lunes, 23 de agosto de 2010

El turismo en Veracruz

Luis Alberto Romero

A pesar de los esfuerzos de la iniciativa privada y del propio gobierno por consolidar a Veracruz como el más importante destino turístico del país, a pesar de la millonaria inversión en promoción y en creación de infraestructura, aún no se ha explotado toda la capacidad de la entidad en esa materia.
Contamos con todo el potencial para el desarrollo de proyectos que promuevan el turismo de playa, el cultural, el ecoturístico, el histórico y el de negocios; sin embargo, la falta de infraestructura, los malos servicios y las deprimentes carreteras, entre otros factores, son un obstáculo para detonar el turismo, actividad terciaria de la economía que genera a nuestro país ingresos por más de 13 mil millones de dólares al año.
Desafortunadamente, nuestro estado poco figura entre los más importantes destinos turísticos de México, desde la perspectiva internacional. Así, la derrama que genera la actividad turística a Veracruz es baja, porque la gran mayoría de los visitantes son nacionales, es el turismo de jícama y horchata, los visitantes extranjeros se enfocan a destinos como la Riviera Maya, Los Cabos, Huatulco, Manzanillo y Acapulco. En términos de turismo histórico y cultural, Chichen Itza, Uxmal y Tulum pasan por encima de Tajín, Cempoala y Tres Zapotes.
Desde el gobierno de Miguel Alemán, por ejemplo, se inició el proyecto de promoción internacional de Tajín y se destinaron importantes recursos para la organización de la cumbre que lleva el nombre de ese sitio arqueológico del Totonacapan; esos festivales artísticos y culturales se siguieron efectuando durante el gobierno de Fidel Herrera, pero la preocupación se ha centrado en los espectáculos, dejando a un lado los servicios, la atención al visitante y la creación de una infraestructura carretera de primer nivel.
Y es que la atención del gobierno se ha centrado en la zona de Veracruz-Boca del Río, donde se cuenta con playas, servicios, buenas vías de comunicación, así como una infraestructura que incluye hoteles de cuatro y cinco estrellas. Sin embargo, el resto del estado, que tiene sitios arqueológicos, playas menos contaminadas, lugares para el desarrollo de actividades ecoturísticas y de aventura, etcétera, se encuentra olvidado: no se capacita al prestador de servicios, la atención en hoteles es deficiente, las carreteras están en deplorables condiciones y, por si fuera poco, no hay promoción de los atractivos.
Los recursos del impuesto del dos por ciento al hospedaje –que se cobra en todos los hoteles de la entidad– se destinan, casi íntegros, a la promoción de Veracruz-Boca del Río en el plano nacional e internacional; sin embargo, no han beneficiado a otros destinos veracruzanos que cuentan con potencial turístico.
Lo peor: hay tantos cambios en el área de turismo de gobierno de estado, donde han desfilado ya tres titulares, que se duda de la continuidad de los programas y también de la capacidad de quienes han sido colocados en esos espacios. Quien ostenta el cargo de secretario actualmente, Ángel Álvaro Peña, ya ha tenido diferencias con los representantes de Canirac y Canaco, lo cual no es un buen indicativo de las relaciones que deben prevalecer entre la iniciativa privada y el Gobierno del Estado.
Capítulo aparte merece el tema de las tarifas de transportación y hospedaje: es más caro viajar en avión del Distrito Federal a Veracruz, que a la Riviera Maya; resulta también más costoso hospedarse en la zona donde se realiza la Cumbre Tajín que en la que desarrolla el Festival Cervantino.
En Xalapa tenemos otro ejemplo: cada año, la Universidad Veracruzana realiza el festival Junio Musical, que presenta lo más destacado de expresiones artísticas como danza, teatro y ópera, desafortunadamente, tampoco se observa una preocupación por la promoción de esta actividad con recursos el impuesto anteriormente citado, que administra la oficina de visitantes y convenciones, ubicada en el puerto de Veracruz.
Los datos que se manejan en la secretaría de turismo, por cierto, hablan de una inversión de 70 millones de pesos en este año para la promoción del estado; de la construcción de 500 nuevos hoteles durante la presente administración y de un notable éxito al ubicar a Veracruz como destino de inversiones cinematográficas; sin embargo, las instancias responsables del área deben voltear la mirada hacia otras regiones, como el Totonacapan, los Tuxtlas y la Huasteca, por ejemplo, porque el estado de Veracruz no sólo es el puerto, ni comienza en La Antigua para terminar en Medellín.

luisromero85@hotmail.com

1 comentario:

Pablo Perez dijo...

Que hermoso destino para hacer turismo! El año entranto quizas viaje y reserve un Hotel en Veracruz... Ojala me vaya bien y pueda disfrutar. Saludos!