presente, con mejores expectativas para el futuro.
Por lo que se refiere al proceso electoral de 2012, en el PRI tienen muy arraigada la cultura del fuego amigo. Diferentes colaboradores cercanos a Enrique Peña Nieto -sobra decir que es el aspirante presidenciable mejor posicionado hoy en día-, me expresaron en confianza su preocupación: el fuego amigo tricolor (tal y como en su momento sufrieron destacados cuadros del PRI, también aspirantes a la presidencia de la República: Madrazo, Montiel, Labastida, Colosio, Camacho, Gutiérrez Barrios, Morales Lechuga, García Paniagua, Díaz Serrano, Ramón Aguirre, Moya Palencia…) siempre presente en la praxis de los procesos de sucesión presidencial, además de que se vive también en los procesos locales, es la infalible regla de oro del PRI que el peor enemigo de un priista, es otro priista, concluyeron los apesadumbrados comentarios.
Las alianzas partidarias han recorrido un buen trecho en nuestro país. Vale recordar que desde 1988 se estableció la alianza transexenal entre el PAN y el PRI, que hizo posible el cambio de reglas del juego en el reparto del poder y, con ello, la alternancia y la llegada del PAN a Los Pinos en el año 2000. Hoy termina una alianza de más de dos décadas -entre tricolores y azules-, justamente cuando el PRI tiene en su futuro una ruta de triunfo. Cuando está cerca del poder presidencial, con las salvedades antes expresadas.
La alternancia en los gobiernos estatales es una necesidad insoslayable, que permitiría gobiernos modernos con mayor transparencia y eficiencia, que sean producto de procesos limpios y democráticos en los que participen abiertamente todos los aspirantes y candidatos que cumplan la normatividad electoral, en un ambiente de civilidad, competencia, en igualdad de condiciones y… que gane el mejor.
¿Es mucho pedir? Parece que sí.

e-mail: lauramartinez_aguilar@yahoo.com.mx

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante!!! No deje de ver la Isla Presidencial, tambien es muy interesante...

http://onseke.blogspot.com/2010/02/blog-post.html