miércoles, 24 de febrero de 2010

¿Estoy o no con Duarte?

Salvador Muñoz
Los Políticos

Ayer me preguntaron si estaba o no con Javier Duarte de Ochoa.
Igual me han preguntado por qué no escribo a favor de Javier Duarte de Ochoa.
La primera respuesta que se me vino a la primera pregunta fue la más absurda y respondí: “Estoy con el periodismo serio, profesional… soy apartidista”.
Por supuesto, fue una gran mentira, porque ni ejerzo el periodismo ni soy apartidista.
No me considero periodista porque estoy muy ajeno a la noble profesión que significa serlo.
El hecho que de vez en cuando haga una entrevista, una notita, una crónica no me hace periodista ni me creo…
¿Columnista? ¡Opinista quizá!
Por otro lado siempre lo he declarado, soy priista. No soy duartista, fidelista o yunista… pertenezco a la única clase que hay en el PRI… priista.
Bueno, aunque hay teóricos que dicen que hay priistas borregos los que a su vez se dividen en dos:
* Los que tienen lana
* Los que siguen al que les pongan enfrente.
Pero igual… ni tengo lana ni sigo cabezas de manada.
¿Estoy o no con Javier Duarte?
Duarte es de los funcionarios que más me ha sorprendido. Es un buen tipo, noble, alegre, de excelente humor que rompe con el tipo del administrativo, del de los números… cuando tengo oportunidad de verlo, me da gusto saludarlo porque percibo en él empatía. Casi tenemos la misma edad… bueno, soy un poco más grande que él y quizá por ello ¡deba respetar mis canas!
El “estoy o no estoy” me lleva a ese palíndromo radical por el lado que se le vea: “Somos o no somos”.
Quizás la respuesta hubiera sido una echeverriana: “Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario”.
Creo Estar más con mi criterio, con mi ideal, con mi espíritu… con el respeto a la ideología de cada quien aunque no esté de acuerdo (voltaireano) esperando reciprocidad en el asunto porque de algo estoy seguro, no tengo verdades absolutas mas que un simple y llano criterio pero que defenderé como perro (Jolopoiano).
Ahora, no siempre voy a escribir de lo que creo que está bien o mal de la vida, del acontecer, de la política o de nuestros servidores públicos por una sencilla razón: a lo mejor no estoy convencido de hacerlo o no tengo convicciones para ello.
Verbi gracia: El Vasco Aguirre y su “jodido”.
Así que, recapitulo: No estoy con ni en contra de Duarte; estoy con mi criterio esperando que Javier Duarte, hombre al que considero inteligente, lo respete. Apuesto a que sí, lo que me preocupa son los “Duartistas” que se sienten más papistas que el Papa, los que interpretan el sentir del “Señor” y aplican en nombre del “Señor” sus juicios.
Ahora que si quieren saber por qué no escribo a favor de Javier Duarte de Ochoa, la respuesta es muy sencilla:
¡Ya hay muchos! ¡Pa’ qué uno más!

e-mail: dor00@hotmail.com

2 comentarios:

Eugenio Ocaña dijo...

Me parece muy bueno tu comentario, creo que muchos aun sin sen comentaristas se sienten identificados con tus ideas. Saludos!

Eliseo Tejeda dijo...

ah que mi Chava, que bueno que no hablas a favor de Duarte, nomás le echas la siguientes florecitas "Es un buen tipo, noble, alegre, de excelente humor que rompe con el tipo del administrativo, del de los números… cuando tengo oportunidad de verlo, me da gusto saludarlo porque percibo en él empatía..."