jueves, 6 de mayo de 2010

Fe ciega

Salvador Muñoz
Los Políticos

Hoy quisiera no escribir… más bien transcribir. Por lo regular recibo muchos correos, la mayoría anónimos… éste que me llegó viene bajo el nombre de Rodolfo Daniel Quiroz Juárez, que supongo es un cordobés.
Quiero transcribir, no escribir, porque el señor Rodolfo Daniel Quiroz Juárez me hace dos comentarios con respecto a mi opinión a una foto donde aparece la joven diputada federal Daniela Nadal Riquelme en una fiesta con la pierna derecha cruzada.
Esto no tendría nada de extraordinario de no ser porque la joven Daniela, de acuerdo a su dicho, sufrió una lesión medular que le impide movimiento en las piernas.
Chequé y consulté. Escribí lo que un traumatólogo opinó, con tan sólo ver la foto y el comentario que la misma joven que habrá de cumplir 23 años este noviembre dijo respecto a su lesión… y la respuesta del doctor y de lo que busqué en la Internet causó molestia, razonable, lógica y respetable, misma que dejo a su consideración:
“Sr. Muñoz.
“Antes que nada, le quiero decir que es muy fácil dudar de las personas, pero, usted como comunicador (hábil como se ve en el uso del internet y en eso de consultar a traumatólogos) con el debido respeto sólo le quiero comentar dos cosas:
“1.- Conozco a la familia Nadal y en particular a los jóvenes Daniela y Miguel Ángel desde que eran niños por ser compañeros de la escuela de mis hijos. Actualmente no tengo relación con ellos pues nuestros hijos ya no están en las mismas escuelas; sin embargo, como muchas otras personas de Córdoba, amigos de la familia y compañeros de la escuela de los adolescentes, en aquel entonces, fui al hospital y a su casa en más de una ocasión para acompañar a la familia después del accidente y fue muy triste ver por todo lo que Daniela tuvo que pasar. Vi todas las penurias por las que pasaron para ir aceptando la idea de su parálisis, los tratamientos, las terapias, las veces que Daniela no deseaba ver a nadie y prefería quedarse sola en su recámara; los esfuerzos diarios que hacían su padre y su hermano para subirla y bajarla de su recámara –que está en el primer piso de su casa–, vi las transformaciones que tuvieron que hacer en los accesos de su casa, vi cómo su familia se ha confiado en la oración, así como el proceso de adaptación y de replanteamiento de metas y búsqueda de motivaciones para funcionar como familia en esta situación tan particular.
“Simplemente calcule usted que en 2005 Daniela era más jovencita, pasó por todo esto y hoy, a sus 21 años, que ella sonríe, se pone guapa, y se atreve a que su mamá o ella misma, con sus propias manitas, se coloque la pierna cruzada sobre la otra; trata de ser feliz, útil y vivir lo más normalmente que su situación se lo permite y entonces sin verdaderamente saber a ciencia cierta quién es Daniela Nadal, a usted se le ocurre pensar que ella es parte de un engaño político y con mucho cinismo, hablando sobre todo de fe usted a nombre de TODOS los veracruzanos hace este fundamentado comentario:
‘aunque creo que todos los veracruzanos estaremos de acuerdo en hacer a un lado a la ciencia fría, precisa, exacta y nos arropamos mejor en la fe para poder decir que estamos frente a un milagro del Señor y Daniela se está recuperando… ¡amén!’
“2.- Me permito decirle como segundo comentario que si desea usted ser un periodista serio, que se le tome en serio, tan sencillo como acercarse a Daniela, hacerle una entrevista, ver qué tanto se ha recuperado en estos años, ver cómo vive, e incluso tal vez pedirle le muestre su historia clínica”.
Hasta aquí los comentarios.
Sólo preciso algunos puntos:
1) No soy cínico, soy sarcástico.
2) Nunca se me ocurrió pensar que “ella es parte de un engaño político”… eso lo pensó usted.
3) Sé lo que es una incapacidad… por cierto, cuando me lesioné ¡viera cuánto me adelgazó la pierna!
4) Si la señora Riquelme le cruza la pierna a su hija o ella misma como usted dice, mis respetos: tienen mucha fuerza… de voluntad. A mí me costó trabajo cuando lo intenté.
5) No pongo en duda que la joven Daniela haya sufrido alguna lesión… sólo pareciera que no es medular, sino vertebral como dijo el traumatólogo… no yo.
6) ¿Una entrevista? No soy reportero, pero créame que hay muchos que gustosos le harían (harán) la entrevista.
7) Y por último: No aspiro a ser periodista… estoy muy lejos de eso. Por eso sólo opino e insisto: El caso de Daniela Nadal Riquelme es para dejar a un lado a la ciencia y arroparnos en la fe en la misma diputada federal… ¡y la fe es ciega!

PD Encontré más fotos de Daniela con la pierna cruzada… creo que eso es recuperación. ¡Qué bueno por ella!



e-mail: dor00@hotmail.com

2 comentarios:

Eliseo Tejeda dijo...

Ni modo Chava, son gajes del oficio. Muchos lectores quisieran que los periodistas escribieran a su modo, hablar desde sus propios puntos de vista, opinar lo que a su juicio creen es lo correcto y verdad completa. Tu sarcasmo llega a ti mismo cuando dices que no eres periodista ni reportero, entonces creo que lo fuiste cuando coincidimos hace algunos y durante varios años, hasta cuando una vez fuimos justos a México para un curso de CIMAC sobre equidad de género. Yo tengo los diplomas por cierto. Bueno, entonces ahora eres blogero ¿supongo bien? aunque claro, algunos dirán que eres c... iudadano, pero yo no, eh? que quede claro... jajaja

edna rivera dijo...

jojojojojo... estuvo bueno el chileseco... ¡ah qué enchilada se dio este señor!..