domingo, 14 de marzo de 2010

4 de julio ¡“frabulloso” día!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Encontrarse uno a sí mismo es el reto que tenemos todos en la vida.
A veces chicos, a veces grandes, el asunto es encontrar el tamaño ideal de nosotros. Nuestra vida puede ser un juego de naipes o un tablero de ajedrez, donde podemos poner todo a la suerte o a nuestro intelecto.
Podemos creer que somos y realmente hemos perdido un mucho de nuestro ser por creer que todo es imposible cuando podemos despertar un día y pensar en un minuto seis imposibilidades…
Como la siguiente historia de un lugar maravilloso que de pronto fue dominado por un color en particular: el rojo… entonces hubo sombras, miedo, temor.
Su majestad pintaba todo de rojo. ¡Hasta a la rosa blanca le cambiaba el color!
Sus palabras eran órdenes y había que cumplirlas a cabalidad.
Sus súbditos dieron uso al chantaje, a la extorsión, a la presión contra aquellos de espíritu blanco para que apoyaran al rojo… prometían esperanza y libertad con un sadismo suave, terso, hipócrita…
La gente que le rodeaba trataba de serle grata y para ello la lisonja, la zalamería, la coba se reflejaba en sus palabras…
Igual, con prestancia, buscaron parecerse a su majestad en cualquier forma pero sin que nadie osara tener su cabeza... su gran cabeza… ésa sólo la tenía su majestad.
Su alteza, quien prefería ser temida antes que amada, era protegida por guardianes rojos, de cara furibunda que acompañaban a una bestia en la caza de quienes no compartían el reinado rojo.
Pero tenían miedo a alguien, a un personaje vestido de azul, un azul bello que creía saber quién era pero no lograba convencer a los que depositaron su confianza en ella.
Este personaje de ropajes azules tenía un destino: ¡Enfrentarse a su majestad roja en el “Frabulloso” Día!
Personajes estrafalarios entonces lo apoyaron, lo siguieron, sin importarles que desataran la furia roja… algunos acabaron en la cárcel.
Nuestro protagonista azul, para llegar al reino rojo, cruzó por aguas de cabezas, de decapitados, donde la justicia se representaba por una oración de su majestad roja para aquél que no estuviera de acuerdo con su forma de ser, de pensar o sencillamente cuando descubría que alguien se había comido sus pasteles: ¡Que le corten la cabeza!
Entonces, desde las entrañas del Palacio rojo, muchos empezaron a rebelarse para unirse a la batalla que habrían de celebrar en ese “frabulloso” día el personaje de vestimenta azul contra el monstruo que controlaba su majestad roja.
El final de ese “frabulloso” día no se los cuento… pero si quiere saber más de este lugar maravilloso le recomiendo una cosa:
¡Vaya a ver “Alicia en el País de las Maravillas” de Tim Burton, acompañado de su familia, con sus hijos… la disfrutará.
Por supuesto, no es el clásico cuento que quizá escuchó o leyó en su infancia, ¡ya sabe cómo es Tim Burton!
Contrario a lo que ocurre en Veracruz, en el País de las Maravillas la disputa es Blancos contra Rojos, mientras que aquí, será azules contra rojos…
En la película de Tim Burton es claro quiénes son los malos… en Veracruz usted HAGA su propio CRITERIO… ¡HÁGALO! y al igual que Alicia en el País de las Maravillas ¡ojalá se encuentre!

e-mail: dor00@hotmail.com

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