viernes, 3 de septiembre de 2010

Educación y el pasado

Enrique Yasser Pompeyo Díaz
Mesa de Redacción

Duro y a la cabeza. Así fueron las declaraciones del periodista argentino Andrés Oppenheimer al participar en el II Encuentro de Docentes Iberoamericanos que se realiza en Boca del Río.
Fue claro al señalar que si México mantiene el primer lugar mundial en vacaciones en su sistema educativo, sin cumplir su calendario escolar de 200 días, con alrededor de 150 días al año, nunca va a progresar.
A la par también dijo algo cierto. No habrá progreso ni desarrollo en los países latinoamericanos, como México, si los gobiernos están más obsesionados por el pasado, como se puede ver con los festejos del bicentenario, y no ven hacia el futuro ni invierten en la educación, especialmente a favor de los maestros.
Nuestro país se ubica en el lugar 82 del mundo con respecto a la economía, pero hay varias claves para que pueda salir adelante.
Primero, es fundamental apostar hacia los maestros, pero no como un mayor gasto o dinero sino con mayores exigencias hacia el sector, sin los privilegios de cumplir sólo 150 días de los 200 días de clase de su calendario escolar.
Sin bien reconoció que es bueno que los países latinoamericanos estén inmersos en los festejos del bicentenario, criticó el hecho de que se está más obsesionado por el pasado que por el futuro, más por los temas o problemas internos y no por mirar afuera, ver qué está pasando en otras naciones con resultados exitosos.
Como ejemplo mencionó a Pekín, donde los niños prácticamente todo el día se la pasan preparando. Relató que en un aula observó si bien no mucha tecnología como en cualquier plantel de México, sí la presencia de los abuelos y abuelas en el mismo salón. La familia asiática invierte todo su tiempo y todo su dinero en la educación de sus hijos.
En China se acentúa el respaldo porque se tiene la política de un solo niño, entonces los dos padres y los cuatro abuelos están enfocados a su preparación.
De manera que todo esto se traduce en los resultados de las evaluaciones internacionales en materia de educación. Oppenhemier ejemplificó que en la prueba PISA nos superan por mucho. En matemáticas, por dar un ejemplo, solamente tres de cada mil estudiantes mexicanos saca el promedio más alto, mientras que en Corea del Sur son 182 por cada mil.
Ojalá y la exposición del periodista les haya movido –aunque un poco– las neuronas a los políticos presentes y hagan algo para mejorar las políticas públicas y no sólo se quede en eventitos para la foto.

enriquepompeyo@hotmail.com

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