Mejor hay que seguir al deporte serio

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Son días de cierta calma para los aficionados al deporte. Culminaron los play offs de la Liga Inverna Veracruzana, con una tremenda campaña de los Brujos de Los Tuxtlas; luego, la conclusión de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional con el tetracampeonato de los Halcones UV Xalapa, ¿y ahora qué sigue?
Porque se viene de vivir un inicio de año trepidante, con mucha adrenalina y el cuerpo no quiere un bajón tan drástico, pero qué opciones tenemos para la entidad.
En el puerto jarocho ya hasta veo asfixiante el tema de los Tiburones Rojos. Realmente es de reconocer la loable afición al equipo, que en cada foro público que tienen se expresan por la gris situación que viven los escualos.
¿Pero realmente el Club Veracruz será lo que se necesita para cumplir con ese factor de emoción? O sea, los medios de comunicación hacemos la labor para ensalzar al plantel de Mohamed Morales, pero sólo por eso se da de qué hablar, ya que por logros es difícil reconocer algo.
Ahora, los Albinegros de Orizaba pudieron ser ese caballo negro que se ganara al público del estado y a pesar de que durante ocho jornadas ha mantenido una racha invicta, está muy cerca de quedar fuera de la liguilla, porque han sido puros empates; además que la gente de la Ciudad de las Aguas Alegres tampoco se ha metido mucho con su equipo.
Mientras que en el beisbol, pues para qué hablar. El inicio fue el esperado. Series perdidas. Los Rojos del Águila ante Pericos de Puebla en el Parque Beto Ávila; en tanto que los Petroleros de Minatitlán fueron barridos por los Guerreros de Oaxaca en el sur veracruzano.
Y el mejor reflejo de que las expectativas no son amplias para los conjuntos de la Liga Mexicana de Beisbol es que las gradas lucen casi vacías.
¿Entonces qué nos queda después de estos ladrillazos de equipo que dan o darán pocas satisfacciones a una entidad que necesita celebrar?
Pues volteemos la mirada al deporte amateur, porque los hombres y mujeres de ese rubro, ya sean niños, jóvenes o adultos, que cuentan con un presupuesto ínfimo en comparación a los del plano profesional en Veracruz, han dado, dan y darán más premios para el estado.
Hay que estar pendientes de ellos, de los atletas y entrenadores, no de los directivos, porque esos sólo quieren salir en la foto y colgarse medallas a pesar de que no hicieron nada; esos tumores no han podido ser extirpados aún.
Y si estos deportistas son dignos de todo reconocimiento, al lograr cosas con apoyos limitados, ni qué decir de los que cuentan con capacidades diferentes, que todavía más son subrayables y harán más que Tiburones, Albinegros, Águila o Petroleros, pero sus reconocimientos son menores. ¡Qué poca madre!
Hasta la vista.

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