miércoles, 11 de agosto de 2010

La tremenda corte

Luis Alberto Romero

Contundente, demoledor, así fue el golpe que asestó la magistrada Yolanda Castañeda Palmeros al nombramiento de Edel Álvarez Peña, Gladys Pérez Maldonado y Fernando Charleston Salinas como magistrados del poder judicial de Veracruz.
Sin mordaza, la magistrada de la Sexta Sala Civil habló de la inexperiencia que en materia de impartición de justicia tienen los susodichos, porque no basta ser abogado para ocupar un espacio en la máxima instancia del Poder Judicial del Estado. Dice que es el sentir generalizado de quienes integran el Poder Judicial, proyectistas, jueces y magistrados, aunque hayan optado por el silencio.
La magistrada expone su inconformidad contra el nombramiento de Gladys, Edel y Charleston y dice que una vez que la legislatura aprobó la inclusión de ese trío en la lista de magistrados, el pleno de los togados debe ubicarlos donde menos daño hagan, donde su presencia resulte inofensiva. Quien quedó excluido del severo pero certero juicio, por cierto, fue Víctor Manuel César Rincón, en quien sí reconoció capacidad.
Puso el dedo en la llaga y señaló que Veracruz es el único estado donde la carrera judicial no se respeta y que, por consiguiente, “cualquier pendejo puede ser magistrado”, aquí habría que suponer que cuando Castañeda Palmeros se refiere a “cualquier pendejo”, no usa la expresión como insulto, sino como una definición de capacidades, aptitudes y cualidades, aunque de cualquier manera los nuevos magistrados salen raspados.
El asunto que expuso Castañeda no es menor, porque la aplicación de la ley no puede quedar en manos de personas que no cuentan con la capacidad, ni con la trayectoria, ni con el paso previo por juzgados y cargos menores dentro del mismo poder judicial. En ese sentido, recordó que fue Patricio Chirinos el último gobernador que promovió la carrera judicial y que para ocupar el cargo, ella tuvo que pasar por 16 juzgados durante 25 años, además de contar con la obligatoria carrera de derecho, maestría y doctorado. Habrá que ver, en ese sentido, las credenciales que muestran Edel, Charleston y Pérez Maldonado.
Héctor Yunes Landa, presidente de la Legislatura del Estado, prácticamente llamó a la magistrada a respetar a sus “colegas”, y afirmó que se debe tener más respeto… “En un poder que nos debe dar certidumbre, seguridad, tranquilidad”, lo cual resulta curioso porque la expresión de la magistrada Yolanda Castañeda va en el sentido de que los nombramientos que salieron del congreso local le restan seriedad y también confiabilidad al poder judicial; es decir, el origen no está en la inconformidad, sino en el nombramiento mismo, que constituye un acto que desalienta la carrera judicial.
Lo cierto, a fin de cuentas, es que los nombramientos en esas áreas deben privilegiar criterios de capacidad, trayectoria, experiencia, formación profesional, etcétera. El poder judicial, en el que descansa la correcta aplicación de la ley en Veracruz, no puede ser ni botín político, ni agencia de colocaciones.
Al final, el pleno del Tribunal Superior de Justicia de Estado ya asignó posiciones a sus nuevos integrantes: Fernando Charleston Salinas, al Tribunal de Conciliación y Arbitraje; Gladys Pérez Maldonado, al Tribunal de lo Contencioso Administrativo, Víctor Manuel César Rincón, a la Quinta Sala en Materia Penal; mientras que Edel Álvarez Peña Peña será magistrado visitador.
En otro dato del poder judicial, Haydé González Rebolledo y Antonio López Villalba, magistrados ambos, se aferran al jugoso salario que perciben por cuenta del erario público y aunque ya venció su periodo de diez años, promovieron un amparo para quedarse en el cargo.

luisromero85@hotmail.com

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