jueves, 15 de abril de 2010

Los ciegos y el elefante

Salvador Muñoz
Los Políticos

La libertad de expresión es quizás el arma de doble filo más placentera que puede tener un ciudadano (no es exclusivo de quienes se dicen periodistas, columnistas, comentaristas u opinistas) aunque por lo regular, se le olvida ejercerla o sencillamente en los medios a los que debe de acudir, ¡no lo pelan!
Dicen que la administración de Tío Fide es represiva con respecto a la Libertad de Expresión… lo dudo.
Y no me habrá dejar mentir quien trabaja en estos menesteres: Si hay alguien más represor que el Gobierno, léase alcalde, diputado, gobernador o presidente, puede ser el mismo medio para el cual uno trabaja o colabora, emblematizado en la figura de un “dueño” del periódico, radio o canal o hasta jefe de Información o Redacción, como gusten llamarles.
Los medios de información, la mayoría, siguen “líneas de trabajo” que pueden ser dictadas por los convenios propios que se hacen con los gobiernos o por los convenios propios que NO se hacen.
Por supuesto, pocos son los que aplican “Me compras espacio, no el medio” y se van mejor en una línea oficiosa, sin chiste, ni gracia y por supuesto: ¡Sin periodismo!
La revista “Proceso” es de aquellas que venden “espacio” no su conciencia… ¡chequen cuánta publicidad federal tiene!
Así pues, más que cualquier gobierno, muchas veces el represor de la libertad de expresión puede ser el mismo medio de información.
Es más, hay uno peor que el mismo medio de información… se trata de uno mismo.
Uno mismo cuando dice: “Esto no lo manejo porque de todas formas no va a entrar” y prefiere omitir su trabajo.
¿El gobierno de Fidel Herrera es represor?
Creo que hay dos formas para calificar esta pregunta:
La primera: Cada quién habla como le va en la “feria”…
La segunda, tan similar, pero más anecdótica, refiere al cuento de los ciegos que iban de safari a la sabana africana…
Su guía, compadeciéndose de ellos, les acercó a un elefante sin decirles qué era, para que ellos lo percibieran.
* El primero de ellos palpó y le dijo al guía: ¡Es un árbol!
El guía se acercó y le dijo… no, es una pata…
* El segundo ciego se acercó y dijo: ¡Es una palma!
El guía le dijo: no, es una oreja…
* El tercer invidente se fue al frente y dijo: ¡Es una lanza!
El guía, sereno, le dijo: no, es un colmillo…
* El cuarto ciego, escuchando lo que les decía el guía a sus compañeros, gritó: ¡Ya sé qué es! ¡Es un elefante! ¡Y estoy agarrándole su enorme trompa!
El guía, al tiempo que aplaudían sus demás compañeros, le decía: ¡Efectivamente! ¡Es un elefante! Pero lo que le está agarrando ¡no es precisamente la trompa!
Así pasa con algunos reporteros, columnistas, medios de comunicación… piensan que tienen al elefante por la trompa pero es por lo que “perciben”…
Si me preguntan, ¡yo prefiero la colita del elefante!

e-mail: dor00@hotmail.com

1 comentario:

Eliseo Tejeda dijo...

juar, juar, juar, así es, cada quien habla de la feria como le va en ella. Eso de que el Tío Fide es represor ¿se debe a una lastimera carta que circula por internet de alguien que se queja de que va a una casa de gestión y lo hacen esperar por horas para darle unos cuantos cientos de pesos? Mira que anda en Xalapa un "periodista" encaramado en una flamante camioneta de color negro con la leyenda en letras rojas "Cumplir es nuestro latir" y que antes de eso, hasta se fue a quejar de Tío Fide a la ONU. Ya cambió de pensar como Espino jejeje