El debate

Salvador Muñoz
Los Políticos

Ni debate ni fut…
No sé usted, lector, pero en lo particular a mí no me interesa el debate de ninguno de los candidatos en sus diferentes escalas… a excepción de uno.
Es más, ni presté atención a lo que dijeron, en el caso de Xalapa, Américo, Lobato y De la Torre, aunque sabía lo que iban a publicar:
Cada quién daría ganador a su candidato.
Tengo la pequeña sospecha que más que interés por un debate, entre los medios de información hay un interés morboso para ver qué se dicen, qué no se dicen y cómo responden.
Ayer, por ejemplo, que el debate fue a las diez de la mañana, el único interés que me movía era saber cuánto iba Japón contra Camerún… en la oficina no hay televisión, bueno, sí hay, pero no están en servicio… ni debate ni fut… ¡Informadores desinformados!
Así que la última opción que se tiene para saber o ver los partidos es la Internet… siempre y cuando la red esté funcionando perfectamente, si no, sencillamente es imposible.
El hecho de que no me interese presenciar un debate es por una razón simple: Tengo definido perfectamente por quién no voy a votar.
Entonces, muy difícilmente, en el caso de Américo, Lobato y De la Torre, dijeran lo que dijeran, me van a hacer cambiar de opinión.
Lo mismo ha de ocurrir con Elizabeth, Pérez Vignola y Uriel.
Sé perfectamente a quién darle mi voto además de que a quien he de dárselo tiene la misma percepción que yo con respecto a tratar de hacer algo por Xalapa, sus ciudadanos y sus nuevas generaciones.
Ahora, bajo el supuesto de que usted no tenga definida su decisión para cruzar la papeleta este cuatro de julio, y sencillamente trabajaba a la hora que se dio el debate de candidatos a diputados, tanto por el distrito urbano como el rural… ¿en verdad va a creer en los medios de información quién fue el ganador y ello va a motivar su elección?
No creo que sea incrédulo.
Pero si me pregunta por el debate de candidatos a Gobernador, créame (sea crédulo) que estaré más interesado en ello, no porque no tenga definida mi elección, ahí, lo confieso, he de querer presenciarla por morbo.
Quiero ver a “mi candidato” empleando argumentos, no falacias; quiero ver a “mi candidato” con buenas tesis, no oratoria… quiero verlo en el campo de batalla, capaz de defender sus ideas y propuestas…
No me importa si “pierde”, si “gana” o “empata”… tiene definido mi voto.
Es como el América… puede ir de la chingada en el torneo, pero siempre le iré al América.
El asunto es que si gana, le daré mis respetos, igual si pierde o empata, pero si no sabe ganar o no sabe perder, igual tendrá mi voto, pero jamás mi respeto.
Sólo por eso quiero ver ese debate.

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