miércoles, 21 de julio de 2010

Partido de la Gente Bella


Salvador Muñoz
Los Políticos

El tema de la belleza es de por sí polémico.
Es una cuestión de cultura, perspectiva y particularidad que a veces se torna en generalidad.
En Rumania, Sanziana Buruiana pretende conformar un partido sui generis: El Partido de la Gente Bella.
Y una vez leídas sus intenciones, uno tiene en claro que no es un partido de exclusión ni de bagatelas.
Aunque no se crea, tiene un fundamento: La salud pública y por ende, la financiera.
Le cuento:
Sanziana es una modelo de 26 años, rubia y, dentro de nuestros estándares, bella.
Al ver en su país un sinnúmero de gente obesa, ideó crear el partido de marras con la intención de que si llega al Parlamento, proponer multas a cada persona que rebase su peso ideal. Dichas infracciones oscilarían en diez euros; un aproximado de 165 pesos ¡por cada kilo de más!
Parece absurdo, verdad… pero aquí, en Veracruz, tal pretensión pondría a sudar, más que en campaña, a Javier Duarte (quien ya recuperó los kilos perdidos), Alfredo Gándara (que nunca los perdió), a Mayito Robles (recién estrenado encargado de la dirección de Comunicación Social de Gobierno del Estado) o al amigo Mario Lozano (jefe de prensa del PRI estatal).
Y dije “parece absurdo” pero no lo creo.
Primero, porque es innegable que para Sanziana, la belleza implica estar sano, no infiere en su pretensión cuestión estética.
Además, la Buruiana considera que la obesidad repercute en el presupuesto del Estado…
Veámoslo así:
Sin pretender ser peyorativo, quien es gordito es propenso a contraer una serie de enfermedades que van desde diabetes, hipertensión arterial, cálculos biliares, hígado graso, aumento de colesterol y triglicéridos, cáncer (desde colon, mama, recto y endometrio), osteoartritis, trastornos en la menstruación o infertilidad y dermatológicos como crecimiento de vello en la cara o engrosamiento de la piel en áreas como cuello y axilas.
El asunto es que si usted empieza a padecer algunas de estas enfermedades, si tiene Seguro Social, Issste o cualquier otra forma de atención médica, lamentablemente usted es un gasto para el Gobierno.
Peor aún, si no cuenta ni con Seguro Popular, su obesidad pasa a ser un gasto para su bolsillo (si cuenta con empleo) o para sus familiares que tendrán que hacerse cargo de medicinas, atenciones, alimentos, dietas, consultas y un sinfín de etcéteras cuando repercuta su enfermedad.
En el caso de que usted sea de los que gustan o tengan que salir por necesidad a la calle, se encontrará que primero, no es un mundo para obesos. Subir a un autobús es una especie de suerte y un milagro encontrar asientos que tengan la suficiente distancia entre sí para que al menos pueda ir sentado como Horacio: “una nalga adentro y otra en el espacio”.
Sí, la obesidad implica más que Salud Pública… es una cuestión económica a la que, al menos en México, nuestras autoridades le temen igual que perder una elección.
¿El Partido de la Gente Bella? Suena descabellado, pero tiene un buen sentido.
Claro, aquí en México o Veracruz, difícilmente se podría pensar en multas porque, por principio, habría que pasar “a báscula” a nuestros políticos quienes deberían ser los primeros en poner el ejemplo ¡y parece que ganan en euros!

e-mail: dor00@hotmail.com

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