jueves, 23 de septiembre de 2010

La democracia es una cáscara vacía

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

¿A quién le importa la democracia? Quizás a todos nos incumbe, pero pocos sabemos quién es ella, cómo viste, cómo anda, cuáles son sus gustos, sus desagrados, sus virtudes, sus errores, su pecado mortal. En fin, ¿qué es la democracia? “Sepa la bola”, dijera mi sobrino de seis años.
Pero, ¿a qué tanta supuesta preocupación? Pues resulta que el pasado 15 de septiembre fue el Día Internacional de la Democracia y casi nadie dio cuenta de ello, se nos pasó en gritos y festejos. Por eso, en esta ocasión, esa palabrita, “democracia”, se me viene a la mente y me pregunto, como me interrogó un taxista hace unos meses, ¿qué chingaos es eso?
Dejo a los sabihondos den las respuestas chingonas y ojalá las pongamos en práctica, porque todos estamos involucrados, voluntaria o involuntariamente; ya lo dijo Charles Bukowski, la diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes.
Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU, a propósito del Día Internacional de la Democracia, dijo que todos los dirigentes mundiales convinieron en que la democracia, el desarrollo y los derechos humanos son interdependientes y se refuerzan entre sí. ¡Órale!
Agregó que todos los gobiernos del mundo resolvieron no escatimar “esfuerzo alguno por promover la democracia y fortalecer el imperio del derecho y el respeto de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales internacionalmente reconocidos, incluido el derecho al desarrollo”. ¿En serio? Pues nuestro gobierno de México la está regando, como siempre.
Y Ban Ki-Moon reafirmó que “los elementos como la transparencia, la rendición de cuentas y una gobernanza receptiva son esenciales para que nuestra labor en favor del desarrollo se vea coronada por el éxito. Mecanismos sólidos de control, una sociedad civil dinámica, el libre intercambio de información e ideas, la participación ciudadana; todos estos rasgos distintivos de la democracia son también ingredientes cruciales para generar crecimiento económico y garantizar la justicia social”. ¡En la torre!
Pobre México nuestro, con todo bicentenario y centenario. Porque creo, junto con Nelson Mandela, que si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento. ¿O no?, mis amados lectores fans.

De cinismos y anexas

En todo caso, me adhiero al político que piensa que el amor es una verdadera democracia, porque goza tanto el que está arriba como el que está abajo. Bien, alabaos seamos los democráticos.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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