domingo, 5 de septiembre de 2010

La política, cafeína de los seres débiles

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Ya no sé qué está pasando en este mundo cruel en el que vivimos, porque ahora resulta que los buenos nos vamos muriendo primero y los malos ahí siguen vivitos y chingando. Sólo falta que nos cambien la letra de la canción esa que dice: “Que se mueran los feos, que se mueran los feos”, por esta que sonaría así: “Que se mueran los buenos, que se mueran los buenos, que se mueran toditos, toditos los buenos”. ¡Caramba! La cuestión es que ahora le tocó el turno a mi estimado Germán Dehesa. Por allá nos vemos, mi Germancito.
Pero no nos pongamos tristes, el autor de la columna “Gaceta del Ángel” nos mandaría al carajo con todo y tristeza. En cierta entrevista, al preguntársele si para él era inaceptable la muerte por miedo al olvido, expresó: “No, es el hecho de dejar de ser... El no volver a escribir más en mi computadora…, el no volver a abrazar más a mi mujer”. Pero nada más, porque el olvido no le llegará, lo recordaremos siempre.
¡Y cómo no lo vamos a recordar, junto con todos los que se nos han adelantado! A mí en lo personal me encantaba su crítica sobre la clase política mexicana. Fíjense si no: “Siempre me han dado risa y me han sublevado los miembros de la clase política y de la burguesía mexicana; tan ignorantes, tan vulgares, tan abusivos”. (Proceso/8 de agosto/2010).
Con humor incisivo apuntó: “de pronto veo a los priistas como a magos de pastorela, son chistosísimos en ese sentido, así sean unos hijos de la chingada que llegan al extremo de matar. Alguno que otro me habla para decirme: ‘no jodas, ya déjame en paz’. Y yo me digo: bueno, le daré tregua por unos tres meses”.
De los panistas dijo: “Ellos no asimilan la crítica como los del PRI. Todo lo toman como si fuera un ataque personal. Aún les falta darse cuenta que, más allá de la burla por su desempeño político, hay un respeto total por su persona”.
Del PRD señaló: “Como no han podido llegar al alto poder, los perredistas me invitan a comer, platicamos y nos sobamos el lomo. Son complacientes, comprables, faltos de rectitud y de hombría. No le hacen mucha mella los destierros, encierros y sufrimientos que ha tenido que soportar la izquierda mexicana. Ellos se acomodan y adelante”.
Germán fulminó: “…los políticos han prostituido a nuestra patria, sin darse cuenta de que están ofendiendo a la madre. Yo nunca he robado nada, nada, pero reconozco que los mexicanos tenemos cierta vocación ratona. Qué malos bichos hemos tenido en los puestos de gobierno. Son salvajes, no tienen llenadera ni criterio para robar. Y son tan menores como el que actualmente nos gobierna, el Felipillo”. ¡Moles!
Quizás por eso Enrique Jardiel Poncela escribió que la política es la cafeína de los seres débiles.
Se nos adelantó Dehesa, pero queda su obra, quedan sus palabras, esas por los políticos tan temidas.

De cinismos y anexas

"Se parecen tanto unos a otros los partidos, que la única manera de distinguirlos es ponerles un color", sentenció el periodista Rafael Barrett. ¿Será?

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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